Ella podía escuchar la voz de Lisa-Luna desde afuera del baño.

Charlotte respiró hondo y finalmente bajó la cabeza y se echó agua en la cara.

Las manchas de sangre y la medicina se lavaron con el agua, goteando por su barbilla. Después de algunas lavadas, su rostro finalmente apareció a la vista.

Charlotte se quedó mirando su reflejo en el espejo y empezó a llorar lágrimas de alegría.

'¡Sí! La cirugía fue muy exitosa. ¡Por fin me veo como antes! ¡Esta es mi verdadera cara!'.

Su piel era tan blanca como la primera nieve y tan delicada como la seda. Sus rasgos faciales eran tan exquisitos que parecían una pintura meticulosamente elaborada por un artista…

El único defecto en su rostro perfecto era una cicatriz de medio centímetro de largo en el lado izquierdo, en el puente de la nariz. La cicatriz era muy tenue y pequeña, pero cualquiera la notaría si se acercaba a ella…

'¡Bien! Es como dijo Lisa-Luna. Mi cara ha pasado por una gran cirugía. ¡El hecho de que haya sido restaurado a