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Abro los ojos instintivamente y lo primero que pienso es "Al fin lunes, primer día de la escuela. Extraño mucho Estefany y a Yuli. Verlas será muy agradable".
Arreglo todas las cosas, meto la foto con Jeremy a mi cuaderno. Sé que a Estefany le va a encantar (apuesto a que recortará mi cara). Me estaba viendo en el espejo por última vez, justo cuando entra mi hermano a mi habitación.
—Rosali, ya está... ¿Eso es un vestido? —me dice mientras me mira.
—Jeremy está a la altura de mis rodillas, no seas tarado.
¿Qué quiere? ¿Qué valla como monja?
—Si alguien te silba o te manda un piropo me avisas —me advierte.
Este chico me va a matar.
—Como si los de la prepa no te conocieran. ¡Ya vámonos!
—Tienes razón. Ya es tarde, no tenemos tiempo para desayunar —dice abriéndome la puerta para que yo saliera.
Salimos de la casa y nos subimos a su auto, en el camino se la pasó diciendo lo emocionado que estaba por su último año. Llegamos a la escuela y le digo a Jeremy que voy a buscar a las chicas y que lo veo en el almuerzo. Visualizo a las chicas y voy corriendo hacia ellas.
— ¡Chicas, las extrañe tanto! —Las abrace fuerte.
— ¡Nosotras también a ti, Rosali! —dijeron a la vez.
—¿Qué tal las vacaciones? —les pregunto.
—Bien y ¿qué tal las tuyas? —me pregunta Estefany.
—Genial. Chicas, ¿qué tal si conversamos avanzando? Ya falta poco para que empiece las clases...
— sí, no quiero llegar tarde el primer día —dice Yulisa.
Mientras vamos avanzando las chicas me cuentan cómo les fue en sus vacaciones y yo les cuento las mías. También me dijeron que este año estaríamos en las mismas materias.
Sin darme cuenta tropiezo con alguien y mis cosas caen al piso. Me agacho recogiéndolas, el chico con el cual choque se agacha para ayudarme. Él también recoge sus cosas. Cuando termino me levanto para poder verlo.
—Hola. Me llamo Oliver –me dice extendiéndome la mano. Yo la estrecho y siento una corriente correr por todo mi cuerpo. Lo veo a sus ojos, unos ojos realmente atrayentes.
Es el chico más atractivo que he visto. Quiero hablar, pero no puedo. No me acuerdo ni mi nombre y si me acordara, no se lo podría decir, porque estoy paralizada.
Solo llego a escuchar el timbre salvando mi vida.
—Lo siento, mi amiga está ronca porque le ammm... le dio gripe ¡sí, eso!, gripe y pues su voz quedó mal —dijo Yulisa.
—Ya después se presentan, ¿sí? Vamos Rosali —Estefany me arrastra hacia el salón de clases.
Al voltear puedo ver que se me queda mirando con mucha preocupación mientras cuatro chicos lo rodeaban, preguntándole cosas.
***
—¿Me puedes explicar que te paso? —empezó a susurrar Estefany. La clase ya había comenzado y yo poco a poco empezaba a recuperarme del shock emocional. ¡Por Dios! Acabo de conocer al chico más lindo y me comporte como una completa estúpida, no lo puedo creer.
—No te avergüences, Rosali. Ese chico y sus amigos parecían modelos ¡Yo quiero uno para mí! —dijo Estefany sacándome una sonrisa.
—¿No que estabas enamorada de Jeremy? —le preguntó Yulisa.
—Sí, pero después de ver a esos chicos, creo que ya lo estoy superando —bromeo Estefany.
—Hablando de Jeremy, me acabo de acordar que tengo una foto que te quería mostrar —dije sujetando mi cuaderno.
Abro el cuaderno para buscar la foto, pero al observarlo bien, noto que no me pertenece.
¡Este no es mi cuaderno! ... ¡Es de ese chico!
—¿Qué tienes? —preguntó Yulisa.
—Este no es mi cuaderno es... del tal Oliver. Seguro intercambiamos cuadernos cuando se nos cayeron las cosas —dije palideciendo.
Ojalá no me quede muda otra vez cuando lo vea.
—¡Genial!, los veremos de nuevo para entregarle su cuaderno —dice Estefany
—¿Los veremos de nuevo?, suena a mucha gente —cuestiona Yulisa.
—Obviamente acompañaremos a Rosali, ¿quieres que se quede muda otra vez sin nadie que la acompañe? —habló Estefany.
—Tienes razón, es posible que se desmaye esta vez —se burló Yulisa de mí.
—No es cierto. Es que hoy no tomé desayuno y justo me he mareado cuando el chico me habló. —sentí que estaba roja de la vergüenza.
—Sí, claro. En la hora del almuerzo vas a darle su cuaderno ¿Verdad? —pregunta Estefany.
—Sí, además quiero mi cuaderno de vuelta.
Mi foto también. Me pregunto si ya la vio.
La clase transcurre con normalidad; todos se levantan,se presentan y dicen que les pasó en las vacaciones. Lo común del primer día de clase. Cuando suena el timbre me levanto con las chicas hacia la cafetería para comer. En el camino se nos une una de nuestras compañeras de salón, Carla. Su tía es secretaria del director y siempre nos informa sobre todo lo que pasa en la escuela
— ¡A que no saben! Chicas, ¡hay nuevos alumnos en el último año! —nos cuenta Carla.
— Ya, ¡habla de una vez! —se emociona Yulisa.
— Bueno, comienzo por el más lindo, Oliver Moore, con su rubio platinado, nunca había visto a alguien con ese tipo de rubio ¿saben?; Matt Hutton, tiene una hermosa cabellera ondulada; los gemelos Alan y Alex Hoffman, los dos miden 1.90, raro ¿no?, ¿no son muy altos?, se supone que los gemelos se diferenciaban por el tamaño...bueno ¿en qué estaba? —Se queda pensativa—. ¡Ah, sí!, por último, pero no menos importante, está Jaime Dickens tiene también 18, ojos azules intensos, ¿su apellido no se les hace conocido? —terminó de decir Carla.
Ya estábamos sentadas sacando nuestros almuerzos. La verdad, me molesto cuando dijo que el más lindo era Oliver... no sé por qué. Lo busco por la cafetería con los ojos, pero no lo encuentro. Jeremy tampoco está, pero creo que él está en su práctica de fútbol. Se supone que hoy son las audiciones para ver quiénes son los nuevos integrantes.
Un chico gritando en la cafetería interrumpe mis pensamientos.
—¡Pelea en el gimnasio! ¡El capitán del equipo de fútbol está que se agarra a madrazos con unos nuevos!
¿El capitán del equipo de fútbol?... ¡Es mi hermano! M****a ¿Jeremy en qué se metió ahora?
Salgo corriendo a dirección del gimnasio, siento que las chicas corren detrás de mí, pero yo soy más rápida. Cuando llego veo que hay un gran tumulto. Empujo a todos y veo que hay una pelea de 5 contra 10, los nuevos contra mi hermano y su grupo de amigos. Aunque hay diferencia de números, los amigos de Oliver están dejando en vergüenza a los del equipo de fútbol. Me doy cuenta de que Jeremy tiene una pelea separada con Oliver.
¡Por Dios!, Jeremy tiene la cara cortada y le sale sangre... mucha.
Oliver le da un puño en el rostro con mucha fuerza y Jeremy cae noqueado. Todo se vuelve borroso. Los recuerdos de mi padre vomitando sangre en el piso antes de morir llegan a mi mente.
— ¡Jeremy! –grito muy fuerte.
Corro hacia él abrazándolo, evitando que su cabeza choque con el suelo. Ahora también tiene la nariz rota y le sale mucha sangre, los recuerdos de mi madre gritando pidiendo ayuda vienen a mí.
—¡Ayuda! –pido auxilio mientras lloro.
Todo mi vestido está manchado sangre como el de mi madre cuando abrazaba a mi padre mientras convulsionaba.
—Señorita Green, suelte al joven Jeremy un momento que lo llevaremos a la enfermería —me pidió el entrenador de futbol.
¿Dónde estaba para parar la pelea antes que pasara esto?
Estefany y Yulisa, me ayudan a separarme de Jeremy, ya queno lo quería soltar. Veo como lo suben a una camilla, como a mi padre muerto. Todo se ve borroso. Creo que sigo gritando. Estefany me dice que me calme.
— ¡Tú, maldito desgraciado! ¡Tú hiciste esto! — voy y golpeo a Oliver en la cara y el pecho. Estefany y Yulisa me separan. Él me mira con tristeza—. Si le pasa algo a Jeremy, te prometo..., no, te juro que te mato –sigo gritándole.
—Vamos a ver a Jeremy —me dice Carla, yo le hago caso y salgo corriendo a la enfermería.
↫↬ Bajando del auto me di cuenta de una cosa, en california hace demasiado calor. Los chicos salen disparados del auto y corren a la mansión para ver sus cuartos y sus nuevos autos, menos Alan, que como siempre, camina quejándose del calor, del viaje, de la existencia y maldiciendo a todo ser viviente. Todo pasa muy rápido. Nos instalamos, revisamos e investigamos a las
↫↬Intenté salir del baño, pero Alan y Alex se pusieron en la puerta impidiéndome el paso.—Antes de usar tu voz de alfa, respóndeme una pregunta Oliver ¿Con cuantas lobas te has acostado antes de encontrar a tu mate? ¿unas 30 o 40? dime —me cuestiona Matt muy molesto.—¿Y tú? ¿400 o 500?, por favor ¡El burro hablando de orejas! —le respondo muy sarcástico.
✽✿✽Llegue a la enfermería seguida por las chicas. Me informaron que no podía pasar porque todavía le estaban curando las heridas a Jeremy. Me recuesto sobre la pared y me pongo a llorar, sé que es tonto que yo haga tanto drama por una pelea, pero no lo puedo evitar. Jeremy pareció quedar muy mal. Si le pasa algo me muero, es más que mi hermano, prácticamente es mi padre. Él ha sacrificado mucho por mí, siempre cuida de mí y de mi madre. A pesar de su corta edad, siempre se ha comportado como adul
✽✿✽Al llegar al primer piso y salir a la calle me encontré a un Oliver muy borracho balanceándose de un lado a otro.—Oliver, ¿qué haces aquí? —le dije yo susurrando.—No me odies, por favor, no lo hagas. —Se recostó encima de mí abrazándome—. No
↫↬Al llegar a la mansión fui a la cocina, sujeté dos botellas de vodka y me encerré en mi cuarto. No quería saber nada del mundo, me quería morir de solo recordar a Rosali golpeándome. No podía más, no sé cuánto pasó, pero lo último que recuerdo es terminar las botellas de vodka.
✽✿✽Miraba a todos lados buscando a Oliver y a sus amigos, pero nada no había rastro de ellos. Las chicas me preguntaron por mi hermano, me limite a responder lo mínimo. Estaba algo alejada, ni siquiera me he sentado con ellas porque notarían que he estado rara. No he podido dejar de pensar lo que paso ayer, he estado muy ansiosa.—Rosa
✽✿✽Después de varios días de andar en auto y sin recibir otra respuesta que "cuando lleguemos al lugar te lo explicaremos", nos encontramos con un sujeto que nos dio pasaportes falsos, donde yo tengo una foto con una peluca roja, de hecho yo la tengo puesta ahora para pasar como otra persona, después fuimos al aeropuerto.—¿Mamá ahora dónde vamos? —le pregunte algo cansada,
✽✿✽—Correcto—dijo el papá de José aspirando aire y mirándonos—. Todo empezó hace años cuando yo y el papá de Rosali y Jeremy nacimos....—Cariño, ¿no crees que deberías empezar por otro lado? —dijo la mamá de José entrando a la sala.—No, creo que estoy bien —le dijo su esposo.
Último capítulo