Era una llamada telefónica de Cora, por lo que Charlotte contestó.

La voz de Coraline salió por la bocina de inmediato. “Carlie, el Oficial Zimmerman me dijo que Miranda ya no me hará responsable, por lo que me dejaron ir. No puedo entenderlo. Siempre he sido una espina clavada en su carne, entonces, ¿por qué actuaría tan anormalmente de repente? ¿Fuiste a ella y le suplicaste que tuviera piedad?”.

Charlotte sonrió como si nada hubiera sucedido. “Ahora puedo estar segura de que estás a salvo. No te preocupes demasiado por lo demás”.

“¡Carlie!”. La voz de Coraline, obviamente, sonaba preocupada. “Miranda no me dejaría ir sin razón. No intentes cambiar el tema. Dime, ¿hiciste un trato con ella?”.

“Sí”. Temiendo preocupar a Coraline, Charlotte hizo todo lo posible por calmar su voz.

“Igualmente, Miranda es mi cuñada. Somos familia. Le di algo que ella quería y la hice muy feliz, para que ya no te hiciera el proceso difícil. No te preocupes, nada saldrá mal”.

“De acuerdo…”. Coraline