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CAPITULO 3 –Disfraz de Angel

Inclino mi cabeza hacia atrás para detener el sangrado causado por esta chica con Berrinches de niña, ¿Cómo demonios está casada y tiene ese comportamiento?  Alguien con un temperamento como ese no debería estar casada.

Es una mujer demasiado irritante, no basto con el primer encuentro cuando casi me mata con su auto si no que tengo que tener un segundo encuentro para confirmar que es una mujer realmente molesta y odiosa que, aunque posea un majestuoso cuerpo es desesperante.

Luego de unos minutos me quedé afuera esperando que saliera, ¡¿Por qué diablos me tuvo que pasar esto? Creí que sería fácil llegar a Ivanov, ¡Como pude terminar siendo el escolta de alguien que podría ser incluso su hija!

Creí que sería emocionante, lleno de acción mientras grabaría sus negocios y obtuviera las evidencias de sus negocios, pero no, terminé siendo la niñera de su esposa que más bien parece su hija, ¿Pero en qué demonios pensaba ese hombre al tomar por esa a esa chica tan joven?

—¡odiosa mujer!

No comprendo en lo absoluto como ese hombre puede estar con esta chica que más bien parece una adolescente que necesita un par de nalgadas para que sea educada de la mejor forma.

“Aunque no estaría mal dárselas, es la mujer más linda que he visto”.

—¡Pero en qué diablos estoy pensando! —me reprendo a mí mismo. —Solo debo buscar la forma de convertirme en el escolta de Ivanov.

Es extraño, ya debería de haber salido de la habitación, toque un par de veces pero no obtuve respuesta, estaba por abrir pero me detuve cuando escuche que su voz provenía de otra habitación los gritos son cada vez más fuerte.

<ELENA>

¡Como demonios puedo quitarme a ese hombre de encima! Me siento desesperada, con un maldito guardaespaldas ahora se me dificultaría mis escapadas de esta cárcel que me vuelve loca.

Aunque tengo que admitir que de todos los guardaespaldas que me han impuesto para cuidar mi trasero. Su voz es muy sexy, sus glúteos son tan firmes y redondos, sus brazos parecen dos enormes troncos de madera.

Cuando me tomo del brazo, tenia una fuerza que me hizo prenderme con solo tocarme, uff, con el diría que si seria capaz de engañar a Aleksei.

Pero que hago con pensar de esa forma con ese tipo, no puede ser me comporte de una forma estúpida pero el tiene la culpa por decirme que soy.. ¡ash!, porque todo tiene que salir de esta forma.

—El ángel del Aleksei no debería pensar tanto. —giro sobre mis talones cuando siento que alguien se apodera de mi muñeca izquierda.

—¿Qué haces en esta habitación? —cuestiono al ver a sergey en mi habitación. —¡Largo de mi habitación!

—¿Por qué?, ¿Acaso te pongo nervioso?

Me toma de la cintura mientras me observa de una forma tan obscena que me dio asco, lo empujo por su atrevimiento, pero me mantiene a su lado a la fuerza, sonríe de lado de forma siniestra, me toma de la nuca y es cuando veo sus intenciones de besarme.

—¡Aléjate de mi!.

Con un pisotón en el pie izquierdo logro que me suelte cuando me miro toda la habitación resonó en eco la abofeteada que le di; mi pecho sube y baja ante la rabia que sentía por lo imbécil que fue.

—¡Maldita perra!

—¡Aleksei se dará cuenta de lo que intentaste!

—¡Si dices algo nadie te va creer!

Se que lo he provocado y supongo que fue un error pero me dio tanta repugnancia que me protegí y sin darme cuenta de nuevo lo tenia encima intentando tomarme por la fuerza, estaba en la habitación que comparto con Aleksei, solo se usa cuando él está aquí pero por lo general se mantiene con llave.

Solo quería espacio para pensar, pero al parecer, Sergey es mucho peor que ese escolta de Arthur.

