Narra Víctor Manuel
Me sentía fatal, porque todos mis intentos de estar cerca de Carolina resultaban cada vez más infructuosos, creía que lo mejor era desistir de estar con ella, cuando ella me llamó al móvil, miré su nombre parpadeando en la pantalla de mi móvil, pensando en si debía tomar la llamada o no, finalmente me decidí, por hacerlo, tomé su llamada sintiéndome muy emocionado y apenado con ella, pues habíamos peleado nosotros sin tener la maldita necesidad de hacerlo.
- Hola Carolina – le respondí en un tono normal.
- Hola Víctor Manuel, creí que no me ibas a responder, lamento de verdad todo lo que ha pasado hoy – me dijo Carolina disculpándose.- Yo lo lamento más, en serio, no era mi intención tener una noche tan terrible. Hubiera deseado que fuera especial, pero no dependió ni de ti ni de mí – le dije a Carolina un poco apenado.- Lo sé y por eso he querido llamarte, para decirte que espero que estemos bien, yo de verdad que no justifico a Itziar HelNarra Víctor ManuelCaro subió algo de almorzar para Itziar Helena y cuando bajó de su recámara, nos fuimos juntos caminando las calles de invierno por Madrid, aparentemente sin rumbo fijo, aunque yo ya tenía reservado a dónde iríamos, nos fuimos a comer a un restaurante llamado El Senador, dónde nos llevaron para comenzar unas tapas y un vino para comenzar a botanear, nos sentamos en una mesa algo apartada y yo no sé porque me sentía nervioso de estar ahí con Carolina, se veía tan hermosa ante mis ojos, que adoraba estar ahí con ella, no sabía de pronto cómo hacerle conversación, así que comencé con algo simple.- Caro, aquí estamos por fin en nuestra cita – le dije yo con una sonrisa.- Claro, no hay plazo que no se cumpla Víctor Manuel – me dijo Caro mirándome muy interesada.- Estás preciosa, me encanta estar contigo, ¿Quieres que te sirva más vino? – le pregunté cuando noté que se terminó el que tenía servido en su copa.- Claro que sí, me gustar
Narra CarolinaVíctor Manuel me miraba desarmándome con esos ojos tan bonitos suyos, esperando que le diera mi respuesta, si debíamos continuar o detenernos ahí, yo realmente no lo pensé en contestarle que debíamos de continuar en lo que estábamos.- Claro que estoy segura, Víctor Manuel, ¿Tú estás seguro? – le pregunté yo muy preocupada, pensando que quizás el me estuviera preguntando, porque él estaba dudando.- Yo estoy más que seguro Carolina, ahora sólo déjate llevar, para seguir en lo que estábamos – me dijo Víctor Manuel haciendo que me relajara.Me relajé por completo y él volvió a besarme primero muy tiernamente y después su lengua invadió nuevamente mi boca sin ninguna contemplación, mientras me besaba y su mano bajaba por mi ombligo, pero no se detuvo ahí, él bajó todavía más hasta que llegó a acariciarme entre la ingle y mi parte intima, con caricias suaves, tranquilas pero sorprendentes, provocando que yo le clavara las uñas en la espalda mi
Narra Víctor ManuelCarolina se acercó a la mesa y al sólo ver su sombría expresión, supe que estaba nuevamente ante un problema, cuando Carolina, nos saludó a ambos.- Buenas tardes – dijo Carolina provocando que Sadie me soltara de inmediato y yo a ella.- Buenas tardes señorita – le respondió Sadie con educación.- Caro, ella es Sadie es una vieja amiga del pasado – le respondí yo a Caro, evitando que ella causara un escándalo.- ¡Que gusto de conocerte Sadie!, aunque francamente no sé porque abrazas a mi novio la verdad – dijo Carolina enojada enfatizando la palabra novio.- Caro, déjame que te lo explique mi amor, Sadie sólo es una amiga mía y la abracé por el gusto de volver a vernos – le dije yo a Carolina queriendo minimizar las cosas.- Discúlpeme señorita, Víctor Manuel si me mencionó que tenía novia, pero no sabía que estaba aquí con ella – le dijo Sadie a Carolina con sinceridad.- ¿Ya por eso tienes el derecho de abrazarlo?, está bien, me q
