Estando fuera de la casa, suelta un resoplo seguido de un ligero gruñido, mira por encima de su hombro y me ve de forma seria, incluso me atrevería a decir que me mira enojado y no entiendo porque, trato de soltarme de su agarre, pero él no me lo permite, así que me vuelve a arrastrar de regreso a la casa. —¿Se puede saber, que te tiene tan enojado? —No quiero que el viejo me mantenga al margen, estoy cansado de que me siga tratando como un cachorro— Resopla con fiereza mientras le da un puñetazo a la pared, dejándole un hueco por donde se cuela el aire frío. —Le he demostrado miles de veces que puede confiar en mí, que puedo ayudarlo, pero simplemente me mantiene al margen. —Quizás, es porque serás el futuro alfa ¿No? —Eso no significa que me deba tratar como un inútil, un alfa debe ser capaz de ayudar a su gente, aunque tenga que ir él mismo, pero el viejo... el viejo me sigue viendo como un niño. —Eres su hijo Reese, es normal que tenga miedo de perderte, pero entiendo tu punt
Miro con curiosidad al grupo de personas y mientras mis ojos los observan con mayor detenimiento, logro reconocer a la pareja de ancianos que nos recibieron en su posada, la señora se ve algo herida al igual que su esposo. Sin pensarlo dos veces, me levanto de mi asiento y corro hacia ellos, asustada por su salud. Al verme acercarme, la anciana me dedica una enorme sonrisa y extiende con dificultad sus brazos hacia mí, su marido también se alegra de vernos. —Por favor, tomen asiento... deben tener hambre y además de estar cansados, pueden quedarse en nuestra casa si así lo desean. —Muchas gracias, querida, eres muy amable. Con la ayuda de Reese, llevamos a la pareja hasta nuestra mesa y les ofrecemos nuestros lugares, en poco tiempo, el resto de los aldeanos empiezan a comportarse de forma amable con los recién llegados y es un alivio, al final, ellos también forman parte de esta enorme familia. Estoy segura que muchos querrán escuchar lo que esta gente tiene que decir, pero no es
—Debo admitir que también me siento intranquilo con esto, ¿Qué quieres hacer? —Primero hay que terminar de asentarnos, no podemos dejar las tareas botadas, en especial si el infiltrado se encuentra entre nosotros, pero seguramente no por mucho tiempo, tengo que hablar con Kenji— Resopla con fuerza. —En fin.... dejemos esta conversación y ninguna palabra de esto a nadie, no quiero que se ande difundiendo estas inquietudes. —Está bien, viejo, pero no nos dejes al margen, queremos estar al corriente de todo. —Muy bien, confío en ustedes tres, cachorros. —Entendido, padre. Los tres salimos de la oficina y casi al instante resoplamos con fuerza apenas mi cuñado cierra la puerta detrás de él, pego mi espalda en la pared. —Parece ser que tienes más cerebro de lo que pensaba, Reese. —No entiendo porque pensaste que soy idiota. —Normalmente te la pasas solo entrenando, creí que tenías aire en la cabeza. —Y yo pensé que eras un miedoso que se escondía detrás de las faldas de madre, por
—Donna. Abro los ojos y veo que mi esposo llega con algo sobre los hombros, luego se lo entrega a alguien de su escuadrón y se acerca a mí, enseguida me levanto de mi lugar y también me acerco a él. —¿Sucede algo? ¿Te sientes mal? —No, no es nada de eso.... es sólo que.... — Juego con mis dedos de forma nerviosa, no estoy segura de cómo se va a tomar esto y espero que no se haga una idea equivocada. —Mira... he notado algo raro mientras estaba haciendo mis recados, me puse a pensar y me di cuenta de que me he encontrado con varios de mis conocidos del pueblo donde vivía, de hecho... me los encuentro de forma muy concurrida, pero mientras los observaba, me quede pensado y llegue a una conclusión— Hablo tan rápido que me cuesta trabajo ordenar mis ideas. Reese me toma de los hombros y los aprieta con suavidad, la sonrisa cálida que me dedica hace que me tranquilice, tomo una gran bocanada de aire y la dejo salir lentamente, cierro los ojos por unos instantes y me armo de valor. —A
