Narra Víctor Manuel
Carolina y yo nos quedamos en mi casa compartiendo esa maravillosa noche juntos, dónde nos pusimos a escuchar música y después nos relajamos al calor del fuego, permaneciendo abrazados en mi cama, esta vez sin hacer más nada que disfrutarnos el uno al otro simplemente estando juntos, ella de pronto comenzó a querer platicar conmigo.
–Víctor Manuel, quiero saber algo – me dijo Carolina mirándome con ternura.
–Dime Caro, puedes preguntarme lo que necesites o lo que quieras saber – le dije a Carolina, tomando su mano para besarla con dulzura.–Víctor Manuel, ¿Tú quieres llegar a casarte con alguien algún día? – me preguntó Carolina dejándome en silencio, debido a la profundidad de su pregunta.–La verdad es que, sólo con Karla había contemplado esa posibilidad, yo incluso nunca fui de casarme, fui de la idea de un amor libre, sin ataduras, sin tapujos, sin nada más, pero cuando comencé mi relación con Karla, ella quería casarse y yo,Narra CarolinaPasaron dos meses inolvidables en los cuales Víctor Manuel y yo, seguíamos conociéndonos, descubriéndonos y enamorándonos cada vez más y más. Un buen día, hablé con Sebastián y ambos decidimos pasar una temporada más larga en Madrid, pues tanto él quería estar con Amy, como yo con Víctor Manuel y así lo hicimos, pese a que a mis padres no les agradara tanto la idea, pero lo bueno de todo es que yo estaba cada día más feliz cómo si todo aquello que me pasó no me hubiera ocurrido y cada día me daba cuenta que estaba volviendo a ser la chica divertida y feliz que siempre fui y eso me encantaba mucho de mí.Seguíamos trabajando Sebastián y yo en el estudio y un día que estábamos en especial con mucho trabajo, Amy me llamó muy misteriosamente para anunciarme que yo tenía una visita, pero que quería encontrarme atrás del estudio, al parecer era un cliente que quería que le hiciera un trabajo fotográfico por fuera a fin de que le saliera mucho má
Narra Víctor ManuelMe quedé abrazando a Caro celebrando muy emocionado la noticia de que íbamos a ser padres, me sentía feliz, de que Caro tomara tan bien la noticia, lo que me hacía sentirme relajado, pero ahora mi preocupación iba a ser, la manera en la que sus padres lo iban a tomar pero eso ya se iba a ver con el transcurso del tiempo. Me recosté con Caro y nos cobijamos del frío que aún estaba haciendo en Madrid, la abracé y nos acurrucamos juntos en el calor de mi cama y después de un rato, nos quedamos al fin perdidamente dormidos.Al día siguiente cuando desperté, Caro seguía dormida y la dejé descansar un rato más ya que aún era muy temprano, pensé que ahora que ella estaba embarazada debía dormir y reponer fuerzas lo más que fuera posible, pues en su vientre estaba creciendo el fruto de nuestro amor y lo mejor de todo es que ahora, no teníamos que cuidarnos más y podíamos hacer el amor con toda libertad que quisiéramos y sin tener que preocupa
Narra CarolinaLlegó el fin de semana y con ello, la reunión de Víctor Manuel con su padre, dónde él le diría la situación que él y yo estábamos esperando un hijo, aunque para ser sincera eso a mí no me preocupaba en absoluto. El poco tiempo que llevaba aquí en Madrid, me había servido para darme cuenta de que la gente aquí no era tan crítica ni tan cerrada como en México y a juzgar por cómo era el padre de Víctor Manuel, sabía de sobra que todo saldría bien por el lado de él, la verdadera preocupación vendría en un mes cuando tuviéramos que ver a mis padres, ya que ellos no creo que lo fueran a tomar de buena manera, dada la manera en la que fui educada y criada en México.Víctor Manuel se estaba cambiando y arreglando para irse a cenar con su papá y Sebastián llegó para esperarlo ya que él lo iba a acompañar, mientras que yo también me alistaba pues iba a salir a tomar algo con Amy, un chocolate o un café, después de tanta insistencia de su parte de ella en
Narra Víctor ManuelLa pérdida de nuestro hijo supuso un golpe muy duro y complicado para Carolina y también para mí, después de ese evento devastador, tengo que reconocer que nos costó bastante retomar nuestra vida diaria, pero como dicen eran fases del duelo de superar las cosas y hoy, un mes después de lo ocurrido, nos enfrentaríamos a otra dura prueba, los papás de Carolina llegaban hoy a Madrid y aunque ya no tendríamos que lidiar con decirles que Caro estaba embarazada, aún teníamos que enfrentarlos para decirles que ella y yo, estábamos viviendo juntos y en una relación. Así que salimos temprano del estudio para irnos a cambiar y a arreglar un poco, para irnos rumbo al aeropuerto a recibir a sus padres. Llegamos puntuales para darnos cuenta que su vuelo de ellos estaba un poco retrasado y que no nos quedaba otra alternativa más que esperar a que llegaran sus padres, no había más. Nos sentamos en unos asientos de una zona gastronómica Carolina y yo, para orden
