Alexandre
—Señorita Heaven Duch, que hermosa casualidad encontrarla por aquí —dijo un hombre que no conocía, sin embargo, creía haberlo visto en alguna revista. Me molestó un poco imaginar que ya conocía a Heaven antes que yo y que, además, le hablaba de forma coqueta.—Señor Grey, qué lástima no poder decir lo mismo —fingió una sonrisa y me animé un poco por esa razón— Me pregunto que hace por aquí.—Usted siempre tan linda, señorita —dijo con sarcasmo. No me estaba gustando la manera en la que le estaba hablando.—Bueno, señor Grey si no le molesta tengo asuntos pendientes que resolver —tomó mi brazo sin timidez alguna.— ¿Con el señor Clarck? —enarcó una ceja, evidentemente molesto.—Vaya que sí —respondió y tomó mi mano. Casi me desmayo cuando lo hizo porque sentí un sentimiento inexplicable— Alexandre apresúrate, qué tenemos una noche de diversión pendiente.Me guiñó el ojo y se adelantó hasta entrar al ascensor y desaparecer de mi vista por completo, dejándome a solas con aquel hombre. Reí bajo al darme cuenta que dijo eso, para deshacerse de él.—¿Acaso usted está manteniendo algún tipo de romance con la señorita Duch? —se acercó a mí amenazante— Digo, ella no es una mujer que se acuesta con cualquier hombre que se le cruza por al frente.—¿Quién te ha dicho qué el sexo es la única diversión que pueden tener un hombre y una mujer juntos? —solté una gran risa. Menudo imbécil—Si bien es cierto que Heaven y yo nos estamos conociendo, no me gusta tratar de forma inadecuada a las mujeres porque se merecen respeto.—¿Qué está tratando de decirme, señor Clarck?—Que jamás diría si una mujer es capaz de acostarse conmigo o con quien he tenido intimidad puesto que por algo se llama intimidad...Y le recomiendo que, si la señorita Heaven no está ni un poco interesada en usted, como ya lo ha dejado bastante claro momentos atrás, deje de molestarle.—¿Y quién le ha dicho a usted que ella no se encuentra interesada en mi persona? ¿Hace cuánto es que la conoce a Heaven?—Nadie me lo ha dicho, no obstante, ella ya lo ha dejado muy claro con la actitud que ha tenido —estaba a punto de irme, pero decidí decirle una cosa más— Y además ¿No le da pena preguntar si dos personas han tenido sexo?— ¿Por qué tendría que darme vergüenza preguntar aquello? Si el sexo es algo natural en los seres humanos.—Creo que usted no me está entendiendo muy bien...Claro que el sexo es completamente natural, sin embargo, es algo que deciden dos personas...Y que a los otros ni siquiera debes importarles.—Escúcheme muy bien señor Clarck, porque esto no pienso repetirlo —señaló— Si se trata de la señorita Heaven Duch, por supuesto que es de mi interés, por más que los otros no estén de acuerdo.—Por el amor de Dios...¿Acaso esto no se llama acoso? —Este hombre de verdad demostraba ser una verdadera basura de persona— Ella le ha dicho que no quiere nada con usted, y la ha seguido molestando...—No ha existido mujer que se haya negado a salir conmigo, y obviamente, no pienso permitir que Heaven sea la excepción.—¿Usted no conoce límites, cierto? Déjeme decirle algo, señor Grey.—Dígame.—Si usted vuelve a molestar a Heaven o a coquetearle de forma tan descarada como hace rato, le juro que lo golpearé sin contemplaciones.—¿Quién demonios se cree para amenazarme como lo está haciendo? —murmuró.—El futuro novio de la señorita Heaven Duch —le di una sonrisa burlona— Y si en serio continúa con esa estúpida idea de acercarse a ella, haré que usted no pueda acercarse.—No es nadie para decirme que carajos debo hacer, mucho menos amenazarme.—¿Yo le estoy amenazando? Ha entendido muy mal según veo.—Jamás, en toda mi vida, he entendido mal las palabras de cualquiera...Y a usted señor Clarck, le conviene mantener la boca bien cerrada si no quiere meterse en problemas conmigo.—Muy bien, ahora es usted el que me está amenazando.—Solo le estoy sugiriendo que aprenda a mantener límites —La conversación empezaba a ser totalmente distinta a lo que fue en un inicio —En la vida, necesitamos saber que hay personas con las que no debemos involucrarnos negativamente nunca.—¿Es una persona con la que yo no debo involucrarme negativamente jamás porque no me conviene?—Es excelente entendiendo todo lo que digo.—Muchos me han alagado por ser muy inteligente toda mi vida.—Y a mí de saber cómo tratar a las personas...—¿Así? ¡No parece en lo más mínimo!—¿Sabe, señor Clarck? No pienso seguir peleando con usted por mucho más tiempo debido a que no hago más que perder mi valioso tiempo.—Bueno, por primera vez durante esta conversación, estamos coincidiendo en algo.—Entonces, de esta forma...Resumiré todo lo que tengo que decirle para terminar con todo esto de una buena vez —Suspiró y juro que estuve a punto de golpearlo— Yo hago y haré lo que sea para ganarme a Heaven Duch, ya que es preciosa y si no es mía, no va a pertenecerle a nadie.—Maldito egoísta y estúpido... ¿Qué parte no entiendes que ella no quiere estar contigo?—No volveré a lo mismo...Simplemente ya he dicho todo lo que quería, así que ahora me retiraré.—Ojalá que no vuelvas a aparecer frente a mí en el futuro —Mencioné en voz alta y seguí mi trayendo hasta el ascensor y subí hasta la habitación de la mujer hermosa— Heaven ya estoy aquí, disculpa la tardanza.Me limité a esperar a que me abriera la puerta, y cuando lo hizo, la vi con una copa de vino tinto en la mano.—Imaginé que ya no ibas a venir luego del desagradable encuentro con el señor Grey...Y disculpa que dijera que íbamos a tener una noche de diversión, pero, no se me ocurrió nada más que eso para librarme de él.—¿Me dejas pasar? —asintió— Y por lo de hace un rato, no te preocupes.—Gracias —me respondió mientras se sentaba en uno de los sillones de la habitación— La noche iba de maravilla, hasta que tuvo que aparecer ese imbécil.—¿Lo conoces hace mucho al señor Grey? —tomé la copa de vino que me ofreció.—No sabría decirte el tiempo exacto que lo conozco...Simplemente que lo conocí en una boda que organicé en Italia y no ha dejado de molestarme desde ese día porque yo no acepté su invitación a una cita... ¿Sabes? No me gustan ni un poco los hombres que son como él, aquellos que alardean de su puta fortuna.—Tampoco me parecen agradables las personas así.—¿A quién podría gustarle? Es un imbécil completo, le hace honor a la palabra.—Por cierto...Tuvimos una conversación bastante acalorada.—¿Acalorada? ¿Debido a qué?—Me ha demostrado que es un completo idiota —Me limité a responderle— Dijo un par de cosas que no me agradaron en lo absoluto.—Vaya, no creí que comenzara a ser un imbécil de inmediato...Sin embargo, no me parece que sea verdad que solo te dijo eso...Te ves muy molesto, Alexandre.—Ya sé que me veo muy molesto...Pero antes de responderte algo en concreto, en serio quiero saber por qué razón no le has puesto un alto para que deje de molestarte.—Ay, Alexandra....Claro que lo he hecho variad veces, sin embargo, es un imbécil que no sabe entender de razones —maldijo— Y no tengo tiempo ni ganas de lidiar con estúpidos.—Si tú no quieres lidiar con él, podría hacerlo yo en tu lugar —le aconsejé— No tengo ningún problema con ello.—Gracias por la increíble oferta, pero no es algo con lo que debas cargar...Yo misma ya me haré cargo después del señor Grey.—Solo...Si él hace algo que no te gusta o empieza a molestarte demasiado, no dudes en contármelo porque yo estaré dispuesto a ayudarte y a romperle la cara —Escuché como rió ante mi comentario.—Está bien, está bien. Voy a recordarlo todos los días —Noté que el tema le incomodaba por lo qué supe que era mejor dejar de hablar de ellos.—¿Y qué piensas acerca de la oferta de trabajo que te ha hecho mi madre? Siento mucha curiosidad al respecto y espero que eso no te incomode.—Por supuesto que no me incomoda, simplemente me parece una muy buena oferta...Demasiado buena en realidad, si te soy completamente honesta.—Conmigo si deseas, puedes hablar con la mayor sinceridad...No es como si fuera a contarle todo lo que me digas a mi madre —la molesté y rió alto— No soy un chismoso.