Hemos bailado por bastante tiempo, me siento muy adolorida de las piernas, pero él... se ve tan fresco como una lechuga, le digo que voy a descansar un poco, además de tomar un poco de aire, me dice que se va a quedar un rato más. Caminando por la casa, me doy cuenta de que hay varias personas y con varias personas me refiero a que hay compañeros del campus y ajenos, hasta ahora me doy cuenta de eso. Puedo ver que hay algunos amigos de mi ex, trago saliva con dificultad y le rezo a Gaia de que no me encuentre a Rowan. Por estar distraída choco contra alguien, ella suelta un quejido al igual que yo, enseguida me disculpo con la chica que tengo enfrente. Al observarla mejor, me doy cuenta que es la novia de Rowan, su disfraz le queda como anillo al dedo. Sus ojos claros se clavan en mí de una forma un poco apenada, ella también se disculpa conmigo, diciendo que estaba entretenida en el teléfono. Al verla ahí parada me da a entender que él está ahí también, ojalá que no. Ella me mira
—En ese caso... puedes irte con ella o con cualquier otra, tengo que volver a la fiesta.Suelta una fuerte carcajada y me mira por encima de su hombro, luego me tira hacia delante de él, caigo al suelo sobre mi brazo izquierdo, un quejido de dolor se me escapa. Molesta, miro hacia Rowan, lista para reclamarle su brusquedad, pero él enseguida se pone encima de mí, abriendo con tosquedad mis piernas y colocándose entre ellas, restregando su miembro contra mí.—¿¡Que crees que haces?! ¡Apartate, Rowan! — Grito alterada, colocando mis manos sobre sus hombros y tratando de alejarlo de mí.—Vamos Donny, no me digas que no me has extrañado, estoy seguro que sí.Con una de sus manos me toma de las muñecas y con la otra me toma del rostro haciendo que lo vea a los ojos, toma posesión de mis labios con enjundia al tiempo que mueve sus caderas, unas pequeñas lagrimas se deslizan por los rabillos de mis ojos, trato de pelear con él con todas mis fuerzas, pero sin duda... Rowan me gana con creces.
Veo a lo lejos la casa, la fiesta sigue como si nada hubiera pasado, tomo grandes bocanadas de aire, tratando de recuperar el aliento ya que no he parado de correr. Estando un poco recuperada sigo avanzando, pero para mí gran sorpresa, veo que la puerta trasera está tumbada en el suelo y ha sido reemplazada por un gigantesco hueco. Me detengo en seco y busco con la mirada a alguien de forma desesperada.—¡Donna! — Grita Karla desde el interior de la casa y corre hacia mí. —¿Qué le ha pasado a Reese? Se ha transformado en hombre lobo y ha salido de la casa a toda prisa, le ha dado un susto de muerte a todos en la fiesta.Tomo grandes bocanadas de aire y trato de recuperarme lo más rápido que pueda ya que me molesta bastante no poder hablar con claridad. Suelto un rugido de impotencia porque no puedo hablar ya que sigo recuperándome, Karla me toma de los hombros y los aprieta con suavidad, ambas nos miramos a los ojos y ella asiente levemente con la cabeza.—Tranquila Donny, tranquila..