Durante nuestro trayecto, acampamos en ciertos lugares específicos para evitar que nos encontremos con el enemigo o que nos tiendan una emboscada. Para evitar eso, nos hemos vistos obligados a acampar en los árboles y no ha sido nada fácil para mí poder subir, Reese se ríe de mi falta de habilidad y ha tenido que llevarme sobre su espalda. Estando a mitad de viaje, los dos primeros grupos se han separado de nosotros, ahora sólo quedamos tres en el camino. El grupo se ve bastante recudido, pero debo confiar en el plan de mi suegro, él sabe lo que hace. Los que quedamos avanzamos hasta nuestro punto marcado, mientras más nos acercamos, más puedo sentir como me cuesta mucho respirar, la flora del sitio esta marchita y ni que decir de la fauna, no hay ningún animal a la redonda, todo este lugar es tan diferente a lo que recuerdo, incluso me atrevería a decir que parece que estamos cerca de un pantano. —Por Gaia.... ¿Qué le ha ocurrido a este lugar? —Son los estragos que provoca la osc
—Nos han estado siguiendo desde que entramos al bosque, no apesta a muerte ni a corrupción— Murmura casi entre dientes. —Me preocupa que sean recién corrompidos. —¿Crees que sean de la tribu del señor Russel y del señor Riuka? —Posiblemente, esperemos que no. Llegamos hasta su vieja aldea y vemos que está hecho un caos, las casas están hechas cenizas, cuerpos mutilados por todas partes. Hicieron una masacre con toda esta gente, no me quiero ni imaginar lo que esconden las casas que todavía siguen en pie. Muchos buitres se están dando un festín, en definitiva.... es una vista bastante estremecedora y triste. —No parece haber nadie por aquí, pero no estaría de más revisar el lugar. No quiero hacerlo, me da pánico tener que meterme a una de esas casas y encontrarme con los horrores que esconde, pero una parte de mí, alberga la esperanza de que haya sobrevivido a alguien a tal ataque. —Está bien, revisaré la derecha y tú la izquierda. Nos separamos y empezamos a revisar casa por ca
—Una hibrida.... nunca he estado con una. Su comentario hace que un sentimiento de ira inunde el corazón de Reese, al punto que me da miedo; hasta ahora he podido sentir uno de los sentimientos con fuerza de él, normalmente está tranquilo y sereno. Su reacción hace que nuestro interlocutor suelte una fuerte carcajada. Dejan atrás la conversación y empiezan a pelear. De momento están peleando uno contra uno, pero al ver que su compañero no logra someter a Reese, se unen a la pelea, obligándome a tener que atacarlos a la distancia, le rezo a la madre tierra para no darle a mi esposo, con tanto movimiento es difícil dirigir bien mis ataques. Hemos estado peleando contra estos acechadores por un rato, ninguno de nosotros cede ni un poco, pero estamos muy exhaustos, mis piernas me tiemblan y mi respiración es agitada al igual que el del resto. —Sí que sabes dar pelea, pero creo que va siendo hora que acabemos con esto. —Estoy de acuerdo. El acechador hace un movimiento de cabeza haci
—Corres bastante rápido, parece ser que te han estado entrenando.Su voz hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo, otra vez esa vibración se cuela por mi garganta, pero en esta ocasión no logro detenerla, unas gotas de sudor caen por mi frente y sienes, tomo lo último que me queda de fuerza y me levanto del suelo, tambaleándome. Me giro sobre mis talones con dificultad y poso mi vista sobre los ojos de Rowan, no pienso caer sin luchar y menos si esto afecta a Reese.—¿No piensas darte por vencida? Bien, hace que la cacería sea más divertida.Se transforma en hombre lobo, revelando un increíble pelaje negro, como el resto de acechadores. Según tengo entendido, el pelaje negro es una clara marca de la corrupción de la oscuridad, porque si bien es cierto que entre los nuestros también existen cambia formas con el pelaje negro, el de ellos tiene un brillo sobrenatural y por alguna extraña razón, cuando lo miras con mayor detenimiento, parece que estás viendo el abismo.—No pienso dar