Alicia
—Encontrarnos en España, con Armando y escuchar conversaciones ajenas, resulta muy útil. —Sonrió, hablando para sí misma— Quién iba a decir que Armando buscaría ayuda de mi querido, Carlos —Carcajeó.
La mujer, pensó que todo había resultado tan bien. Se sentía tan feliz de buscar después a Fernando.
—No cabe duda que escarbar en el pasado nos puede llevar a obtener grandes recompensas. Estoy segura que no resistirá saberla en brazos de quien considera su hermano y esta aventurilla pasará a ser fugaz, y yo podré estar pendiente de él, atenta para poder meterme entre sus sábanas. —Dio un respiro profundo.
—No estaría mal tener a ambos. Debo confesar que el viejo es muy bueno en la cama y me da gustos en todo lo que quiero. Es un hombre con carácter, atrayente… pero viejo. En cambio, Fernando es un macho joven, guapo, atractivo, varonil, caballeroso, gentil. Lo q
Se vienen momentos de tensión, espero que #FerIssa logre resistir todo lo que está por venir, que el amor sea más fuerte que todas esas personas que los tienen en la mira. Te invito a dejar una reseña, esperando tu apoyo. Te saludo con todo cariño.
Clarissa abrió sus párpados, mirándola reflejándose en aquellos ojos color esmeralda idénticos a los suyos. —Intentémoslo, pero no sé hasta dónde te podré ver como mi mamá, porque no lo has sido en todos estos años —explicó con tristeza. —Comencemos por conocernos— Perla sugirió— me esforzaré mucho por generar lazos estrechos —indicó, mientras se acercó para abrazarla. —Haré mi mejor esfuerzo —pronunció con tranquilidad. Momentos después que todos ingresaron sintieron que aquel tenso ambiente se había relajado, entonces comenzaron a contar anécdotas haciendo que aquella velada valiera la pena. ***** Días después. Clarissa se dirigía a la casa hogar, luego de haber asistido a una reunión con su abogado, se encontraba preocupada después de enterarse que no lo localizaban por ningún lugar. Ni a él ni a
“Y nos dijimos adiós, pero yo sin saberlo, me llevaba más de ti, me llevaba tu amor conmigo y todo tú ser”…MRQR. *** Mientras se encontraba en su oficina, Fernando no podía sacar de la cabeza aquellas palabras de su papá, por lo que decidió llamar a la agencia en donde llevaron su caso para intentar averiguar algunas dudas que tenía. Pasó las manos sobre su cabeza, lleno de desesperación, luego de hablar con la persona que investigó el accidente. —Tengo que ir a España —mencionó dudando de las respuestas que le dieron ante sus inquietudes. Momentos después, la secretaria de Fer, anunció a Hugo, deseando hablar con él. Fernando frunció el ceño, extrañado. De inmediato lo hizo pasar. —Disculpa que te moleste, pero necesito hablar contigo —Hugo indicó. —Claro. Toma asi
En horas de la mañana. Al despertar Clarissa, descubrió la cama vacía. Su mirada se llenó de lágrimas al saber que se había ido, entonces tomó su móvil y le marcó, pero él no respondió. —No, no, amor no me dejes. —Sollozó con desespero, abrazando una almohada. ○○○○○○○○ Houston, Texas. Seis semanas después. La mirada sin aquel brillo en los ojos de Clarissa, enmarcaban la gran tristeza que su corazón gritaba. Desde la última vez que habló con Fernando, no volvió a saber nada. Tuvo que entregar su móvil al agente que llevaba su averiguación, además que él cambió el suyo para evitarse la tentación de buscarla y ponerla en riesgo. Mientras estaba ahí se acercó a Perla para aprender a preparar algunos postres, además que su mamá la llevó a varios centros comerciales a comprarle todo lo que le
