Charlotte llegó al hospital.

Recordó que Zachary la había llevado a una oficina en el segundo piso hace poco para conocer a Lisa-Luna. Esta vez, fue directamente al segundo piso y se dirigió a esa oficina.

La puerta estaba cerrada. Charlotte llamó a la puerta durante mucho tiempo, pero nadie respondió.

Justo cuando estaba a punto de darse por vencida, una voz suave resonó en el pasillo.

“Señorita Simmons, ¿sucede algo importante? ¿Es por eso que vino a visitarme? ¿Por qué no me llamó para programar una reunión? ¿Y si no hubiese estado en el hospital? ¿No habría hecho el viaje por nada?”.

Charlotte se volteó hacia la voz. Era Lisa-Luna.

Ella sonrió.

“Sé que eres una mujer ocupada. Consideré llamarte de antemano, pero olvidé pedirte tu número de teléfono la última vez que nos vimos, así que pensé en probar suerte”.

“¡Podrías haberle pedido al Señor Connor mi número!”.

Lisa-Luna se adelantó y le dio una palmadita a Charlotte en la espalda.

“¡Bien! Es posible que hayamos encontra