Narra Víctor Manuel
Estaba en la planta alta con mi papá, hablando de algunas cosas del estudio fotográfico y contentos, porque Yolanda se iba a integrar a trabajar con nosotros. Después de un rato, mi papá se retiró, lo acompañe a su auto y después entré a mi casa. Me dirigí a la cocina en busca de un vaso de agua y me encontré ahí con Carolina, quién me miró fijamente ante mi cara de sorpresa.
–Víctor Manuel, parece que has visto un fantasma. Sí soy yo y he venido a que hablemos – Se justició Carolina queriendo explicar su presencia en mi casa.
–Me parece excelente, tengo que comentarte antes que hagas otro drama de los que acostumbras, que mi padre y yo, acabamos de contratar a Yolanda para que trabaje con nosotros en el estudio – Le confesé de golpe todo a Carolina – Espero que no tengas problema con eso.–Estás atrasado en noticias, me la encontré afuera y ella misma me lo dijo, incluso me he disculpado con ella por lo de la vez pasada que no me supNarra Víctor ManuelYolanda me platico todo lo de su relación con Rafael, incluyendo los motivos que desencadenaron en su ruptura. Yo me sentía muy mal de haber dejado ir a Caro, pero con todo esto había sido lo mejor. Traté de consolar a Yola, lo cual me era difícil pues yo estaba tan desconsolado como ella aunque no quisiera reconocerlo.–Me siento mal Víctor Manuel. Creo que no volveré a amar a nadie cómo amé a Rafael – Sentenció Yolanda con su voz quebrada – Quisiera un mundo paralelo en el que él y yo aún estemos juntos.–Te entiendo Yola. Me pasa lo mismo con Caro, pero debemos ser fuertes y enfocarnos en nuestras vidas. De otra manera no podremos salir adelante. Además tú eres joven y eres hermosa, seguramente más de algún chico querrá salir contigo.–Gracias por lo de hermosa amigo, pero ambos sabemos que no soy una belleza de calendario. Pero en fin dejemos que las cosas tomen su curso. Cambiando de tema, mañana empiezo a trabajar en el estudio.
Narra CarolinaCuando ya estaba por ir a buscar a Víctor Manuel, para irnos del estudio, uno de los guapísimos modelos de la sesión de temprano se acercó a mí para platicar y para invitarme a salir, fue algo que me tomó por sorpresa totalmente. Estaba charlando con él cuando Víctor Manuel se apareció junto con Yolanda y se quedaron ambos mirándome cómo en busca de algo. Finalmente me desocupe y me fui con Víctor Manuel del estudio.Nos subimos a su auto, él parecía estar un poco inquieto ante lo que había pasado de lo de ese chico del modelo, pero se abstenía de preguntarme algo, hasta que al parecer no pudo más y terminó preguntándome, sobre él.–Carolina, sé que no debo preguntarte y que es tú vida pero, ¿Qué hacías con ese cliente? Con el modelo – Se atrevió al fin a preguntar – Se les veía muy cómodos juntos.–Sólo charlábamos la verdad, pero no pasa nada si preguntas digo no hicimos nada malo. El en realidad me propuso salir a tomar algo, p
Narra Víctor ManuelAl día siguiente de pasar toda la noche con Sebastián, nos fuimos a trabajar al estudio los tres por la mañana. Obviamente me sentía un poco mal, pero tenía que cumplir mi palabra, así que tuve con todo el dolor de mi corazón que llamar a Amy, para despedirla. Yo tenía que cumplir mi palabra con Sebastián y no podía pasar por alto lo que Amy le había ocasionado. Amy llegó temprano para reunirse conmigo, llegando a mi oficina con cara de pocos amigos.– Hola Amy, pasa a mi oficina por favor – le dije con tono serio.–Hola Víctor Manuel, claro que sí – respondió ella.Entramos a mi oficina, Amy se miraba un poco nerviosa al mirarme con un aire de preocupación, de molestia e incluso de angustia.–Víctor Manuel, sé que vas a correrme. No tienes que decir más, pero al menos escúchame por favor, sólo eso te quiero pedir – Me pidió Amy la oportunidad – La verdad quiero que sepas como fueron las cosas.–Amy, no tienes en serio que
