Mi suegra estaba loca, pero era una locura contagiosa, nuestra boda por la iglesia no era en un club, Ceci solo le dijo que quería algo hogareño, con poca gente. Y mi suegra entendió, lujo, doscientas personas, en lo único que atinó y fue que la reunión se llevaría en Coveñas, al frente de la casa de vacaciones de su padre, era como si don Octavio estuviera presente, la ceremonia, la cual sería a las cinco de la tarde.Los organizadores habían dejado todo de maravilla y el sábado era el apoteósico evento. Mañana llegaban nuestros amigos, quienes tenían reservación en unas casas alquiladas por el fin de semana. Otros estarán en unas cabañas cerca de aquí. Lo cierto fue que doña Olga había contratado a organizadores de Bogotá, logrando dejar el lugar de la ceremonia y la recepción al estilo boda de revista.No hubo palabras de Cecilia que la hicieran entender. ¡No!, ella insistía en que ese era el deseo de su padre, y para dejar el tema cerrado, le mostró una de las cartas donde él le p
Llegamos a la casa que habíamos alquilado, bueno mi madre la alquiló con capacidad para tenernos a todos: Los abuelos, mi familia, la de Betty. Ella quería a todos sus hijos. Mayo viajó en la mañana, primero que nosotros para tener todo arreglado. Después de la muerte de Chila, ella ahora era la consentida de nuestra familia. Mi mamá contrató a unas señoras del pueblo para ayudarle. Mayito solo era para coordinar las comidas.Todos nos felicitaron por nuestro bebé, el cual se llamará Rayan, que significa favorecido por Dios y sí que lo era. Rayan Miller. —Megan dijo que parecía nombre artístico—. Desde la salida del consultorio su padre no dejaba de poner la mano en mi vientre, él no lo había dicho, pero sé que en el fondo le hubiera gustado ser amado por su padre. Sin duda ese señor fue quien se perdió de compartir con un gran hijo.Megan se quedó con Sofía en una cabaña para dos, Lucían se quedó con la familia de su esposa en otra cabaña familiar más pequeña. Lucas en la casa donde
Mamá lo había conseguido, había realizado una boda de revista con el atardecer a nuestro lado, la brisa salina jugando con el vestido. El haber caminado descalza de la mano de mi hermano mayor hasta llegar al altar donde el sacerdote y mi esposo esperaban. Con nuestras familias y amigos que también eran familia de corazón acompañándonos, no tenía precio.Yo quería algo sencillo, pero mis padres querían una celebración por lo alto. Y en el fondo de mi alma también lo deseaba. Lucas se veía precioso; después de nuestro pasado, el cual aprendimos a trancazos las cosas importantes, comprendí que nadie era perfecto, somos humanos, lo importante era aprender y cambiar, porque yo no era perfecta.El padre continuaba hablando mientras me sumergía en el valle de mis recuerdos, mientras me proyectaba en el horizonte de mi futuro, sin duda alguna me deleitaba con la vista de mi esposo, él era el presente, iniciábamos un proyecto de cosechar lo que espero recoger más adelante.No sé cómo tome la
Almorzamos sancocho trifásico. El kiosco desde la madrugada parecía un albergue, colchonetas por todos lados, ahí durmieron los que quisieron. Los pocillos de café iban y venían de un lado al otro. Recordé las palabras de mi cuñado Dylan fueron muy conmovedoras. —Abuelo, quiero desearle muchos años más de vida. De corazón, lo deseo, usted es mi imagen a seguir, a ser un hombre de bien. Su filosofía de vida sobre lo que un verdadero hombre debe hacer, ha quedado enraizado en mis parámetros de existencia. » En lo particular le agradezco por el afecto brindado, por abrirme las puertas después de ese evento catastrófico de mi vida, sabe a qué acontecimientos me refiero. —A Dylan se le quebró la voz. » Solo recuerdo que me dijo que ahí estaría usted. Muchas personas me han preguntado a quién admiro, y sin duda siempre he respondido a mi abuelo, una persona que da amor, logrando despertar el respeto en personas por su rectitud, por ser un hombre de una sola palabra, por aceptarme ser su