—¡Aléjate de mi!.

No iba a dejar que este idiota me violara, prefiero cogerme a mi escolta antes de que este enfermo meta su falo en.. me tropiezo con la alfombra y cuando lo sentí sobre mi cuerpo, pero de forma rápida ya sentía mi cuerpo libre nuevamente.

—Aleje sus manos de ella.

Es el.       

<ALEXANDER>

 Observo hacia la puerta, es extraño, ella aún no sale, ¿Acaso le habrá pasado algo? Pero... ¿Cómo es que salió tan rápido ¡No joder!, recordando lo que dijeron de ella sobre de ser escurridiza, de dos patadas derribo la puerta para encontrar al Delta sobre ella.

 Ni siquiera se dio cuenta del estruendoso ruido que hizo la puerta, molesto por lo que estaba por hacer lo alejo de ella.

—Aleje sus manos de ella.

Lo empujo mientras mantengo una expresión serena mientras por dentro oculto la rabia que siento al verlo.

—¡No te metas en donde no te llaman guardaespaldas! —grita eufórico

—¡Arthur! —le ofrezco mi mano para ayudarla a colocarse de pie, ella se refugia detrás de mi indicándome que estuvo en peligro. Sus ojos por primera vez demostraron que como cualquier mujer puede ser tan frágil como un cristal

—Te ordeno que nos dejes a solas. —cuando Sergey dijo eso sus finos y delgados dedos se aferran a mi traje. —¡Arthur!

—No.

—¿Qué dijiste?

—Solo cumplo con mi trabajo. —aclaro, ante todo. —No dejare que nada le pase a la señora Ivanov, no me importa si sea usted o cualquier otra persona, pero, es mi deber ser su sombra y protegerla de cualquiera que quiera lastimarla, aunque a ella le parezca insoportable.

Sergey me mira con una furia latente, sale de la habitación sin agregar nada más, me alejo de ella para cerrar la puerta pero antes de que lo hiciera ella sale también así que la sigo detrás y esta vez no me deja afuera.

La observo mientras cierro la puerta de su cuarto ella suelta un suspiro y me ofrece su mano con una media sonrisa.

—Gracias por ayudarme.

—No tiene que agradecerme, solo hago mi trabajo. —ella aun mantiene su mano abierta para que la tome así que lo hice y al hacerlo pude sentir una vibración extraña recorrer mi cuerpo.

No se que se propone pero no debo bajar la guardia porque al parecer esta mujer esta lleno de sorpresas y si me descuido podría ser un error muy grave para mi.

—Oye. —me hace verla a los ojos. —¿No vas a decir nada?

—¿Cómo qué?. —cuestiono

Ella se aproxima mas a mi rostro y es en ese momento en que me doy cuenta que ella esta ebria, su aliento dulce estaba mezclado con wiski puro, por eso le pedí que descansara, pero hizo todo lo contrario.

—Yo se que me… deseas... así que déjame agradecerte

Antes de que pudiera negarme ella ya me estaba besando, pero ella se ríe al hacerlo, confundido y molesto la alejo de mi porque lo que sentí fue como si ella estuviera burlándose de mi como siempre

—Dejaré claro algo. —suelto tajante. —No estoy aquí para involucrarme con alguien que no vale la pena.

—¿Qué dijiste? —ella me mira elevando una ceja

—No sea tonta, puede que sea sensual y hermosa, pero, —la veo como si fuera poca cosa. —Si fuera tan buena en la cama como se ve su cuerpo, tendría a su esposo siempre a su lado pero como no es así, se va en busca de lo que su mujer no puede darle.

Cuando nuestras miradas se cruzan puedo ver que había dicho algo del cual le hizo arder en ira pero ella se lo busco porque nadie se va burlar de mi.

—¡Largo!.

Obedecí su orden sin objeción y Sali de sus aposentos para volver a mi puesto que era a un costado de su puerta.