Narra CarolinaEse día saliendo del estudio, me estaba esperando mi padre para ir a tomarnos un café, ya que a mis padres les quedaban pocos días en Madrid. Me fui con él caminando un poco y llegamos finalmente a un lugar hermoso y acogedor, dónde colgamos nuestros abrigos y nos dispusimos a tomar un delicioso café. Mi papá se veía realmente bien, jovial y en buena forma. Le sentaba bien Madrid, sin duda alguna y ahora que podíamos al fin tener un tiempo a solas, quise tener una plática de padre a hija con él de una manera tranquila.–Papá, ¿Cómo se han sentido mi mamá y tú en Madrid?–Muy bien hija, nos la hemos pasado de maravilla. Pero lo mejor que me ha pasado a mí en lo personal y por lo que siento que valió la pena haber venido a Madrid ha sido porque te he visto a ti. Te sienta muy bien la ciudad, te ves hermosa Carolina.–Gracias papá, aunque tú lo dices por ser mi padre. A ti te sienta muy bien Madrid, deberías venir con mi mamá más seguido. Pue
Narra Víctor ManuelDespués de pasar una divertida tarde y noche con Sebastián, llegaron Carolina y su padre a unirse a nuestro plan y vimos juntos la última parte del partido. Después nos quedamos un rato conviviendo hasta que el padre de Carolina se fue. Nos quedamos platicando un buen rato nosotros tres Sebastián, Carolina y yo.Cuando Sebastián subió a su recámara a dormir, Caro me miraba fijamente y supo de inmediato que algo me pasaba y por más que traté de actuar con normalidad, no pude y ella terminó descifrando cómo siempre.–Víctor Manuel, a ti te pasa algo. No sé qué es pero algo te está ocurriendo. Así que espero que me puedas decir que es, claro sí es que confías en mi – Me dijo Carolina queriendo hacerme hablar – Por favor, si en algo puedo ayudarte, dime.–Caro, no puedes ayudar en nada, pero sí algo pasó. Fue mi media hermana al estudio buscando a mi papá. Siempre que aparece en la vida de mi papá causa desastres y bastantes. Me
Narra CarolinaEstaba caminando con mi madre por las tiendas de muebles de Madrid, íbamos muy tranquilas pero en silencio, nos deteníamos cada vez que veíamos algo que a ambas nos llamara la atención. Ella aunque no me lo dijera, sé de sobra que estaba visiblemente molesta conmigo, porque siempre su sueño fue que yo fuera una decoradora de interiores exitosa cómo ella, pero para su mala suerte sólo la decepcioné. Estábamos viendo unos muebles para el baño, discutiendo si era mejor un tono rosa o un lila, era bueno ver su punto de vista critico cómo experta, porque gracias a eso mi piso iba a lucir increíble.Después de comprar muebles y de encargar accesorios decorativos, de acuerdo al ojo experto y al gusto de mi mamá, nos fuimos a tomar unas bebidas a un lugar muy hermoso que había en la plaza, dónde había mesas al aire libre y podríamos disfrutar de un rato lindo y agradable.–Caro, espero que te guste lo que elegí para tu piso hija – Dijo mi ma
Narra Víctor ManuelPasaron unos días, hasta que llegó el día en el que los padres de Carolina se fueron de Madrid y al final todo estuvo bien con ellos, tanto que hasta los fuimos a llevar Caro y yo al aeropuerto, dónde ellos se despidieron de mí con mucho cariño y amabilidad, invitándome a ir a México en un futuro cercano a visitarles, eso me hacía feliz porque al menos Caro podía disfrutar de ver que sus padres y yo podríamos convivir en paz y en armonía.Ese día que los despedimos en la noche, nos fuimos Caro y yo a empacar nuestras cosas, ya que al día siguiente nos iríamos, ella Sebastián y yo de campamento para ir a fotografiar las maravillas de las estrellas. Estábamos arreglando todo para irnos. Yo sonreía por dentro ya que Caro no se imaginaba ni un poco, sobre la hermosa sorpresa que yo le tenía preparada y esperaba honestamente que no se fuera a enterar antes de tiempo. Fui a comprar unas cosas por mi cuenta mientras que Caro y Sebastián me esperab
Narra CarolinaEstaba feliz en ese maravilloso lugar viendo más estrellas de las que nunca en mi vida había visto, junto con mi adorado Víctor Manuel, no podía creer que ya estuviéramos juntos de nuevo y ésta vez esperaba que fuera para toda la vida. Comenzamos a preparar un café para cuando Yolanda y Sebastián volvieran ahí con nosotros para comenzar a ver el espectáculo estelar en todo su esplendor, pues entre más se oscureciera, sería mejor. Por lo pronto yo seguía haciendo tomas de cómo iba cambiando el cielo a cómo pasaba el tiempo. Después me senté a tomar café con mi amado Víctor Manuel y en ratos él se levantaba a hacer algunas tomas fotográficas del escenario. Después de un rato volvieron Sebastián y Yolanda a sentarse con nosotros y a tomar café. El frío pronto comenzaba a hacerse