Narra Víctor Manuel
La pérdida de nuestro hijo supuso un golpe muy duro y complicado para Carolina y también para mí, después de ese evento devastador, tengo que reconocer que nos costó bastante retomar nuestra vida diaria, pero como dicen eran fases del duelo de superar las cosas y hoy, un mes después de lo ocurrido, nos enfrentaríamos a otra dura prueba, los papás de Carolina llegaban hoy a Madrid y aunque ya no tendríamos que lidiar con decirles que Caro estaba embarazada, aún teníamos que enfrentarlos para decirles que ella y yo, estábamos viviendo juntos y en una relación. Así que salimos temprano del estudio para irnos a cambiar y a arreglar un poco, para irnos rumbo al aeropuerto a recibir a sus padres. Llegamos puntuales para darnos cuenta que su vuelo de ellos estaba un poco retrasado y que no nos quedaba otra alternativa más que esperar a que llegaran sus padres, no había más. Nos sentamos en unos asientos de una zona gastronómica Carolina y yo, para orden
Narra CarolinaVíctor Manuel y yo nos fuimos del restaurante enseguida de mis padres, claro después de pagar la cuenta y todo eso. Nos fuimos rumbo a la casa de Víctor Manuel y sobraba decir que todo el camino transcurrió en un perfecto e incómodo silencio. Llegando a la casa de Víctor Manuel, hicimos algunas cosas y ya que estábamos acostados en su cama, relajados y tranquilos, le dije entonces a él lo que yo pensaba, de este encuentro tan desafortunado con mis padres.–Víctor Manuel, no te preocupes por mis padres. Ellos tendrán que aceptar lo nuestro tarde o temprano – le dije yo con mucha seguridad.–Caro no me digas eso, lo que me preocupa mucho es la forma en la que se fueron, no dejaron que se les dijera más nada. Ahora entiendo lo que decías en México todo es muy distinto.–Lo es, pero no por eso todo es malo. La verdad es que, ellos si me educaron bajo estrictas normas de conducta, pero fui yo quien nunca quise seguirlas, es la verdad. Ellos qui
Narra Víctor ManuelDespués de que los padres de Carolina me dieran esa anhelada oportunidad, yo no podía dejarme de sentir feliz ante eso, así que terminando de almorzar con ellos, los fuimos a dejar a su hotel, ya que ellos querían hacer un tour y habían quedado de verse con unos amigos aquí en Madrid, por lo que Caro y yo quedamos de verlos más tarde ese día ya que ellos se desocuparan. En tanto nosotros volvimos al estudio para seguir ocupándonos de nuestros pendientes.Teníamos que hacer una sesión de fotos de unas modelos para una revista, así que nos pusimos a montar todo en el estudio y también Sebastián ya estaba ahí, en posición y listo para ayudarnos, sólo faltaban algunas modelos en llegar, pero tan pronto lo hicieron supe enseguida que iban a haber problemas, cuando una de ellas se acercó a hablarme.–Hola Víctor Manuel, cuando recién te ví, pensé que estaban pasando dos cosas, o no me viste o no te interesa verme – me dijo Emilia, saludándo
Narra CarolinaCuando íbamos de camino a buscar a mis padres, Sebastián, Víctor Manuel y yo estábamos hundidos en un silencio incómodo. Yo por mi parte no tenía ni ganas, ni intención de hablar por lo que acababa de ocurrir entre Víctor Manuel y yo en el estudio hacía un rato. Sebastián de pronto, al presentir la tensión en el ambiente comenzó a hacer plática.– Chicos, parece que vamos a un velorio, ¿Tan mal les ha ido con los padres de Carolina? – Divertido cuestionó Sebastián – Me muero de ganas de verlos y de saludarlos.–No, aunque al principio no nos fue muy bien con ellos, ahora parece que todo está en un ambiente mucho más relajado y espero que así continué – Afirmó Víctor Manuel, mirándome de reojo – Fue difícil para ellos, el hecho de que Carolina y yo vivamos juntos.–Sí, es que eso allá en México no se usa. Si mis padres que son más liberales no les parecería menos a los padres de Carolina, están más chapados a la antigua – Sentenció Sebastián reconocie