Pasaron tres horas y no escuche nada dentro de su habitación, tal parece que esta vez no hizo ningún berrinche por lo que dije a menos que ella…

—¡Esto debe ser una maldita broma!

A toda prisa corrí hacia al balcón derecho, de la habitación, ¡¿Por qué hay tantos balcones!  Cuando veo que esta apunto de lanzarse la tome de su mano.

—¿! ¡Pero qué diablos hace! —la tomo del brazo antes de que se escape.

—¡Suéltame imbécil! —rechino mis dientes al sentir sus uñas enterrarse en mi piel. —¡Que me sueltes te digo!

—¡No sea estúpida! —la tomo de ambos brazos y de un solo golpe la subí nuevamente haciéndonos caer acostados en la alfombra de su cuarto, ella se levanta de inmediato al verse sobre mi cuerpo.

—гребаный идиот (grebanyy idiot) (Maldito idiota). —la escucho murmurar en ruso

Ignorando su comentario suspiro frustrado.

—¿En qué rayos estaba pensando en tirarse desde esa altura? —dije molesto por la estupidez que estuvo a punto de hacer. —¿acaso esta loca?

Al escuchar un sonido familiar busco por reacción mi arma, pero ya no la tenía conmigo, en cambio estaba en sus manos. ¿Cómo la consiguió?

—Que torpe eres Arthur —sonríe victoriosa apuntándome en el cien de mi frente.

Me levanto del suelo acomodando mi ropa.

—¿Eso cree? —dije en un tono burlesco.

—¿Qué te parece gracioso? —eleva una ceja.

—Para estar casada, se comporta mas como una adolescente que como una mujer casada. Es más, parece que fuera la hija del mafioso y no su esposa.

—¿Así? —sorprendiéndome dispara cerca de mis pies. —¿Ahora crees que lo soy?

En verdad que estaba loca esta chica, pero su locura no arruinaría mis planes, solo necesito un descuido para quitarle el arma, ella retrocede como si quisiera ver a alguien por balcón, cuando ella se descuida al quitarme los ojos de encima, le arrebato el arma tomándola por la espalda inmovilizando sus brazos.

—¡Suéltame Idiota! —forcejea para librarse de mi. Siento el aroma de su colonia siento un extraño hormigueo cuando la escucho hablar con ese acento ruso escuchada esa dulce voz me prendió demasiado.

—Shh… —susurro mientras disfruto su fragancia a rosas. —Tranquila gatita. —su piel era tan suave a mi tacto que me sentí débil por un momento, su aroma era exquisito mucho más que el de Carolina.

—¿Quieres saber lo que les pasa a los que me desean?

Suelto una risita.

—Puede que seas hermosa gatita, pero créeme que jamás pondría mis ojos en alguien como tú. —ella intenta golpearme, pero se lo impido. —Que le quede claro eso. —la hago girar para que me viera a la cara, tomándola de los brazos la lanzo hacia su cama, guardo mi arma en la sobaquera que cargo sobre mis hombros para después cerrar con seguro las alcobas. —Ahora, —dije tranquilizando la situación. —Las cosas serán distintas conmigo gatita.

—Deja de decirme así. —se levanta furiosa.

Ignoro sus palabras. —Quiera o no, seré su sombra, el único lugar donde tendrá privacidad es en su baño.

—¡Te juro que te voy a matar después de esto! —murmura cabreada con ese acento que comenzó a convertirse en algo placentero para mis oídos.

—Ya veremos. —ladeo una sonrisa acomodándome en una esquina de su habitación. —Por ahora, no me moveré de aquí hasta que su esposo llegue. Así que, para beneficio de ambos, haga que mi trabajo sea de su escolta y no de su niñera.

Ella se cruza de brazos.

—Entonces te llegará la eternidad. —dijo molesta. —Aleksei no duerme conmigo.

