Hoy Rhoid me citó en un parque para que siguiéramos con nuestra plática.
Ví la hora en el reloj, ¡mierda!, voy media hora tarde, eso me pasa por andar hablando por el grupo de W******p con las chicas, se me pasó el tiempo y ni siquiera me he bañado.
Busqué mi celular para marcarle, pero recordé que se me había olvidado pedirle su número, así que no me quedó de otras más que decirle a Sivone que me hiciera el favor de avisarle que llegaría un poco tarde.
Me metí a bañar e hice esa acción lo más rápido que pude, al salir del baño me vestí con lo primero que ví y salí de mi casa para ir casi corriendo al parque.
Casi que literalmente me fui corriendo.
Cuando llegue él ya estaba esperándome en una banca muy sonriente, me senté junto a él y suspiré del cansancio.
—Disculpa por haber llegado a la hora acordada, estaba hablando con las chicas por el grupo y sinceramente se me pasó el tiempo —dije con la voz agitada mientras trataba de calmarme.
—No te preocupes —dice con mucha tranquilidad.
—Esta bien —sonreí un poco nerviosa.
Y aquí están los nervios de nuevo, no puede ser, ¿qué rayos me pasa?.
Él me sonrió de nuevo y comenzamos a hablar de nuestro día, de como había conocido a Sivone y lo fuerte que es su amistad, según me cuenta se conocieron por un foro de jugadores de LOL (Leag of Legends) o algo así, la verdad me parece muy tierno que tengan tanto tiempo de haberse conocido y ser amigos, yo la única amistad fuerte que he tenido es con mi hermano y hay veces que nos queremos matar mutuamente.
Sabían que hay personas que aman el tema de los signos del zodiaco y todo lo que abarca, ¿si?, bueno, luego de esas personas estoy yo, que no solo amo el tema, sino que tengo cierta obsesión con ellos, desde hace un año comencé a saber más sobre ellos y quedé atrapada.
Así que después de un largo rato plática decido armarme de valor para preguntar lo que tanto quiero saber.
—¿Qué signo eres? —pregunto directa.
Él se ve un poco desconcertado pero me vuelve a sonreír— soy Géminis, ¿y tú?
Ah caray, esa no me la esperaba, según dicen, los Géminis son los peores, pero nunca he tratado con uno, bueno sí, sí lo he hecho, mi mejor amigo es Géminis y no es para nada malo, todo lo contrario, es muy manipulable a decir verdad y aquí entre nos a veces me aburre.
Él sigue esperando mi respuesta.
—Soy Escorpio —digo con simpleza y sonrío orgullosa.
—Vaya, vaya.
—¿Qué? —levanto una ceja y me cruzo de brazos.
—Creo mi vida siempre estará llena de ustedes —dice con gracia y a mí solo me confunden sus palabras.
—¿Ok? —me encojo de hombros.
—No te lo tomes a mal —acaricia mi mejilla con suavidad.
Volteo los ojos y le sonrío con la boca cerrada, él quita su mano de mi mejilla y la coloca en una de sus piernas.
Seguimos hablando hasta que se hizo bien tarde, él al ver la hora dijo que se tenía que ir a su casa, pero esta vez me dió un beso en la mejilla antes de irse. Cuando me besó sentí mi cara arder pero lo disimule lo más que pude no quería que notara que causa cosas en mi pobre ser.
Voy a casa a paso lento, mi cara aún está ardiendo y no quiero que el estúpido de Álex me vea así y luego se burle. Llegue y como siempre todo está apagado, mis padres siempre trabajan y por eso no dejamos las luces encendidas innecesariamente.
Voy a mi habitación y me estiro un poco, me tiro en mi cama y veo mi celular, tengo un mensaje de Yeimy.
*Chat de W******p*
Yeimy✨:
Hola nena, ¿cómo estás?, ¿podemos vernos?
Yo:
Claro, ¿quieres venir a mi casa?
Yeimy✨:
En un rato estoy allá.
Yo:
Dale, aquí te espero.
Ella vió el mensaje y no me respondió más.
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Yei y yo estamos en mi habitación, yo estoy acostada entre sus piernas y ella en mis almohadas, llevamos rato hablando de Sivone y de la nada surgió el tema de Rhoid.
—Además, ese chico Rhoid es muy agradable, me cae bien —se encoje de hombros.
—Normal —digo indiferente como si no me importara.
—Vamos Alaia, no todo aquel ser humano que respire te puede caer mal —me reprocha.
—No me cae mal Yei —suspiré— me cae bien —admití con simpleza— es una buena persona y muy interesante.
—Así parece —dice con notable molestia en su voz.
Le reste importancia a su tono de voz, ella fue la que insistió y yo fui honesta, sé que no le gusta cuando hablo de otros chicos u otras chicas, es muy celosa respecto al tema.
