―Fueron los tres años más largos de mi vida. ―No le quitó la mirada de encima a Naran. {Mía} Rasguñó su lobo {Mi luna, mía} ―Lo sé. ―Enola sonrió mirando a la chica a su lado. ―Ahora tiene la edad. ―Asintió llena de felicidad al saber que finalmente podrá reclamar a su luna. ―Alfa. ―Naran hizo un
Patrullaje, junta con el consejo, ayudar a su gente en las tareas generales, ayudar a sus aliados y dedicarles tiempo a sus hijos. Ser madre, Diosa y alfa no es fácil, pero Enola lo lleva lo mejor posible y jamás se queja. ―Mamá. ―Huilén se acercó a su madre. ―¿Podemos ir contigo a la manada vecina
{Entonces morirán en vano} Sentenció acelerando el paso. {¡Nada nos va a detener!} {Padre} Ikal se colocó a su lado izquierdo. {Es la segunda manda que se nos atraviesa, nos falta mucho para llegar, ¿No es mejor una retirada?} Tanok no lo escuchó, inició el ataque y todos sus guerreros le siguieron
Enola se asombró por aquello, ella es una deidad, no debería tener a un destinado, pero recordando que ahora es como una loba normal, ignoró ese sentimiento al igual que Tanok y ambos se atacaron sin importar nada. Ambos humanos estaban denominando a sus lobos a pesar de que ellos intentaban parar d
―¿Qué haré si les devuelvo la memoria y me odian? ―Kato sabía que el consejo que le daría podría ser un problema en el futuro, pero de no hacerlo ella jamás se animaría. ―No se los devuelvas, acércate a él, busca las respuestas y después ves que hacer. ―Enola se estremeció por el sollozo. ¿Acaso es
Dolor, es eso lo que siente Enola por el rechazo de su destinado, desde que despertó tres días después de haberlo marcado, él simplemente se vuelve más bestia de lo que es y se niega a la conexión que forzosamente se afianza entre ambos. Se le ha dificultado todo debido a la debilidad de su corazón
―¿Ella tiene hijos? ―Lo miró con incredulidad. ―Sí. ―Tahiel lo estudió con la mirada, es idéntico a Aluhe y por supuesto que a él. ―¿Podrías decirme quién eres tú? ―Se interesó. ¿Acaso su padre se volvió enemigo de su madre por no aceptarla como pareja? ¿Él la rechazó y por eso su madre no habla de
Enola se aferró al hombre que la sostuvo con posesión antes de que cayera al piso por el tirón que le dio a Kato para alejarla de ella. Kato por su parte, quedó incrédulo, ¿Cómo es que a él sí lo recuerda? ―Tanok. ―Susurró mirando con desconcierto al hombre que lo mira a él con odio. ―Fuiste tú, t