Llegué a Nueva York, fui recibido un cabello de zorrillo, Megan tenía el cabello negro a los lados y una franja de cabello blanco en el centro.—Me regreso contigo a Montería, me sugeriste que debía de tener mi cabello convencional, esto es lo más normal que puedo llevar.Solté una gran carcajada, la abracé y negando nos encaminamos al parqueadero cuando choqué con una mujer, al verla nos reconocimos.—¿Danna? —Sus ojos se iluminaron.—¡Dylan!, ¡qué alegría verte! —Yo no diría lo mismo. —comentó Megan.—Lo siento. —bajó la mirada, pero siguió hablando—. Te sigo en todas tus redes, soy fan tuyo. He estado tentada de escribirte por tu red social muchas veces para poder hablar, pero me contengo.—¿De qué quieres hablar, Danna?—Para empezar, pedirte perdón, quería pedirte el contacto de Catalina y poder pedirle perdón también a ella.—¿Por qué será que no te creo tanto?Me reí del comentario de Megan, al mirarla ella continuó hablando, si Cata era directa, mi representante llegaba con m
—No entiendo. —comentó Danna.—Te contaré, mi Bodoque a los doce años se le descubrió una enfermedad nueva, fue bautizada como la Enfermedad Páez y Rafael Robinson es el médico líder de la investigación, desde entonces vivimos en una prueba y error. Lo único seguro hasta el momento es que dicha enfermedad se basa en la acumulación absurda de sangre en el estómago porque crea una bolsa adicional.» Y lo único que la hace expulsar dicho contenido son las emociones. Desde que me enteré, me he encargado bajo el conocimiento de la familia de ella y Rafael, hacerla botar esa sangre, por eso te use en nuestro tiempo de colegio.» Me excuso por ello. Me acerqué a ti, con la intención de darle celos. En resumen, te agradezco lo que sin querer tú potencializaste el día de la excursión, tú me grabaste y al publicar el video, desmoralizó a Catalina y pudo expulsar toda su sangre.» Por eso pudieran operarla, aunque eso causó nuestra separación, más no el que dejara de ser mi novia, para mí, Catal
Nos quedamos callados, sin hablar, aunque nos habíamos despedido. No quiero estar en el pellejo de Ricky.—Lucas, no dejes ir a Cecilia. —El corazón me dio un brinco.—Le escribí y le pedí que me dijera si quería mantener comunicación.—Síguele escribiendo, demostrándole tu amor, deja evidencia que le dedicas tiempo.—No te entiendo.—A lo antiguo, mándale cartas, tarjetas, detalles sencillos, hazle entrever lo mucho que la piensas. Como si te encontraban en un centro comercial y ves algo, por eso se lo compraste, luego se lo envías porque te acordaste de ella.—Como me dijo la abuela, a lo antiguo.—¡Exacto! A nosotras nos gusta que demuestren cuán importante somos.—Gracias. Te quiero Betty y perdóname.—Ya lo hice, ¿vendrás al grado de Cata?—Ese tiquete está comprado desde hace tiempo, te veré barrigona.—Dios quiera.A los días de haber hablado con Betty le hice caso, por eso le escribí una carta y se la envié hoy, también le envié a Betty una colección de agendas de las princesa
Alicia se veía emocionada escuchando la historia que en estos veinticuatro años ha estado oculta ante nosotros.—Sí, nos conocemos desde que nacimos, éramos vecinos, nunca tuve otra novia que no fuera tu madre y en la preparatoria la engañé, terminamos, ella se fue a Canadá. No la volví a ver hasta pasado cinco años, yo era ingeniero y ella relacionista pública, la compañía donde trabajaba la contrató y cuando instalaba su oficina nos presentaron.» Yo era el jefe del área de tecnología… La vi más hermosa que nunca, el problema fue que ella ahora estaba comprometida y me la puso bastante difícil.—¿Volviste a conquistarla? —Alicia sonreía. Ellos se quedaron callados.—Tu padre no pudo decir ni una sola palabra, solo se limitaba a mirarme, lo veía escribir y eso me dio curiosidad. Si algo sé de Richard es que jamás podrá mentirme porque conozco su expresión corporal, no en vano fueron tantos años de ser amigos y luego novios. Le daba rabia al ver a mi novio, quien a diario venía a busc