—Ya sé, confío en ti Alexandre —Dios mío, mi nombre sonaba tan sexy en sus labios— Aunque me encuentre totalmente fascinada con lo que me ha ofrecido tu madre, nunca he aceptado contratos a largo plazo debido a que mi mayor plaza de trabajo son las bodas. Y según dice la gente, soy muy buena haciéndolo.—Entiendo a lo que te refieres, totalmente...Sin embargo, también sería bueno que pruebes las cosas que jamás has hecho hasta hoy —le aconsejé— Me refiero a que nunca sabes que es lo que te gusta hasta que los pruebas.—Yo soy ese tipo de persona en absolutamente todo, excepto en mi gusto hacia los hombres...Sé cuándo me gusta alguien, incluso mucho antes de probarlo —intenté descifrar lo que su mirada intentaba decirme, pero no lo logré gracias a los malditos nervios que me recorrían el cuerpo completo—Dime Alexandre... ¿Cuándo te das cuenta que te gusta una persona?—Tal vez cuando solo pienso en besar los labios de esa persona —maldita sea, no sé por qué acabo de decir algo como esto.—Entonces... ¿Te molesta si te robo un beso? —confesó atrevidamente y juro que el corazón casi se me sale del pecho. Dios mío, que mujer.—¿Por qué iba a molestarme que una mujer tan sofisticada y especial como tú me robe un beso?Vi en cámara lenta como ella se levantó del sillón en el que se encontraba y caminó lentamente hasta llegar a donde me encontraba. Puso sus manos sobre mis hombros y susurró:—No pienses que soy una facilona ¿Eh? —Rió— Aunque, es muy evidente que ya debes estarlo pensando por lo que estoy a punto de hacer.—Claro que no Heaven —acomodé uno de sus mechones de cabello detrás de su oreja — El que seas alguien que confiesa cómo se siente o piensa de inmediato, no significa que seas una mujer cualquiera ¿De acuerdo? Espero que lo entiendas correctamente.—Eres el primer hombre que conozco que piensa de esa forma —sonrió orgullosa —Qué gusto conocerte...—Entonces... ¿Me permites preguntarte algo sin tapujos? —le interrogué.—Pregunta lo que quieras, Alexandre —tomó asiento a mi lado, y nuestros rostros quedaron muy cerca.— ¿Te sientes atraída por mí o es qué yo ya me he vuelto loco y he comenzado a ver cosas que no existen?—Ah, es eso...—suspiró luego de escucharte— Me atraes mucho Alexandra, desde que te vi en esa terraza.Me ruboricé de inmediato y en lugar de darle una respuesta a su confesión, me quedé callado por completo. Maldición, debo de haber parecido un idiota.—Y si tú solo me quieres ver como una amiga, no hay ningún problema —aclaró— Así que no te sientas presionado a darme una respuesta que me agrade solo por no lastimarme.M****a, necesitas decirle algo lo más pronto si no quieres que piense que no te pasa nada con ella.— ¿Cómo no podría sentirme de la misma manera en la que tú te sientes? ¡Si eres jodidamente hermosa en todos los sentidos! —tomé sus mejillas e hice que me mirara a los ojos— Tu forma de pensar es extremadamente libre y genial, tu belleza como mujer es incomparable y tu sonrisa es como el regalo del cielo....Rió muy bajo y empezó a acariciar sus manos.—Así que me gustas, qué bueno que ahora ya lo sabes —dio un golpe en mi hombro.—Me gustas también —reí y planté un beso en su mejilla.—Qué mala suerte haberte conocido cuando solo estoy de pasada por un tiempo en Nueva York...Al menos, hemos dicho cómo nos sentimos sin vergüenza alguna.— ¿Y qué haremos ahora? —Mencioné cuando empezó a crearse un momento incómodo entre nosotros.—Darnos un beso, quizá —me dijo mientras reía— Si no te molesta, eso es lo que podemos hacer.— ¿Me dejarías robarte un beso, Heaven Duch?