A la mañana siguiente. El sonido al tocar la puerta, hizo que Clarissa despertara, miró su reloj indicando las 9: 00 am. Frotó sus ojos intentando quitar la pesadez que sentía. —Un momento por favor —solicito colándose de pie para ir por su bata de dormir y colocársela, además de correr a asearse. Minutos después abrió la puerta. —Buenos días —Perla se acercó y la abrazó—, supuse que te habías quedado dormida, no quise molestarte, es solo que estoy con la incertidumbre sobre aquellas pruebas de embarazo y vine para que te las realizaras —comentó con nerviosismo. —Anoche las hice— Observó a su mamá con la mirada cristalina. — ¿Y? —cuestionó con zozobra. —Todas salieron positivas. —Liberó un par de lágrimas—. Estoy embarazada —sollozó, tocando su vientre. Perla se acercó hacia ella y la estrechó, tranquila, la llega
Clarissa se encontraba en compañía de su familia colocando el hermoso pino, que Anthony y sus hijos compraron. La joven lucía un lindo overol de mezclilla de maternidad, sintiéndose cómoda para ayudar a sacar con tranquilidad, las delicadas esferas de cristal, que su mamá coleccionaba. —Nunca había tenido en mis manos adornos tan elegantes —expresó con nostalgia, extrañando los momentos en los que ayudaba a decorar el lugar en compañía de las monjitas, con las que vivió—. Me hubiera gustado poder colocar un árbol de navidad en la casa hogar, con mis niñas y también con Fernando y con mi tío. —Suspiró con nostalgia—. Hace mucho no sé de ellos. Perla y Anthony se miraron sonriendo en complicidad. —Estamos seguros que más pronto de lo que imaginas podrás estar con ellos. —Su madre presionó sus labios. —¿Deseas escuchar un poco de música? —Ricky indagó, caminando con lentitud, apoyado de un bastó
Luego de salir del hermoso lugar en donde residía la familia de la joven, Fernando se dirigió a su auto y le abrió la puerta como el caballero que era, le ayudó a subirse. Condujo hasta llegar al hotel. Durante el camino tomó un par de veces el dorso la mano de su chica y lo besó. Después de que aparcó el auto y descendieron ella se dejó guiar por él, tomando el ascensor, en donde no se resistió y la acercó. —Te amo, te necesito tanto. —La besó de forma apasionada. —Y yo a ti —Clarissa correspondió, sin dudarlo un segundo, ancló sus brazos al cuello de él. Hasta que las puertas del elevedor se abrieron y fueron descubiertos por uno vacacionistas, quienes sonrieron al ver su demostración de afecto. Ambos se sonrojaron y siguieron su camino, hasta llegar a la habitación. —Pasa —expresó con suavidad. Fernando se quedó observánd
Después de pasar dos semanas en compañía de la familia de Clarissa, regresaron a la ciudad de Querétaro. El vuelo fue de lo más divertido, escuchando a Lucy quejarse por temor. Fernando llevó a su tío y a Lucy a su respectiva casa. Luego se dirigió con Clarissa a su departamento, sintiendo gran emoción de volver a estar juntos en su hogar. Al llegar al apartamento la chica observó a detalle cada lugar del espacio que compartían. Sonrió con emoción, al sentirse en casa —Extrañé tanto tu piso. —Suspiró profundo. —No era lo mismo sin ti. —Acarició su mejilla. Fer tomó de la mano a su chica, recorriendo cada rincón como si fuese la primera vez que ingresaban al apartamento. —Me siento tan dichoso— Ambos tomaron asiento en la sala. Permitiendo que la luz de la luna ambientara el interior. Clarissa dio una mirada hacia el ventanal
Fernando y Hugo esperaban a Clarissa, charlando un poco, se les comenzó a hacer extraño que no bajara. Le llamaron en un par de ocasiones, pero no respondía. Así que decidieron subir al departamento, para buscarla, ingresaron al ascensor, extrañados de que no llegara. Al salir del elevador escucharon gritos, de inmediato Hugo y Fernando corrieron en dirección de este… Todo lo que vieron fue en cámara lenta: Alicia soltándole golpes a Clarissa, intentando llevarla hacia las escaleras de servicio. Fernando logró darse cuenta que no faltaba mucho para que lo hiciera. Un fuerte escalofrío lo recorrió al ver en peligro a Clarissa, notó como su mujer trataba de proteger su vientre, sin importa que Alicia la golpeara por otras partes del cuerpo. Escuchó como se quejó aquella mujer cuando su chica, la mordió —Estúpida esta mordida te va a costar muy caro. —Le proporcionó un par de bofetadas, de las que Clarissa no p