No me sentía bien, Dylan había estado saliendo y entrando a la casa, se despertó muy temprano, tenía algo que hacer con el abuelo y Rafa, se fue en su caballo. Regresó, desayunó conmigo, luego se encerró con la estúpida modelo esa. Menos mal ya le falta un mes pa’ que se largue, todo lo relacionado con su segunda gira iba muy bien.Hadassa, mi princesa, era lo más bello de la vida, cada vez más hermosa. Me senté en la cama; Rayan viene muy grande, él solito tenía un arroz con mango en el vientre, eran las once de la mañana, si no se me pasa la maluquera iría a buscar a mi Monito.Pao ya estaba entrando a su quinto mes de embarazo, era un niño, estabamos felices. Después de Navidad no han vuelto, decidieron que el niño naciera en Estados Unidos. Los que sí cambiaron de opinión fueron los Jones; a Lucas solo le faltaba un año para terminar la universidad, Cecilia se graduó, enviaron fotos desde Londres, fueron sus dos hermanos, su madre, además de su esposo. Hace una semana nos llamaron
Ingresamos a la casa, de una nos fuimos a la habitación, todos andábamos en pro a mi bebé. Hadassa alzó los brazos para que la cargara, parece una loquita gateando por todos lados. A las escaleras me tocó ponerle hace unos meses rejas, así ella no se pone a bajarlas y subirlas, aunque el ejercicio no le haría daño, pero nos da miedo que baje rodando.—Mira a tu hermanito mi amor, ¿vas a amarlo y cuidarlo?Afirmó. Apenas estaba empezando a hablar, ni camina aún y ya tenemos al segundo.—La cesárea me duele, Dylan.—Ya le digo a Rafa. —La vi reír—. ¡Rafa! —Mi suegro desde la planta baja me miró —. Cata dice que le duele la cesárea.—Es normal, pero ya la miro.Salimos del cuarto mientras Rafael la revisaba. Mientras con Hadassa fui en busca de Rigoberto.—Hola, patrón. Felicidades por el nuevo bebé. —Gracias, hombre. ¿Cómo te terminó de ir ayer con la vieja esa?—Se fue muy seria, lo único que dijo fue que nunca había visto a un hombre tan enamorado de una mujer tan insípida.—No quier
La gira fue agotadora, literal nos veíamos más delgados, ojerosos y cansados. No vuelvo a hacer una vaina de estas. En tres días era el trasplante de médula de mi Bodoque.—Deja las ansias. —comentó Megan.—Tú no las tienes porque Sofía te visitó en algunos países, desde que salimos de Montería, yo no he visto a mi mujer e hijos, solo por videollamada.—Te la valgo. Dylan no hemos hablado de la estúpida esa de Anastasia, no fue a la audiencia y eso que Sofí se ha reunido con el abogado de mi tío, no se presentó ni a la de Montería ni a la de Nueva York, no me gusta eso.—Eso me tiene con un sinsabor.Confesé. En los conciertos de Estados Unidos me vi con mis amigos; Lucas y Lucían. Y Anastasia evadía el segundo llamado de Montería y el primero de Nueva York. En sí, no ha asistido a las tres audiencias.—Sabe que tiene las de perder. No tiene nada contra ti y todo está documentado, hasta Matt tiene el audio grabado cuando la despedía, ahí muy clarito dice; jamás pasó nada contigo, pero
—Me parece bien, ¿me prestas el despacho para redactar la carta y mandársela a Matt?—Claro que sí.—Megan convoca una exclusiva con la mediocre de la periodista que ni se tomó el trabajo de investigar a fondo, Dylan en cuatro días le dará la exclusiva. Pero que sea con muchos medios de comunicación. Conozco a mi Monito, ahora que salga de este golpe los callará como solo él sabe. Cuando él quiere ser mierda lo es.—Catica…—Papá, no puedo dejar a Dylan solo, si el trasplante de médula se puede hacer mañana y al día siguiente viajar hazlo, pero si no, a nuestro regreso me quedo en la clínica, pero debo estar a su lado, no por ser su mujer. Es porque él es mi mejor amigo.—Pediré unos días Cata, me voy contigo —Comentó Ricky—. Lucían y Lucas también estarán.Dylan salió de su estado de letardo en la tarde. Verlo bajar las escaleras y llegar a la sala a tomar el café con pan me reconfortó, luego me abrazó, Hadassa caminó en su dirección, la tomó en brazos, yo alimentaba al comelón de Ra