— ¡No me estás robando un beso si yo te lo permito! —anunció— Quiero que me beses y si no lo haces tú, voy a hacerlo yo misma.Con un poco de valentía, coloqué mis manos en sus mejillas y corté la distancia que nos separaba hasta lograr que nuestros labios se tocaran. Cuando esto sucedió, me sentí como alguien que apenas daba su primer beso a pesar que no fuera así.Besarla a ella, quién estaba llena de pasión y personalidad propia, era de otro mundo. Era la primera vez que besaba a una mujer tan segura de sí misma y capaz de defender sus ideales y las cosas que a ella le importaran.Maldición, y es que Heaven acaba de darme el aliento de amor que tanto necesitaba.HeavenToda la noche me quedé pensando en lo sucedido con Alexandre en mi habitación, así que no pude descansar como es debido. Me sentía extremadamente emocionada y consternada por la escena romántica y tan apasionada que vivimos.Sé que me he involucrado con muchos hombres en el pasado, aunque hayan sido grandes desastres amorosos o solo sexo de una noche, pero, ninguno de ellos me ha hecho sentir tanto en un solo beso. Quizá todas aquellas cortas relaciones no fueron más que sencillas aventuras y esto que está pasándome con Alexandre, es lo que se llama el verdadero amor. Todavía no lo sé y quiero averiguarlo en los próximos días, Luego de besarnos seguimos conversando sobre temas aleatorios, y al cabo de más de dos horas, me dejó sola para que pudiera descansar un poco. Me dio su número de teléfono con el objetivo que me avisará cuando llegara a casa porque cuando me dejó, ya eran más de la una de la madrugada.Me arreglé un poco y tomé mi bolso para salir de la habitación debido
AlexandreJunto a toda mi familia, menos mi hermana menor, tuvimos que hacer un viaje de emergencia por culpa de Daphne. Nos había llamado a informar que necesitaba hablar con nosotros urgentemente y por la misma estúpida razón, nos vimos obligados a viajar hasta Bélgica. Así que, en este mismo instante, estábamos frente a mi prometida esperando que nos explicara que demonios sucedió.—Entonces, Daphne querida ¿Qué es lo qué ha sucedido? —Mamá cuestionó con una de sus mejores sonrisas.—Bueno señores Clarck, Timotheé, Alexandre....En primer lugar quiero darles las gracias a todos por haber venido cuando lo he pedido —Esbocé una mueca cuando noté que había comprado una nueva joya — Quería hablarles sobre la boda, ya que lo considero de suma importancia.Por favor, di que ya no quieres casarte conmigo. Por favor, por favor, por favor...Es lo que más deseo en este jodido mundo.—He estado pensándolo por mucho tiempo y he decidido que me encantaría que nuestra boda se celebrara en Londres
HeavenDaba vueltas en la cama debido a que no lograba conciliar el sueño. En la madrugada Alexandre volvería a Nueva York así que de nuevo me encontraba en mi habitación de hotel. He estado pensando que me resultaría mucho mejor alquilar o adquirir algún departamento durante mi estadía en la ciudad.Como no podía dormir, me puse de pie y observé hacia la ventana. Me encontraba bastante estresada, y todo gracias a lo que dijo Paige ayer por la noche:Reí con fuerza ante las estupideces que decía Paige al mismo tiempo que tomábamos una copa de vino mientras estábamos viendo la televisión.—¡Y es que de verdad es demasiado gracioso! —Volvió a reír— ¡Y creo que jamás dejará de ser tan divertido!—¡Estoy completamente de acuerdo! —Le di la razón— Honestamente, no puedo creer que hayas salido volando cuando montabas una moto de niños...—Tenía doce años y pues, el aburrimiento me hizo cometer actos muy tontos —repitió— Pero, al menos no hubo ninguna consecuencia...—Es cierto...Podría habe
AlexandreEntré a mi oficina mientras suspiraba acompañado de mi hermano. Quería entregarle a Heaven el obsequio que le había comprado al estar en el viaje el cual consistía en un hermoso anillo de plata y un enorme ramo de flores violetas.—Ahora que ya estamos tú y yo completamente solas, supongo que deberíamos terminar la conversación que tenemos pendiente desde Bélgica —me miró fijamente.—Pensé que ya habías olvidado todo este asunto...—Bueno, ¿Y es que cómo podría olvidarme por completo de dicha conversación? —me senté en mi silla de oficina y él no dejó de clavar su mirada en la mía—Y es que esta vez si te has excedido un poco, en realidad mucho.—¿Por qué lo dices?—Puesto que Heaven Duch es una dama de alta categoría...Me refiero a que mucho más allá de su físico, es una mujer sumamente inteligente y comprensiva. No se parece en nada a las mujeres que te han rodeado a lo largo de tu vida.—Es cierto, es mucho más distinta que Daphne en todos los sentidos.—Y aunque sí sea de
HeavenSalí de mi habitación con una tímida sonrisa en el rostro pues hoy sería mi primer día trabajando en el hotel como Asistente corporativa. Estaba emocionada por dos simples razones: trabajar en el hotel Clarck me ayudaría a acceder a grandes puestos en el futuro y al trabajar con Alexandre, podría verlo muchas veces más en el día. Continué mi camino hasta llegar a la oficina de mi nueva jefa, la señora Leigh y entré saludándola:—Buenos días señorita Leigh, qué linda se ve hoy —le dije puesto que deseaba iniciar mi primer día de trabajo de la mejor manera posible— La mañana es muy bonita y cálida ¿No le cree?—Buenos días, preciosa Heaven —me respondió— Sí, la mañana es muy bonita.— ¿Por dónde debo empezar mi trabajo?—Bueno, primero te llevaré a que conozcas a nuestro personal para que puedas identificarlos y llevar una buena relación laboral con cada uno de ellos.—Le agradezco ¿Lo haremos ahora?—Claro, he reunido a todos en la cocina así que ya los vas a conocer —me dio un
AlexandreMi hermanita Paige ha estado saliendo con mi mejor amigo desde hace más de dos años y jamás me di cuenta de lo que pasaba entre ellos dos. Tal vez, he olvidado preocuparme por las personas que considero importantes en mi vida.Mi humor no cambió por el resto del día pues, estaba molesto conmigo mismo por haber tratado a Heaven mal. Así que la estaba esperando fuera de su oficina debido a que su horario laboral estaba a punto de terminar. Y no me equivoqué, porque ella salió con una expresión molesta.—Heaven...—tomé su brazo con delicadeza.—¿Qué quieres? Maldición, no necesito que me hagas perder el tiempo —murmuró.—Lo siento... ¿De acuerdo? Fui un idiota al tratarte así solo porque yo no me siento tan bien —ella agachó la mirada.—¿Sabes que esa no es una buena excusa para tratar a las personas cómo lo hiciste? —Hizo que soltara su brazo—Entiendo que no estés en tu mejor momento o que simplemente no te sientas bien, pero, no entiendo el que le hayas faltado el respeto al
AlexandreLa cena con Heaven, quien se convirtió en mi novia de manera oficial por la noche cuando no parábamos de besarnos con pasión y no nos importó si alguien podría vernos, fue maravillosa. Al final, terminé convenciendo a mi madre para que mañana no tuviera que ir a trabajar y acompañar a Heaven. Le dije que tenía un dolor de cabeza enorme, siendo esa mi excusa perfecta.—Alexandre —ella dijo mi nombre al mismo tiempo que me abrazaba— ¿Tu madre no sospechó la verdadera razón por la qué no querías ir al trabajo? Digo, usar un dolor de cabeza como una excusa es demasiado tonto.—No tendría por qué, le mencioné que tenía un gran dolor de cabeza que me imposibilitaba salir de la cama. Ellos regresarán por la noche, así que solo necesito estar aquí antes de las nueve. No es tan complicado.—Muy bien, necesito decir que pareces un niño malcriado —me molestó— Me refiero a que eso haces cuando eres adolescente, y tus padres no te dieron permiso para salir a alguna fiesta o lugar que que
AlexandreLe di una mala mirada a Thiago, quien me había pedido que lo acompañara a conseguir el anillo de compromiso perfecto para pedirle matrimonio a mi hermana pequeña, Paige.—Creo que este es perfecto ¿Cierto, amigo? —Suspiró cuando la chica que trabajaba en la joyería, le mostró un anillo de diamantes redondo precioso—He encontrado el anillo correcto luego de buscarlo por tantos días. Este va a encantarle a Paige.—¿En cuánto está evaluado? —Me acerqué a observarlo, y lo tomé en mis manos con suma delicadeza —Es una belleza, cada milímetro es una maravilla.—Señorita, me encantaría que nos diga que le parece.—El anillo es uno de los más bonitos y de los más caros —asintió—Aunque, eso también ya depende del gusto de su novia.—Yo la conozco muy bien, y adoro los lujos. Y por si las dudas, he traído a su hermano mayor para que pueda brindarme su ayuda.—Mi hermanita ha vivido rodeada de lujos, incluso muchos de ellos sumamente innecesarios —esbocé una mueca—Le encantan los color