Narra CarolinaSebastián y yo entramos a dónde nos esperaban mis padres, ya instalados en el restaurante y degustando de una buena botana y por supuesto de un buen vino. Tan pronto me vieron aparecer con Sebastián, ellos se levantaron de sus lugares para abrazarnos a ambos y después nos invitaron a sentarnos. Mi papá tomó la botella de vino y nos sirvió vino a ambos a Sebastián y a mí, para que disfrutáramos de la botana con ellos. Ya que todos estábamos cómodos, mi madre inició la conversación.–Nos da mucho gusto verte Sebastián, ¿Cómo has estado? – Emocionada cuestionó mi madre – Espero que te esté yendo de lo mejor.–He estado muy bien señora Itziar, la verdad es que éste tiempo en Madrid me ha sentado de maravilla, imagínese que ya hasta voy a ser papá, tengo también un trabajo aquí y he sentado cabeza al estar con una sola chica – Sentenció Sebastián haciendo sonreír a mi madre – Ustedes por lo que veo, están de lo mejor y me da mucho gusto que vinieran a Ma
Narra Víctor ManuelEstaba en la planta alta con mi papá, hablando de algunas cosas del estudio fotográfico y contentos, porque Yolanda se iba a integrar a trabajar con nosotros. Después de un rato, mi papá se retiró, lo acompañe a su auto y después entré a mi casa. Me dirigí a la cocina en busca de un vaso de agua y me encontré ahí con Carolina, quién me miró fijamente ante mi cara de sorpresa.–Víctor Manuel, parece que has visto un fantasma. Sí soy yo y he venido a que hablemos – Se justició Carolina queriendo explicar su presencia en mi casa.–Me parece excelente, tengo que comentarte antes que hagas otro drama de los que acostumbras, que mi padre y yo, acabamos de contratar a Yolanda para que trabaje con nosotros en el estudio – Le confesé de golpe todo a Carolina – Espero que no tengas problema con eso.–Estás atrasado en noticias, me la encontré afuera y ella misma me lo dijo, incluso me he disculpado con ella por lo de la vez pasada que no me sup
Narra Víctor ManuelYolanda me platico todo lo de su relación con Rafael, incluyendo los motivos que desencadenaron en su ruptura. Yo me sentía muy mal de haber dejado ir a Caro, pero con todo esto había sido lo mejor. Traté de consolar a Yola, lo cual me era difícil pues yo estaba tan desconsolado como ella aunque no quisiera reconocerlo.–Me siento mal Víctor Manuel. Creo que no volveré a amar a nadie cómo amé a Rafael – Sentenció Yolanda con su voz quebrada – Quisiera un mundo paralelo en el que él y yo aún estemos juntos.–Te entiendo Yola. Me pasa lo mismo con Caro, pero debemos ser fuertes y enfocarnos en nuestras vidas. De otra manera no podremos salir adelante. Además tú eres joven y eres hermosa, seguramente más de algún chico querrá salir contigo.–Gracias por lo de hermosa amigo, pero ambos sabemos que no soy una belleza de calendario. Pero en fin dejemos que las cosas tomen su curso. Cambiando de tema, mañana empiezo a trabajar en el estudio.
Narra CarolinaCuando ya estaba por ir a buscar a Víctor Manuel, para irnos del estudio, uno de los guapísimos modelos de la sesión de temprano se acercó a mí para platicar y para invitarme a salir, fue algo que me tomó por sorpresa totalmente. Estaba charlando con él cuando Víctor Manuel se apareció junto con Yolanda y se quedaron ambos mirándome cómo en busca de algo. Finalmente me desocupe y me fui con Víctor Manuel del estudio.Nos subimos a su auto, él parecía estar un poco inquieto ante lo que había pasado de lo de ese chico del modelo, pero se abstenía de preguntarme algo, hasta que al parecer no pudo más y terminó preguntándome, sobre él.–Carolina, sé que no debo preguntarte y que es tú vida pero, ¿Qué hacías con ese cliente? Con el modelo – Se atrevió al fin a preguntar – Se les veía muy cómodos juntos.–Sólo charlábamos la verdad, pero no pasa nada si preguntas digo no hicimos nada malo. El en realidad me propuso salir a tomar algo, p
Narra Víctor ManuelAl día siguiente de pasar toda la noche con Sebastián, nos fuimos a trabajar al estudio los tres por la mañana. Obviamente me sentía un poco mal, pero tenía que cumplir mi palabra, así que tuve con todo el dolor de mi corazón que llamar a Amy, para despedirla. Yo tenía que cumplir mi palabra con Sebastián y no podía pasar por alto lo que Amy le había ocasionado. Amy llegó temprano para reunirse conmigo, llegando a mi oficina con cara de pocos amigos.– Hola Amy, pasa a mi oficina por favor – le dije con tono serio.–Hola Víctor Manuel, claro que sí – respondió ella.Entramos a mi oficina, Amy se miraba un poco nerviosa al mirarme con un aire de preocupación, de molestia e incluso de angustia.–Víctor Manuel, sé que vas a correrme. No tienes que decir más, pero al menos escúchame por favor, sólo eso te quiero pedir – Me pidió Amy la oportunidad – La verdad quiero que sepas como fueron las cosas.–Amy, no tienes en serio que