Yannek:Atrapo su boca antes de que conteste, callándola con un beso cargado de rabia, de morbo y desespero en tanto lanzo su navaja lejos y recorro su cuerpo con mis manos. —¿Qué estás haciendo, nena? —mascullo contra su boca, apretándola con mis manos— ¿Por qué estás con él cuando en el fondo sabes que me desess a mí?Muerde mis labios yo muerdo los suyos, solos todo manos y deseo desenfrenado.Tanto que había fantaseado con follármela y ahora que la he atrapado me siento nervios.Saco sus jeans a tirones y no siquiera lo pienso, bajando a comerle el coño, como un maldito muerto de hambre, lameteando sus zonas más sensibles y sus carnes más rosadas. Mano lo voy a negar, me gusta.Su coño es tan pequeño, lo cual debería ser sinónimo de inocencia, porque significa que ha estado con pocos hombres. Con.un solo hombre para ser exactos y eso me enoja, porque golpea mi orgullo que no fui yo el primero sino mi sobrino sin embargo, eso no me detiene.—Abre —demando—. Muéstrame lo que me
Viktoria:Ni bien salí de la cabaña perdí el conocimiento.Al principio creí que se debió a que todo lo sucedido me había echo caer desmayada, pero al despertar me encontré en mi habitación de la mansión, acostada en mi cama, como si nada.Arrugué el entrecejo.Me puse en pie y comencé a vestirme con rapidez, dispuesta a salir corriendo de allí y a buscar a Stefan pero...—Buen día Nanni— chillaron las niñas, entrando a mi habitación como un bólido imparable. —No puedo atenderlas ahora, lo siento, yo...—¿Cómo que no?— me interroga Adaya.—No te hagas de rogar— Araya me mira petulantemente — arriesgamos mucho para traerte de vuelta, ¿lo sabes?—¿Eh?—Pues sí. Amenazamos a papá con prenderle fuego a la casa si no te traía de vuelta — confiesa Anaya.Y como si me hubiese ido durante anos u no por solo dos semanas, se aferran a mí, las tres al unísono, llorando de felicidad y diciendo:—¡Te echamos de menos Nanni!Y yo correspondo a su abrazo grupal, porque yo también las eché de menos.
Viktoria:La sensación aterciopelada de la alfombra acaricia mi espalda, estoy dormida, y el ruido de maquinarias afuera haven que mueva los párpados.Abro los ojos y me encuentro resposwbdo sobre él, como si el muy cabron fuera la mejor almohada del mundo. Me aparto rápidamente, cuando el ruido también lo despierta, no tenemos el tipo de confianza necesaria como para besarnos a la mañana siguiente de haber hecho lo que hicimos.El ruido de afuera anuncia al parecer la llegada de alguien, y por eso empiezo a vestirme antes de que Kyla comience a buscarme.—¿Cuál es el apuro? —pregunta él, contemoplándome diverto mientras abotono mi blusa y me pongo el vaquero.—No es apuro, es que no quiero problemas con tu cuñada. Me acorrala contra el estante de libros dejando el brazo apoyado en la madera.—Voy a decir esto una sola vez y espero que no se te olvide nunca —empieza—. No vuelvas a cerrar los ojos cuando estemos follando. Quiero que me me mures, quiero saber que me miras mientras t
Viktoria: Aunque las órdenes de Víktor son claras, si las acato estaremos perdidos. ¿Qué consigo yéndome a Alemania sin encontrar primero el detonador de la bomba? «La bomba» o, bueno, las bombas. No quise generar pánico y en la info que le envié a Viktor omití la existencia de las otras dos. Me convenzo de que no estoy equivocada, y tal mi búsqueda sería más fácil si pudiera ir a echar un ojo en los laboratorios, pero Yannek se ha encargado de nunca llevarme allá. Checo nuevamente la imagen la imagen del plano general y es que es una maqueta en tres D , que muevo con el dedo, apreciando lo magnífica que es. Al final no tive que arriesgarme enviando el pendrive a Rusia, las gafas espía que me hicieron llegar copiaron la info y aprovechando que sin las dos de la madrugada estoy en video conferencia con Viktor, con mi abuelo, Alexis Ivanov. Quien, a pesar de estar gravemente enfermo, insiste en estar al tanto de todo, y con su hermano, Evan, quien según me contaron es el genio que
