Celos ardientes.

—¿Conoces el camino de vuelta? — le preguntó él con suspicacia, viéndola con los ojos entrecerrados.

—Sí, ja, ja —. Ella soltó una risa seca, fingiendo que estaba segura, pero la verdad era, que no tenía idea de cómo volver al palacio. — Como no lo voy a conocer, me has hecho aprenderme todo en tu manada, eres mi torturador.

Ella odiaba estar junto a él, pero no quedaba de otra, la tenía atrapada como a una pequeña presa que iba rumbo al asador.

—¿Una cueva?— jadeó Marlén cuando Elijah la bajó de su espalda. —¿Por qué hemos venido a una cueva?— inquirió con recelo mirando el lugar rocoso.

—Estás temblando de frío, y como tienes miedo de conseguir un resfriado, esta cueva puede protegerte de la lluvia.

—¡Y yo me chupo el dedo! Era más fácil y lógico volver al palacio —. Ella reculaba hacia atrás, sintiéndose atrapada.

—Ma- Mateo tiene hambre— argumentó con voz trémula, viendo que ya no tenía hacia donde huir.

Totalmente empapados por la lluvia, sus ropas se les adherían al cuerpo como
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP