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Bajando del auto me di cuenta de una cosa, en california hace demasiado calor. Los chicos salen disparados del auto y corren a la mansión para ver sus cuartos y sus nuevos autos, menos Alan, que como siempre, camina quejándose del calor, del viaje, de la existencia y maldiciendo a todo ser viviente.
Todo pasa muy rápido. Nos instalamos, revisamos e investigamos a las personas alrededor de la mansión y alistamos las cosas para el lunes.
***
—¿Listos? —dice Matt por su conexión mental a los chicos y a mí.
—¡Muy listo! —responde Alex siendo el primero en estacionar el auto afuera de la escuela.
—Busquen bien a esos malditos para irnos de aquí rápido—digo yo cortando la comunicación y saliendo del auto.
Al bajar todos se nos quedan viendo. Vamos caminando a nuestro salón, nuestro ya que Ulises arregló todo para que nos tocara siempre en el mismo salón. Puedo ver como Matt mira y le sonríe a cada chica que se le queda observando.
—Esto va ser increíble —habla Matt.
—Solo te advierto de que las humanas no son tan fuertes como las lobas —le advierte Jaime—. Debes tener más cuidado a la hora de realizar el coito.
—¿Que es coito? —pregunta Alex.
—De que tenga más cuidado al follarse a una perra de estas —gruñe Alan.
Al estar dentro de la escuela, me concentro en captar olores. Los chicos también lo hacen, paran de caminar y simulan conversar, pero la verdad es que solo capto olores de humanos.
—No hay lobos aquí —dice Alex.
—Puede que todavía no estén por aquí —supone Matt.
Me sorprendo al captar un olor extraño a ... ¿chocolate y fresas?, mi lobo se desespera y yo trato de calmarme.
—¿Oliver, ¿qué te pasa? —pregunta Jaime.
El aroma es más fuerte. Siento que unas palabras salen de mi boca involuntaria mente, causándome la impresión más grande al darme cuenta de lo que dije, o bueno, mi lobo dijo.
Mate.
Tropiezo con alguien al estar tan distraído, causando que mis cosas se caigan. Observó con quien tropecé y mi corazón se acelera al identificar a la dueña del aroma. La ayudo a recoger sus cosas y de paso a recoger las mías. Ella se levanta y puedo observar detenidamente a la inquietante y hermosa chica trigueña.
—Hola, me llamo Oliver —le digo extendiéndole la mano.
Ella me responde el gesto y al sentir su mano en la mía, siento una electricidad por todo mi cuerpo que pide a grito que la marque. Ella no responde, palidece y eso me pone nervioso.
—Ella es humana— dice mi lobo.
—¿Ah?
—Que ella es humana. Intento buscar algún rasgo de alguna loba dentro de ella, pero nada. Aunque todavía no cumpla 18, yo podría comunicarme con su loba, pero no hay ni olor ni rastro ni nada –repite mi lobo.
—¿Y? no me importa. He esperado por ella mucho tiempo. No me importa que sea, la hubiera aceptado, aunque hubiera tenido algún retraso mental.
—No entiendes lo que te quiero decir, idiota. —Mi lobo suena irritado—. Esto es muy peligroso para ella, mira cómo está afectada con solo tu tacto ¡Da gracias de que no se ha desmayado!, tenemos que sacarla de inmediato de aquí y llevarla a casa, ¡ya! No quiero que le pase nada.
—Lo siento, mi amiga está ronca porque le ammm... le dio gripe ¡sí, eso!, gripe y pues su voz quedó mal —dijo una chica, que seguro es su amiga, sacándome de mi conversación con mi lobo.
—Ya después se presentan, ¿sí? Vamos Rosali —le dice otra chica después de sujetarla y llevársela a rastras junto a la primera chica que hablo.
Rosali, se llama Rosali.
Me repito en la cabeza mientras la miro alejarse, antes de entrar al que creo que es su salón de clases. Ella voltea y su mirada se conecta con la mía.
Mi corazón se agita.
—¡Oliver! —grita Matt.
—¿Por qué carajos me gritas? —le pregunto irritado.
—¿Por qué no me hacías caso? —pregunta Matt—. ¿Conoces a la chica?
— sí —logro decir intentando controlarme para no ir detrás de ella, marcarla y llevármela para mi isla—...digo no, no exactamente. —Veo sus rostros confusos—. Ella es mi mate.
—¿Esa mocosa humana? —bufa Alan.
Lo golpeó levemente en el hombro.
—En ese caso, tenemos que sacarla de aquí. Ella es una... —le cuesta decir la palabra— humana y aquí hay unos malditos hijos de puta lobos sedientos de venganza, que, si nos descubren, no dudaran de dañarla —dice Alan.
—Tienes razón, pero no podemos ir y llevárnosla sin más —habla Jaime.
—Tenemos que idear algo —dice Matt.
—¡Esto es muy frustrante! —exploto arrojando mi cuaderno al piso.
