Una calidez excesivamente agradable, la despertó. Algo no la dejaba moverse con libertad. Miró hacia abajo y descubrió un brazo, que se movió levemente acariciando la parte baja de su espalda. El delicioso hormigueo que sintió agudizó sus sentidos. Primero, notó una débil respiración sobre su cabeza, después, el latido de un corazón, y por último, la presencia de alguien a su vera.
El recepcionista no quiso darle el número de la habitación de Ángela. Si hubiera sido una mujer, hubiera podido camelársela, reflexionó con frustración.Buscó a los demás pensando que tal vez Ángela ya estaría con ellos. Ya eran más de las diez de la mañana y estarían esquiando en alguna de las pistas que aún no habían probado. Le costó un poco encontrarlos, pero cuando los localizó, no hubo ni rastro de Ángela.
No soportaba el semblante tranquilo de ese hombre. Si tanto quería ver a su hermana, ¿por qué no lo parecía?-No voy a permitir que se acerque a mi hermana –gritó subiendo las escaleras-. Gaby, respeta las decisiones de Ángela y no te vayas
Después de ese conmovedor abrazo, Gabriela fue la primera en hablar. Ángela esperaba un bombardeo de preguntas relacionadas con su embarazo, pero no. Sus hermanas la interrogaron sobre su viaje a Irlanda.Sin embargo, cuando ya llevaban un buen rato charlando, Gabriela sacó un tema que ni siquiera había pasado por su cabeza.-Angy... no quiero ser indiscreta, pero c
Felipe reconocía que estaba molesto con Ángela por haber desaparecido durante casi un mes, pero al mismo tiempo quería abrazarla y no soltarla nunca más. Se negó a profundizar más en aquel sentimiento y se centró en lo enfadado que estaba.Dijo lo primero que le pasó por la cabeza, algo que lo había estado corroyendo por dentro desde que Ángela desapareciera. Se arrepintió inmediatamente después, cuando vio a su dama reaccionar tan intempestivamente. Le hubiera gustado borrar ese impulsivo comentario y empezar una conv
-No... no hace falta –rechazó Ángela con una sonrisa algo forzada.-Pero...-Regresaré en taxi, no me pasará nada.-Está bien, pero te acompa&n
¡Cómo le hubiera gustado asegurarse que Ángela estaba bien!Más agotado que de costumbre se dejó caer en la silla de su despacho. Apenas llevaba unos minutos allí cuando su madre irrumpió en la estancia hecha un basilisco. En pocas ocasiones la había visto así.-¿Qué demonios estás haciendo, Felipe? ¿Por
Felipe no prestó atención a la película. Toda su atención estuvo puesta en la mujer que tenía al lado. Le encantaba cuando ensanchaba la sonrisa, cuando lo cogía del brazo con fuerza o cuando entreabría la boca. Estaba completamente absorta en la película. Varias veces le hubiera encantado abrazarla y besarla hasta quitarle el aliento.Cuando la película terminó, no aguantó más y la atrajo hacia él. Acercó la boca a su pequeña oreja y susurró:
A Felipe no le gustó que Ángela se comportara de esa manera. Ya hablaría con ella después, pero mientras tanto aprovecharía esa ventaja.-Creo que podríamos organizar una boda en dos semanas –respondió abrazándola por detrás, besándole la mejilla y apoyando el mentón sobre su cabeza.-Ángela... -escuch&oa