Tenía curiosidad de saber ¿Por qué?. Pero no era de mi importancia su vida ya que mi objetivo era su marido y no ella así que no indago en el tema.

—Entonces la dejaré sola en el baño y cuando se duerma.

—Por favor... —dijo sarcástica. —¿Me estás diciendo que te pasarás todo el día ahí como una estatua observándome?

Exasperada al ver que no me movería de mi lugar, grita rabiosa y se encierra en el baño, al ver que se encerró apoyo mi barbilla sobre mis nudillos mientras pienso que hacer. Es la primera vez que me dan una información errónea, debía informar esto, fue un error el que yo esté aquí con esta chica, se supone que debería estar con Aleksei Ivanov, no con su esposa.

De igual forma después de este trabajo mi recompensa será grande cuando me vaya a Miami a disfrutar de unas merecidas vacaciones.

Por ahora debía quedarme con el puesto y soportar a la caprichosa de su mujer que por cierto es demasiado hermosa y tentadora para mí, es una lástima que sea algo prohibido para mí y más que es la esposa de mi objetivo, si no fuera por eso, ya me hubiera divertido con ella.

Observo hacia afuera para ver algún movimiento anormal, pero todo se veía normal, incluso esta casa parecía ordinaria.

—¿Aún sigues aquí? —mis ojos ven con deleite sus piernas hermosas al mostrarlas demasiado por su bata diminuta y transparente. —Eres un fastidio.

—¿A quién esperaba hace un rato?

Aun no saco de mi cabeza la posibilidad de que había alguien esperándola cuando se estaba por lanzar por la ventana.

—Eso no te importa. —dijo tajante. —¿No me digas que también debo decirte mi vida privada? —se cruza de brazos provocando enfadarme.

—Lo que haga con su vida privada no es de mi incumbencia. —aclaro. —Mi único trabajo es que no haga ninguna estupidez con ella.

—Déjame preguntarte esto ...

Se da la vuelta dejando caer su bata frente a mí, mi cuerpo reacciona al ver su esbelta figura, era como un ángel, no tenía ninguna imperfección en su cuerpo, no sé qué se propone al hacer esto, si sus intenciones son provocarme, entonces lo está consiguiendo.

Al encontrar un vestido cierra su armario para después quedar frente a mí. Soy hombre y ver a una mujer tan hermosa era demasiada tentación, pero debía controlar mis impulsos ya que esta vez era distinto todo esto pues no era cualquier mujer la que tengo frente a mí.

—¿Darías la vida por mí?

—Es mi trabajo. —respondí cortante manteniendo mi imagen serena.

Elena hace una mueca de aburrimiento, camina hacia el baño encerrándose en el nuevamente, entrecierro mis ojos al ver que en verdad este trabajo sería difícil, lo extraño es que en el informe que me dieron, no decía que Ivanov tenía una esposa tan joven y bella, solo decía que tenía un hijo ilegítimo que no reconoció.                                

Luego de seguir esperándola unos minutos ella sale ya vestida, ignorando lo que hacía me quedé sentado como una piedra observándola escribir, comencé a impacientarme, es la primera vez que soy escolta, pensé que estaría lleno de adrenalina al salir escoltando a un mafioso, pero no, es demasiado aburrido.

—Señora Elena, el señor Sergey quiere que baje a despedirlo.

—Dile que, por mí, que no vuelva. —su forma de hablar es tan tajante y fría que me gustó.

—Pero señora...

—¡Que no oíste! —ella se levanta de la silla enfadada.

—Debe obedecerlo, no le conviene llevarle la contraria señora Elena...

—¿Y tú quién te crees para decirme eso? —si de por si ya se encontraba de mal humor ahora esta peor que antes. —Puede que el piso este parejo pero recuerda que hay niveles y si no cuidas tu lengua cuando hablas terminaras como abono para los arboles de este lugar.

Vaya que esta mujer en verdad es un ángel muy peligroso, no aparenta lo que en verdad es ella.

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