Narra CarolinaVíctor Manuel y yo nos fuimos del restaurante enseguida de mis padres, claro después de pagar la cuenta y todo eso. Nos fuimos rumbo a la casa de Víctor Manuel y sobraba decir que todo el camino transcurrió en un perfecto e incómodo silencio. Llegando a la casa de Víctor Manuel, hicimos algunas cosas y ya que estábamos acostados en su cama, relajados y tranquilos, le dije entonces a él lo que yo pensaba, de este encuentro tan desafortunado con mis padres.–Víctor Manuel, no te preocupes por mis padres. Ellos tendrán que aceptar lo nuestro tarde o temprano – le dije yo con mucha seguridad.–Caro no me digas eso, lo que me preocupa mucho es la forma en la que se fueron, no dejaron que se les dijera más nada. Ahora entiendo lo que decías en México todo es muy distinto.–Lo es, pero no por eso todo es malo. La verdad es que, ellos si me educaron bajo estrictas normas de conducta, pero fui yo quien nunca quise seguirlas, es la verdad. Ellos qui
Narra Víctor ManuelDespués de que los padres de Carolina me dieran esa anhelada oportunidad, yo no podía dejarme de sentir feliz ante eso, así que terminando de almorzar con ellos, los fuimos a dejar a su hotel, ya que ellos querían hacer un tour y habían quedado de verse con unos amigos aquí en Madrid, por lo que Caro y yo quedamos de verlos más tarde ese día ya que ellos se desocuparan. En tanto nosotros volvimos al estudio para seguir ocupándonos de nuestros pendientes.Teníamos que hacer una sesión de fotos de unas modelos para una revista, así que nos pusimos a montar todo en el estudio y también Sebastián ya estaba ahí, en posición y listo para ayudarnos, sólo faltaban algunas modelos en llegar, pero tan pronto lo hicieron supe enseguida que iban a haber problemas, cuando una de ellas se acercó a hablarme.–Hola Víctor Manuel, cuando recién te ví, pensé que estaban pasando dos cosas, o no me viste o no te interesa verme – me dijo Emilia, saludándo
Narra CarolinaCuando íbamos de camino a buscar a mis padres, Sebastián, Víctor Manuel y yo estábamos hundidos en un silencio incómodo. Yo por mi parte no tenía ni ganas, ni intención de hablar por lo que acababa de ocurrir entre Víctor Manuel y yo en el estudio hacía un rato. Sebastián de pronto, al presentir la tensión en el ambiente comenzó a hacer plática.– Chicos, parece que vamos a un velorio, ¿Tan mal les ha ido con los padres de Carolina? – Divertido cuestionó Sebastián – Me muero de ganas de verlos y de saludarlos.–No, aunque al principio no nos fue muy bien con ellos, ahora parece que todo está en un ambiente mucho más relajado y espero que así continué – Afirmó Víctor Manuel, mirándome de reojo – Fue difícil para ellos, el hecho de que Carolina y yo vivamos juntos.–Sí, es que eso allá en México no se usa. Si mis padres que son más liberales no les parecería menos a los padres de Carolina, están más chapados a la antigua – Sentenció Sebastián reconocie
Narra CarolinaSebastián y yo entramos a dónde nos esperaban mis padres, ya instalados en el restaurante y degustando de una buena botana y por supuesto de un buen vino. Tan pronto me vieron aparecer con Sebastián, ellos se levantaron de sus lugares para abrazarnos a ambos y después nos invitaron a sentarnos. Mi papá tomó la botella de vino y nos sirvió vino a ambos a Sebastián y a mí, para que disfrutáramos de la botana con ellos. Ya que todos estábamos cómodos, mi madre inició la conversación.–Nos da mucho gusto verte Sebastián, ¿Cómo has estado? – Emocionada cuestionó mi madre – Espero que te esté yendo de lo mejor.–He estado muy bien señora Itziar, la verdad es que éste tiempo en Madrid me ha sentado de maravilla, imagínese que ya hasta voy a ser papá, tengo también un trabajo aquí y he sentado cabeza al estar con una sola chica – Sentenció Sebastián haciendo sonreír a mi madre – Ustedes por lo que veo, están de lo mejor y me da mucho gusto que vinieran a Ma