Mi relación con Yeimy se dió de forma muy repentina un día noté como me comenzó a gustar pero no sabía cómo llegarle, así que de a poco le fui lanzando indirectas que la muy lenta no captaba, así que un día tome el valor y se lo dije, ella no lo podía creer, me dijo que si estaba loca o tenía algún retraso mental, obviamente le dije que hablaba en serio, al día siguiente fue que lo aceptó y me preguntó si quería estar con ella, en seguida le respondí que si y ya llevamos un mes como pareja. A decir verdad Yeimy me gusta mucho, pero desde que ví a Rhoid mis sentimientos han estado en duda.
Aún recuerdo cuando "salí del clóset" con mi mamá, tenía exactamente trece años, me había enamorado de mi mejor amiga de esa época, mi mamá no lo quiso aceptar me dijo que era una etapa que se me iba a pasar, que solo estaba confundida y había distorsionado las cosas.
Pero yo estaba muy segura de que así era y que no era una simple etapa, hasta el día de hoy me siguen gustando las chicas igual que los chicos. Y tal vez sí o tal vez no, debería darle las gracias a mi prima, ella fue la que me hizo darme cuenta que ser heterosexual nunca fue una opción.
Ya es más de media noche, Yeimy se fue a su casa y mis papás habían llegado hace cinco minutos, veo memes un rato en F******k y de repente me llega un mensaje, es Rhoid, lo abro cinco minutos después para no verme tan desesperada.
*Chat de W******p*
(Número X)
Hola, soy Rhoid, este es mi número.
Ví el mensaje y le respondí que ya lo había agregado a mis contactos, le dí las buenas noches y me fui a dormir.
Tal vez me diga para vernos de nuevo y a decir verdad ansío mucho que así sea, no sé qué tiene su simple presencia, pero me encanta y una parte de mí aún no lo acepta.
Me siento fatal, hoy es de esos días que mi depresión, mi ansiedad y mi baja autoestima me la están jugando muy mal, llevo todo el día llorando y sintiendo pena por mí misma. Estoy del asco y siento que todo lo que hago es un fracaso. Este mes ha sido el peor de todos, recordar que perdí esos premios tan importantes en las comunidad de escritores y haber recibido esa m*****a llamada que terminó de joder la poca estabilidad emocional que alguna vez tuve. Estoy acostada en mi cama mientras veo I*******m con mi celular, lo dejo de lado porque la vista se me cansó un poco. El celular comienza a sonar, pero no logré atender a la primera, volvió a sonar y esta vez sí pude tomar la llamada. —¿Quién habla? —ni siquiera ví el nombre de la persona. —Aly... —¿Betty? —pregunté confundida, hace mucho tiempo que no hablam
Dicen que al mal tiempo buena cara, pues me rio de quien haya dicho eso, hoy ha sido un día de perros, hasta sonreír es una acción pesada y no lo haré ni porque me fuercen. —Vamos Alaia, solo es una pequeña sonrisa —sigue insistiendo Sivone. —Ya dije que no —me crucé de brazos. Rhoid está sentado al otro lado de mi habitación, me mira con su ceño fruncido y está cruzado de brazos al igual que yo, excepto que yo parezco una niña malcriada y él un verdugo que me cortará con sus palabras. Que sexy. No pude evitar sonreír por lo que pensé y me dí un golpe mental al darme cuenta de lo que había hecho. Mi drama se había ido a la b****a. Sivone pego un grito de felicidad y empezó a sacudirme varias veces— ¿ves?, sonreíste —dice como si fuera la octava maravilla del mundo. —Igual sigo enojada —dije se
Me paro en frente del espejo, mi aspecto es un asco, tengo las ojeras marcadas y el cabello vuelto un desastre, no dormí casi nada en toda la noche, no dejé de pensar en Rhoid y lo que había sucedido ayer. Tal vez sea algo tonto, pero para mí no es así, él causa ciertas cosas en mí que no puedo entender con exactitud. Estuve pensando muy bien las cosas y no quiero dejar a Yeimy, no puedo hacerle daño con alguien que apenas acabo de conocer. Además ella me gusta mucho y me hace sentir bien, cada que me siento mal me da ánimos y siempre sabe cómo sacarme una sonrisa con sus ocurriencias. La puerta de mi cuarto se abre y Lucy aparece por ella. —No esperaba verte —digo sin dejar de ver mi reflejo en el espejo. —Yo estoy muy bien, gracias por preguntar, me encanta tu interés hacia mí —me dice sarcástica— te ves horrible, ¿qué pasó? —se sienta en mi cama y me mira en busca de una respuesta.
