“La última vez que esa p*rra me golpeó, hiciste que mi hermano la dejara ir. Sin embargo, esta vez la evidencia está en mis manos. Sabes que no funcionará incluso si le pides a mi hermano que la perdone, y no caeré en tus trucos, ¡así que has decidido simplemente cerrar la boca y hacerte la tonta!”.

¡Bam! Charlotte arrojó un álbum pesado junto a su almohada.

Ella estaba sorprendida. “¿Qué es esto?”.

Charlotte abrió sus delicados labios. “¿Por qué no lo ves por ti misma?”.

Miranda abrió este álbum con dudas y vio las fotos en él, sus manos temblaron de emoción al instante mientras sus ojos se iluminaban. “Je. Nunca se me habría ocurrido esto. Charlotte Simmons, nunca dejas de impresionarme. Realmente eres como Kourtney Kleinman. La moralidad no es más que una broma para las dos, y no hay límite para lo que pueden hacer…”.

“¡Detén todas esas tonterías!”. Charlotte interrumpió fríamente a Miranda. “Dejas ir a Cora y te daré este álbum de fotos. Ahora, solo responde, ¿tenemos un trato