—¿Ese no és el cuaderno de ella? —me dice Alex—. Tonto ¿No sientes el aroma de ella impregnado en él?
Una hoja que salió volando del cuaderno. Alex pone una expresión de consternación cuando también la recoge.
—¿Qué es? —pregunto mirándolo extrañado.
—Nada —dice Alex intentando esconder el pedazo de papel.
—Dámelo —le pido a Alex.
—No —dice frustrandome mucho más.
—Soy tu Alfa y te ordeno que me lo des—espetó furioso.
—Si Alfa —dice agachando la cabeza Alex.
Noto que no es un papel, es una foto. En la foto hay un chico abrazando a una chica y besándola en la mejilla, en la parte baja dice la fecha, indicando que fue tomada una semana atrás. Después de un momento me doy cuenta que la chica que está en la foto es... es Rosali.
¿Rosali? ... ¡Rosali!
Mi mate, ¡mi mate!, mi luna, mi ser completo siendo tocada por un ser despreciable...No. No. No. ¡Esto no es posible! ¿Mi mate tiene novio? ¡Por la diosa luna! ¿Esto es real?
—¿Qué sucede? —dice Matt quitándome la foto.
—Esto está muy mal —habla Jaime acercándose con Alan a ver la foto.
El timbre suena anunciando que la primera clase ya termino. Los chicos me llevan al baño para que me calme y no me desquicie en frente de estos humanos. Al calmarme un poco, entran un grupo de chicos al baño, y uno tenía un olor muy conocido para mí, tenía el olor de ¡mi mate en él!. Matt me agarra del brazo para que me calme y los chicos se ponen en guardia para que no haga ninguna locura.
El maldito era el de la foto.
—Chicos apúrense, tenemos que llegar al gimnasio —dice el maldito saliendo con todos.
—Mátalo —me dice mi lobo.
—Con gusto —le digo.
↫↬Intenté salir del baño, pero Alan y Alex se pusieron en la puerta impidiéndome el paso.—Antes de usar tu voz de alfa, respóndeme una pregunta Oliver ¿Con cuantas lobas te has acostado antes de encontrar a tu mate? ¿unas 30 o 40? dime —me cuestiona Matt muy molesto.—¿Y tú? ¿400 o 500?, por favor ¡El burro hablando de orejas! —le respondo muy sarcástico.
✽✿✽Llegue a la enfermería seguida por las chicas. Me informaron que no podía pasar porque todavía le estaban curando las heridas a Jeremy. Me recuesto sobre la pared y me pongo a llorar, sé que es tonto que yo haga tanto drama por una pelea, pero no lo puedo evitar. Jeremy pareció quedar muy mal. Si le pasa algo me muero, es más que mi hermano, prácticamente es mi padre. Él ha sacrificado mucho por mí, siempre cuida de mí y de mi madre. A pesar de su corta edad, siempre se ha comportado como adul
✽✿✽Al llegar al primer piso y salir a la calle me encontré a un Oliver muy borracho balanceándose de un lado a otro.—Oliver, ¿qué haces aquí? —le dije yo susurrando.—No me odies, por favor, no lo hagas. —Se recostó encima de mí abrazándome—. No
↫↬Al llegar a la mansión fui a la cocina, sujeté dos botellas de vodka y me encerré en mi cuarto. No quería saber nada del mundo, me quería morir de solo recordar a Rosali golpeándome. No podía más, no sé cuánto pasó, pero lo último que recuerdo es terminar las botellas de vodka.
✽✿✽Miraba a todos lados buscando a Oliver y a sus amigos, pero nada no había rastro de ellos. Las chicas me preguntaron por mi hermano, me limite a responder lo mínimo. Estaba algo alejada, ni siquiera me he sentado con ellas porque notarían que he estado rara. No he podido dejar de pensar lo que paso ayer, he estado muy ansiosa.—Rosa
✽✿✽Después de varios días de andar en auto y sin recibir otra respuesta que "cuando lleguemos al lugar te lo explicaremos", nos encontramos con un sujeto que nos dio pasaportes falsos, donde yo tengo una foto con una peluca roja, de hecho yo la tengo puesta ahora para pasar como otra persona, después fuimos al aeropuerto.—¿Mamá ahora dónde vamos? —le pregunte algo cansada,
✽✿✽—Correcto—dijo el papá de José aspirando aire y mirándonos—. Todo empezó hace años cuando yo y el papá de Rosali y Jeremy nacimos....—Cariño, ¿no crees que deberías empezar por otro lado? —dijo la mamá de José entrando a la sala.—No, creo que estoy bien —le dijo su esposo.
↫↬Miraba por la ventana como dos pájaros pequeños jugaban en un árbol mientras que dos pájaros más grandes los miraban, supongo que eran sus padres. A veces me pregunto si llegare a tener un hijo, es mi obligación tenerlos para tener un heredero a la corona, pero por mucho tiempo descartaba la idea al no encontrar a mi mate.Ahora que la he encontrado todo es diferente, no me importa que sea humana, tampoco voy a re