Víktor: —Estoy bien aquí. Protesta ella y la firmeza de su voz me hace repararla de nuevo. Mi instinto insiste con lo mismo, tenerla cerca no está resultando para nada fácil, ya que que el parecido físico entre nosotros podría despertar sospechas. Sin embargo ella está decidida, no quiere irse al refugio en la Ciudadela por ello tengo en cuenta su alegato, pero no la saco de la mansión de mis padres, soy yo quien se va rumbo al avión privado. —Escúchame bien, Viktoria —pido—. Pase lo que pase no le digas nada a nadie, no respondas preguntas. Mantén esos labios siempre sellados, ¿Lo entiendes? —O me matarán —responde y el que crea eso es lo mejor en estos momentos porque tiene que callar.Los ojos se le llenan de sombras, y por un momento puedo ver tanto de mi padre en ella... —Confío en ti —confieso—. No me decepciones. Espera aquí y y te llevarán a España en media hora. No hables con nadie. Cierro la puerta del vehículo que arranca, cruzando las rejas de acero y continúand
Viktoria:—El avión ya despegó y los ajustes ya están listos—me avisan—. El Korolev viene en camino.El hacker está rondando por el jardín exterior y me voy a la oficina de Augusto aquí en su mansión. Este último mes se ha convertido en nuestro centro de operaciones.El baño que me di hace unos minutos y el frío de la madrugada me ponen a temblar, «esto es un desastre», porque no fue una pesadilla lo que me despertó esta madrugada, sino un sueño húmedo, hormonal en el que Yannek fue el protagonista.Dejo la puerta abierta para evitar problemas, mientras los guardias descargan mis cosas en la mesa haciéndose a un lado cuando traen los planos que necesito mientras conecto la memoria USB que contiene las coordenadas de los laboratorios.—Estamos al lado para lo que necesite, señorita —avisa uno de los luchadores del Kolissium, metiendo balas a su pistolas.Estos hombres son los asesinos más letales de la mafya, de ello salen los guardias de seguridad que protegen al Don y a su famili
Viktoria: El korolev es uno de los que más furioso está, esto no se puede seguir retrasando, el Don no está dando las órdenes porque no puede y todo tiene que definirse de una vez por todas. Para los miembros de la Hidra hay muchas cosas en peligro y no les queda más alternativa que moverse en busca de liberar a su líder. Tenía esperanzas de que las cuentas se ajustaran en España, pero ahora tendrá que ser en los laboratorios Vigma. Los últimos mensajes que recibió el intercomunicador, le confirmaron a Xavier Farías que Alexis estaba en Bulgaria. De Augusto no sabemos su localización exactamente. Yudith llamó a Mariela y se lo contó. A ella le preocupa Augusto y a mí, mi padre, donde sea que esté el Don de seguro está el Lider también, ya que los atraparon juntos debido a la traición de CFO de Augusto, losl más lógico es que ambos estén prisioneros en los laboratorios. Un escalofrío me recorre. Porque de seguro él estará allí. Hemos preparado un plan junto con la señora
Mallorca: Meses después: Augusto: Viktoria desliza su mano por mi pierna, y yo ruedo los ojos, molesto. — Ya dije que no.— mascullo. Ella hace un puchero y se retira, recuperando su asiento. — Es evidente que no es el tuyo, hermana.— comenta la rubia subida sobre las piernas del árabe. Ella y su esposo parecen incapaces de dejar de tocarse y besarse uno al otro. La expresión de Viktoria se torna aún más ácida, el mesero me llena el vaso de vodka otra vez. —Más—exijo, bebiendo todo de un trago, y le ordenó que lo deje hasta el borde, bebiendo de nuevo. Tengo que tragarme esto varias veces para ver si logro perder el sentido, no he parado de beber desde que llegué y ya he tratado botella tras botella como si eso fuera a apagar la rabia que me quema por dentro. Este club y este puto hotel son míos. Pertenecen a la organización. Aquí no se atrevería a entrar ningún enemigo, porque hasta la gente que baila como posesos son mis lacayos. El árabe y su mujer conversan por lo b