—Puedo caminar por mi cuenta, sabes.—Lo sé, pero la verdad es que me gusta tenerte entre mis brazos, en especial porque estando en esta forma te ves pequeña y frágil...Luego de un rato llegamos al bosque del campus, para ser más precisos, el lugar en donde me marcó como suya, luego me deposita sobre el suelo con delicadeza y se empieza a transformar en humano; escuchar como sus huesos se reacomodan y se mueven da un poco de repelús. Una vez que termina de transformarse, me toma entre sus brazos y besa mi cuello.Sentir sus labios sobre mi piel hacen que suelte un ligero gemido de placer, pongo una de mis manos sobre su cabellera y tiro de él con un poco de fuerza, mi cuerpo se estremece y un calor abrazador se extiende por todo mi cuerpo, al punto que una pequeña gota de sudor recorre mi espalda hasta perderse en mi espalda baja.—Reese...—Donna... esta noche.... has empezado.... — Su voz ronca y sensual me enloquece. —Por Gaia... hueles tan bien...Me muerdo el labio inferior con
Cansados, me recuesta sobre el suelo con lentitud, pensando que Reese está exhausto, pero la realidad es otra, toma mi rostro con una de sus manos y con su simple mirada me lo dice todo, yo le dedico una sonrisa cómplice y me vuelve a embestir de forma salvaje. Nuestros gritos se vuelven a escuchar en poco tiempo.A la mañana siguiente me despierto con los primeros rayos del sol, me tallo los ojos con pereza al tiempo que un bostezo se me escapa, trato de levantarme, pero no puedo, el enorme brazo de Reese está sobre mí impidiéndome levantarme, me giro hacia él y me da mucha ternura verlo dormir... se ve tan encantador. Con mucha dificultad logro liberar mi brazo derecho y acaricio el contorno de su rostro al tiempo que paso algunos mechones de su cabello para atrás.Él se mueve un poco al sentir mi tacto, un fuerte suspiro se le escapa, se pone bocarriba y cuando lo hace me pone sobre su pecho, apoyo mi cabeza sobre su torso y escucho con claridad su respiración haciendo que me relaj
—Entiendo, en un rato le llamo, pero volviendo al tema ¿Vas a necesitar que nos unamos a la caza?—No, tengo a tus hermanos trabajando en ello y lo mejor será no ponerte en riesgo... quiero pensar que ahora si hiciste tu trabajo.Reese me voltea a ver y me dedica una sonrisa picarona, yo desvío la mirada enseguida mientras el rubor se apodera de mí.—Si padre, pero eso no significa que...—Dije que no, cachorro.... no puedo arriesgarme a que todos mis hijos se lancen a la oscuridad, cuento contigo Reese.... todos contamos con ustedes.Él resopla con fuerza y se soba las cienes, puedo notar que esas palabras le hacen mucho peso sobre los hombros; es verdad.... ahora que lo recuerdo, el día que lo conocí me dijo que toda su tribu tiene las esperanzas puestas en ellos, en especial en Reese, madre Gaia, no me imagino la carga que debe sentir en estos momentos.—Está bien padre, sólo.... no me dejen al margen de todo esto, quiero estar al tanto también.—Sí, nosotros también los mantendrem
Un enorme alivio se apodera de mí, ya que por fin esa “tortuosa” semana de Gaia ha acabado, con esto, él debe de estar más tranquilo y no me va a molestar por un largo rato... eso creo, eso quiero pensar. Acostada en mi cama, miro mi teléfono de forma hipnótica, tengo mi conversación con mi madre abierta y tengo ganas de escribirle... al final termino bloqueando el teléfono y arrojándolo sobre la cama como si fuera el objeto más aborrecible del mundo.Cierro los ojos de forma breve y pongo mis manos sobre mi vientre, escuchar los latidos de mis crias me tranquiliza, pero no lo suficiente, tengo que decirle a mis padres o mi hermana sobre mi embarazo, pero ¿¡Cómo!? No quiero ver esa expresión de decepción en sus rostros, no lo soportaría. Frustrada me revuelco en la cama, al final termino metiéndome entre las sábanas, deseando que todo este problema se resuelva solo.Como todos los miércoles, mi amiga y yo salimos a las gradas a tomar un poco de aire fresco; ni siquiera a mi mejor amig
Me siento en la orilla de la cama y tomo mi teléfono que está sobre mi mesita de noche, apresurada busco el número de Reese, pero estoy tan nerviosa que no puedo, así que termino por irme del edificio a refugiarme en el lugar en donde Reese me marcó como suya, mi instinto me dice que es un lugar ideal para traer al mundo a mis crias. En el camino trato de enviarle un mensaje a mi pareja, pero mis nervios me traicionan y no puedo, mi mente está hecha un caos y me cuesta bastante trabajo organizar las ideas en mi cabeza. Frustrada, decido dejarlo y apresuro mi paso a llegar cuanto antes a mi refugio.Llego al lugar y me transformo en zorra, me meto en aquel agujero y empiezo con mi con mi labor de parto; no me gusta para nada estar sola en estos momentos, desearía que él estuviera aquí. Esa vibración se cuela por mi garganta, incluso en estos momentos mi instinto como pareja de Reese sale a flote, sólo espero que llegue a tiempo.Un chillido de dolor se me escapa, mi respiración de agit