#3:

Viktoria:

Tengo una resaca que tal parecería que se me parte el cráneo en dos.

Han pasado dos días desde que perdí la virginidad con aquel desconocido en esa jodida fiesta. A decir la verdad, no fue tan malo. Realmente no recuerdo mucho. Solo que él llevaba un pasamontañas y me tocaba de forma sexy.

Cuando desperté, estaba sola y desnuda en el privado. Tenía su cinturón enroscado alrededor del cuello y me sonrojé.

Sé que hay gente a la que le gusta esa cosas sadomasoquistas, y es una pena que no logré emrecordsr más de lo borracha que estaba, porque de seguro no hicimos el amor románticamente, como en las películas.  Me muerdo el labio. 

¿Qué puedo decir?

Creo que estoy medio enamorada de aquel desconocido. 

Es una lástima que minutos después que me vestí, los hombres de mi padre me sacaron de allí y me trajeron a la academia. Solo me preocupé por tomar la pastilla del día después, porque ni siquiera recuerdo si él usó condón o no. 

—¿Y estás segura de que era candente? —pregunta mi amiga Svetlana, quien permanece en mi cama mientras doblo los uniformes que tenía guardados en la maleta. 

—Si —susurro, mordiéndome el labio— Pasó todo tan rápido, no lo sé...

Al parecer, ella y los demás amigos estaban lo suficiente cerca como para verme  besando a un extraño y bueno, no tenía sentido negar que le abrí las piernas a ese extraño. Lo que sí me avergüenza es decir que ese extraño intentó ahorcarme con su cinturón, al parecer. Traigo un abrigo de cuello alto para ocultar los moratones. 

—¿Y realmente no tienes idea de quién es? —insiste ella— ¿Estás segura?

—Lo estoy. Estaba borracha y él se cubría el rostro con una máscara — elevó un hombro despreocupadamente. — no hay forma de saber quién era.   

Mi amiga se da vuelta en la cama, riendo como hiena histérica.

—Estas cosas solo te pasan a ti, Vicky. Tienes a medio escuadrón babeando por tu culo y vas y pierdes tu virginidad con un completo desconocido. ¿No podrías haber escogido a uno de nuestros compañeros y que te desfloraran como a una persona normal? —se queja.

Le respondo con una mueca. 

—¿Sabías que tienes fama de rompecorazones?— farfulla Svetlana— y ni siquiera lo intentas. 

Me enconjo de hombros. 

— No es mi culpa. Nunca he hecho nada para ganarme esa fama. 

—Fue todo muy loco —es lo único que dice arrugando las cejas— en fin, haste un examen de VIH, por precaución. Ese tipo bien puede ser un drogadicto o algo peor.

Me recorre un escalofrío ante sus palabras. 

— Es extraño que tus padres no han dicho nada al respecto de tu escape de casa y la fiesta, ¿no?

—No es tan raro. Esta semana regresaba Velkan de su misión en el medio Oriente. Cuando el gran hijo está en casa, mis padres se olvidan por completo de mí. 

Ella me mira con lástima y yo me encojo de hombros. 

—Ya estoy acostumbrada.

—Bueno, perder la virginidad era algo que querías, por ende, estabas preparada para cuando se diera la oportunidad, aunque no creí que fueras a hacerlo de una forma tan escandalosa.

Se fija en el reloj poniéndose de pie, tiene que regresar a su propio dormitorio antes que den el toque de queda. Estampa los labios en mi mejilla antes de largarse.

—No te preocupes demasiado, quizás y lo mejor sería que tú y ese sujeto no vuelvan a encontrarse nunca más  —es lo último que me  dice antes de salir. 

Continúo doblendo mi uniforme. No quiero pensar en lo sucedido porque me da mala espina todo aquello. No sé...mis padres llevan meses actuando extraño y según mamá, padre había recibido amenazas de muerte por parte del líder de un grupo terrorista pero aquí en la academia no va a pasarme nada y si,cometí un error, no debí escapar de casa pero no sucedió nada grave. 

No he sido la mejor hija en los últimos meses. He escapado varias veces de casa, le he llevado la contraria a mis padres, pero en parte es culpa de ellos por encerrarme de semejante manera.

Tocan a la puerta de mi habitación y veo que un cadete ha venido a buscarme. 

—Señorita Gregorevna, el abogado de sus padres quiere verla en el comedor— susurra.

Y tragó en seco.

¿Abogado?

 Será que por mi mal comportamiento mis padres planean desheredarme? 

***

Las lágrimas ruedan por mis mejillas. Las noticias que me trae el abogado no son nada buenas.

— Lamento muchísimo tener que decirle esto, señorita, pero mi cliente especificó que de sucederle algo a él y usted recibirá orientaciones precisas. 

El abogado habla, y habla, pero no soy capaz de digerir nada de lo que me dice.

« Mis padres están muertos»

El abogado acaba de contarme que fueron emboscados hace cuatro días, el vehículo en el que iban a pesar de ser blindado sufrió los embates de una terrible balacera, se volcó y para colmo terminó explotando. 

Me secó las lágrimas con rapidez y comprimo los labios.

« Murieron mientras yo estaba de fiesta. Murieron mientras yo estaba borracha en un glaciar en vez de estar en casa como me lo ordenaron»

Tragó en seco.

—Intentamos notificar a su hermano, pero su escuadrón lo reportó "perdido en acción" hace dos semanas.

El abogado me mira con pena, y de seguro ofrezco un espectáculo terrible. Estoy despeinada, ojerosa de esa jodida fiesta, y siento que toda la sangre ha abandonado mi rostro por lo que estoy seguramente más pálida que la muerte.

—Velkan... él, está...— jadeo — ¿mi hermano, está también muerto? 

Mi voz suena como un chillido.

El abogado mueve su cabeza.

—Está desaparecido, señorita. Aún no se puede afirmar con certeza que esté...

Lo está. Conozco el protocolo militar. Cuando reportan a alguien " perdido en acción" es porque está muerto y no pudieron recuperar su cadáver.

***

Stefan: 

Salman camina de aquí para allá enfurecido.

—¡Eres una desgracia!— grita — si no pudiste terminar la misión, hubieras dicho algo y uno de nosotros se habría encargado. Ahora se nos ha escapado una presa. Esa chica es un cabo suelto y a tu tío no le va a gustar. Todavía no hemos podido descubrir dónde está el cabrón de su hermano.

Guardo silencio, soportando la reprimenda con seriedad, porque me la merezco. Salman tiene toda la razón. No debí dudar, debí matarla cuando pude, pero...

El recuerdo de su dulce olor me hace temblar, la sensación de su apretado coño alrededor de mí me saca un jadeo. 

Follarla y romper su virginidad ha sido la experiencia más intensa de mi vida. 

No pude terminar de estrangularla con mi cinturón, aunque lo intenté. Me tembló la mano en ese exacto momento.

—Ahora nos será imposible terminar la tarea. La chiquilla está de regreso en su academia militar y , ¡meternos allí para recuperarla sería una misión suicida!

Guardo silencio.

—Tenemos hasta dentro de un mes que regresa Yannek de Rusia. Si para entonces no lo logramos, tu cabeza terminará expuesta en una pica en Vigma como ejemplo para los incompetentes. 

Salman sale por la puerta, cerrándola de un portazo y yo me limito a rodar los ojos. Para ser el consejero de mi tío a veces es demasiado teatral. 

Mi tío no me mataría. Soy su único heredero.

Aunque, sí que podría mandarme a azotar por mi estupidez.

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