Narra CarolinaEsos momentos con Víctor Manuel fueron especiales y maravillosos en su máxima expresión, luego de que él tomara varias fotografías, tocó mi turno y saqué muchas fotos de él, mirándose guapísimo ante la cámara y ante mis ojos, me encantaba sinceramente lo que veía, él se veía increíblemente guapo y encantador, así que me deleitaba sacándole todas las fotos que creía convenientes y él se reía encantado posando para mí y también para la cámara. Ya que comenzó a entrar la tarde, nos fuimos él y yo de regreso a su casa, dónde él se ofreció a cocinar algo para mí.Me senté en la sala a leer un libro qué él tenía ahí y entonces morí de risa al ver que se trataba de “Cumbres Borrascosas” de Emily Bonte. Miré a Víctor Manuel y él me devolvió la mirada con picardía queriendo defenderse ante sus gustos literarios que recién había yo descubierto.– ¿Con que Cumbres Borrascosas eh? – le dije a Víctor Manuel, riéndome un poco de la situación.–Sí
Narra SebastiánVer a Carolina y a Víctor Manuel tan enamorados y riéndose divertidos mientras él cocinaba la cena, era algo que no esperaba ver ni en un millón de años, ella que venía tan desilusionada de México y ahora verla así, tan libre y tan risueña, esa era mi mejor amiga y era la Carolina que yo conocía, lo que me alegraba demasiado, ahora solo faltaba esperar lo que iba a pasar más adelante cuando ambos regresáramos a México, pensaba en eso y en muchas cosas cuando tocó la puerta de la casa de mi amigo, mi cita Amy, la chica que me tenía loco y por la que estaría dispuesto quizás a quedarme una temporada más larga en España, al ver que ni Caro ni mi amigo pensaban en ir a abrir la puerta, me dispuse yo mismo a ir a abrir.– Hola Sebastián, pensé que no me iban a abrir nunca – me dijo Amy, tan pronto le abrí la puerta.–Hola Amy, claro que te iba a abrir o no te hubiera invitado, ¿Cómo estás? – le pregunté yo, tomándola de la mano para entrar
Narra Víctor ManuelCarolina y yo nos quedamos en mi casa compartiendo esa maravillosa noche juntos, dónde nos pusimos a escuchar música y después nos relajamos al calor del fuego, permaneciendo abrazados en mi cama, esta vez sin hacer más nada que disfrutarnos el uno al otro simplemente estando juntos, ella de pronto comenzó a querer platicar conmigo.–Víctor Manuel, quiero saber algo – me dijo Carolina mirándome con ternura.–Dime Caro, puedes preguntarme lo que necesites o lo que quieras saber – le dije a Carolina, tomando su mano para besarla con dulzura.–Víctor Manuel, ¿Tú quieres llegar a casarte con alguien algún día? – me preguntó Carolina dejándome en silencio, debido a la profundidad de su pregunta.–La verdad es que, sólo con Karla había contemplado esa posibilidad, yo incluso nunca fui de casarme, fui de la idea de un amor libre, sin ataduras, sin tapujos, sin nada más, pero cuando comencé mi relación con Karla, ella quería casarse y yo,
Narra CarolinaPasaron dos meses inolvidables en los cuales Víctor Manuel y yo, seguíamos conociéndonos, descubriéndonos y enamorándonos cada vez más y más. Un buen día, hablé con Sebastián y ambos decidimos pasar una temporada más larga en Madrid, pues tanto él quería estar con Amy, como yo con Víctor Manuel y así lo hicimos, pese a que a mis padres no les agradara tanto la idea, pero lo bueno de todo es que yo estaba cada día más feliz cómo si todo aquello que me pasó no me hubiera ocurrido y cada día me daba cuenta que estaba volviendo a ser la chica divertida y feliz que siempre fui y eso me encantaba mucho de mí.Seguíamos trabajando Sebastián y yo en el estudio y un día que estábamos en especial con mucho trabajo, Amy me llamó muy misteriosamente para anunciarme que yo tenía una visita, pero que quería encontrarme atrás del estudio, al parecer era un cliente que quería que le hiciera un trabajo fotográfico por fuera a fin de que le saliera mucho má
Narra Víctor ManuelMe quedé abrazando a Caro celebrando muy emocionado la noticia de que íbamos a ser padres, me sentía feliz, de que Caro tomara tan bien la noticia, lo que me hacía sentirme relajado, pero ahora mi preocupación iba a ser, la manera en la que sus padres lo iban a tomar pero eso ya se iba a ver con el transcurso del tiempo. Me recosté con Caro y nos cobijamos del frío que aún estaba haciendo en Madrid, la abracé y nos acurrucamos juntos en el calor de mi cama y después de un rato, nos quedamos al fin perdidamente dormidos.Al día siguiente cuando desperté, Caro seguía dormida y la dejé descansar un rato más ya que aún era muy temprano, pensé que ahora que ella estaba embarazada debía dormir y reponer fuerzas lo más que fuera posible, pues en su vientre estaba creciendo el fruto de nuestro amor y lo mejor de todo es que ahora, no teníamos que cuidarnos más y podíamos hacer el amor con toda libertad que quisiéramos y sin tener que preocupa