Aquí estoy, de nuevo, sin haberlo podido evitar; tuve que viajar varias horas en taxi para llegar aquí, estoy en la entrada, me decido si seguir mi camino hacia ellos o pedir un taxi nuevamente para devolverme a casa y dejar todo esto en el pasado como debería hacer. Nadie sabe que estoy aquí y eso es lo mejor, así nadie me podrá buscar y podré estar sola con ellos un rato, siento que lo necesito. Sin pensarlo más sigo mi trayecto por el cementerio, el lugar da una vista espeluznante, todo está muy solitario y siento un escalofrío recorrer mi piel, como si ellos supieran que estoy aquí y observaran cada uno de mis movimientos. No debes estar aquí y lo sabes, te hace daño. Ignoro esa vocesita fastidiosa que siempre me dice qué debo hacer y sigo con mi trayecto hasta que encuentro la tumba de Lorenzo, siempre la confundo y me cuesta llegar, caigo de rodillas sobre la tierra que cubre el cemento que sella su
Me muevo de aquí para allá en mi habitación, estoy algo desesperada, hace dos días que pasó lo del cementerio y por alguna razón he estado muy inquieta. No dejo de pensar en Maxi y en Rhoid, ambos me tienen con los sentimientos hecho un lío y la mente vuelta m****a, me vuelvo a sentar en mi cama y suspiro frustrada. —No te lo puedo prometer —dice él con la voz entrecortada. —Por favor... —le volví a suplicar, no quiero que se vaya.. Las lágrimas en sus ojos no se hicieron esperar y las mías tampoco, me abrazó con todas sus fuerzas. —Te voy a extrañar, mi niña —puedo sentir el dolor en cada una de sus palabras. Antes de separarse de mí me da un beso en mi frente, un beso que sé que es de despedida, sin más afloja su abrazo de mi cuerpo, entra de nuevo al edificio y me deja aquí sola, con el corazón roto y echa todo un mar de lágrim
Maxi estaciona frente a la casa, él baja primero y me abre la puerta del copiloto, no puedo evitar sonreír por su acción y me bajo con su ayuda, su camioneta es un poco alta y yo soy una chaparra que apenas mide 1.66. Veo la hora en mi reloj. 9:15 p.m. Es demasiado tarde, no entiendo qué hace Rhoid aquí, pensé que se había ido y más pensé eso porque estoy consciente que lo trate como si fuera una simple basurita. En un gesto posesivo Maxi me toma de la cintura y me acerca a él, juntos vamos caminando a la casa, Rhoid enseguida se levanta y ve a Maxi con cara de pocos amigos, el chico a mi lado también lo mira mal. Sí las miradas mataran ambos estarían tres metros bajo tierra. Siento una tensión muy grande en el ambiente, es tan palpable que podría cortarse muy fácilmente con unas tijeras, para calmar las cosas decido hablar con un tono de voz suave. &nb
Siento como una mano recorre mi cara con delicadeza, como si fuera la muñeca de porcelana más delicada que se debe cuidar con mucho esmero, tengo los ojos cerrados y por alguna razón no los puedo abrir, pero tampoco quiero hacerlo, no quiero dejar de sentir su toque que hace estremecer cada parte de mi cuerpo. —Mi Lunita... —oígo que susurran cerca de mi oído con adoración. Esa voz... Hace mucho no la oía y la extrañaba tanto. Despierto de golpe, paso mis manos por mi cara y cabello un tanto desesperada, hace mucho que no lo veía en mis sueños, desde que terminé con Estid y luego después de mi última recaída. Me vuelvo a acostar en mi cama, el corazón me late a cincuenta mil por horas, siento como si se me quisiera salir del pecho. No estoy respirando bien y siento que me voy a desmayar. Miro la hora en mi celular. 5:15 a.m.<
Hoy es de esos días que me siento muy feliz, ya limpie toda la casa e hice mis demás deberes sin colocar queja alguna. Mis papás no están por su trabajo y Álex tuvo que ir a estudiar con unos compañeros. Tengo la casa sola y eso es lo mejor para mí, busco mi control del estéreo y coloco música de Melanie Martínez a todo volumen. Amo su música, sus ritmos son llamativos y sus letras demasiado significativas, sinceramente todo lo que hace esa mujer es una obra de arte. Bailo mientras hago el almuerzo para Álex y para mí, en eso escucho que tocan el timbre y le bajo un poquito a la música, ví por el huequito de la puerta y es Rhoid. Vaya, no esperaba que viniera hoy, pensé que estaría con sus amigos celebrando su graduación. Abrí la puerta y él enseguida me abrazó. —Cuanta efusividad... —hablo un tanto perpleja, él casi nunca suele ser así conmigo, solo con Sivone— pensé que ese era mi estilo —m