Me llamaron del jardín de Cadie, la profesora necesitaba hablar conmigo y con la psicóloga para mirar el comportamiento de la niña. La cual no ha sido lo mejor. Mi sonriente hija no ha vuelto a ser la misma.Todos en casa estaban arrepentidos por aconsejarme y por lo que hice. Menos Rafael y Dylan. Rafa me llamó, mientras estuve en Estados Unidos, para decirme que pensara con cabeza fría. Y Dylan dijo que en el tema de Cadie debería de hablarlo con Ricky.No hice caso. Me convencí de que era por dignidad… —apagué el auto en el parqueadero del colegio de mi niña. Fui recibida por la profesora.—¿Le pasó algo a Cadie?—Eso deseamos saber, mamita. La niña lleva más de dos meses siendo otra. —Nos miramos. Mi corazón se me alteró—. El protocolo de ante un cambio repentino de actitud de un niño lo tratamos con la psicóloga infantil.—Eso no se escucha bien.—Nosotros también nos preocupamos mamita. Cuando un niño cambia de modo tan repentino, como ocurrió con Cadie; quien pasó de ser una al
Cuando vi cómo estaba mi madre con sus pies hinchando, me vine de nuevo para la casa a cuidarla y mi monito lindo no se opuso. La señora María sí se quedó en La Arbolada. Gané el nombre, Dylan quería ponerle La Bodoque, ¡ni en sueños! Ni lo permita Dios. En últimas aceptó el nombre. En unos años nuestra finca estará llena de árboles por todos lados.Fui al cuarto de mamá, tomé las chanclas, bajé las escaleras en el momento que escuché el carro, Dylan acababa de llegar. Me acerqué al sillón donde esperaba mamá, los pies estaban porroquitos, parecían sapitos de lo hinchado—. Mami se ven muy gorditos.—Sí, me duelen Cata. Rafa no demora en llegar, va a poner el grito en el cielo. —comencé a hacerle masaje. Mi novio ingresó con un Lucas sonriente.—¡Tío! —Fue Cadie quien corrió de primero, Lucas la cargó girando con ella en brazos—. ¿Sabes si mi papi viene?Betty me miró, salía de la cocina con Mayo, preparando el postre de mañana, al escuchar que llegaba Lucas salió a saludar. La niña to
Saqué el discurso y con una sonrisa que no se me había quitado desde que vi a mi familia silbar emocionados.—Damas y caballeros, en esta ocasión y dado que lo tengo escrito, no escucharán mis solemnes expresiones.En ese momento mis compañeros soltaron las carcajadas, separé la vista del papel del discurso y los miré, no dije nada porque estábamos en un auditorio, por una vez me portaré sería.» Hoy es un día en el que conmemoramos nuestros logros personales, por eso hablaré de mi caso personal. Al final del discurso espero lograr mi deseo. El plantel docente me puso la tarea de realizar el discurso conmemorativo por lograr el título de licenciatura en danzas, lo cual agradezco y sé que no fue por el hecho de haber cursado cinco años en tres. Si no por el esfuerzo realizado para llegar a donde llegué.» Aquí donde me ven y quienes no me conocen, soy el resultado de esfuerzo, determinación y amor a la vida. Los compañeros de inicio de carrera conocieron a una mujer físicamente distint
El entrenamiento fue una mierda, me dolía todo el puto cuerpo, si me metí en esta mierda era con la intención de seguir volando y desde hace un par de meses solo era entrenamiento físico, esa información no fue dada el día de la inscripción, esto era para Lucían.Sonreí de mi propio pensamiento, habíamos pasado un mes en las montañas, congeladas en condiciones extremas. Cuando pregunté cuál era la intención de eso, la respuesta fue: si caes en territorio enemigo debes aprender a vivir de lo que te dé la naturaleza.¡Era una mierda!, pasé solo la mayor parte del tiempo y no sirvió para mi propósito. Quería olvidar y en la soledad lo único que puedes hacer era pensar. Todo el tiempo tuve a Betty en mi cabeza. En lo buena mentirosa era… pero fue tan convincente. En lo estúpido que volví a ser.Era cierto, ella no tenía nada conmigo, entonces, ¿qué le costaba decírmelo?, habíamos hablado mucho, eso era algo que debía de decirme, yo nunca he jugado con ella. Le grité que no quería verla nu