EduardoUn día después del nacimiento de Carlos.Me siento pésimo, después de escuchar las palabras de María, no puedo sino sentirme el peor hombre del mundo.Mientras María estaba alumbrado a nuestro hijo, yo me la pasaba retozando con una mujer, ni siquiera se su nombre, ni el de ella ni el de tantas otras. Así es más fácil, no hay ataduras solo sexo. Solo se trata de satisfacer mis instintos primarios.De todos es sabido que los reyes tienen amantes, algunos conservan a alguna por años e incluso tienen hijos bastardos. Pero yo he roto la primera regla. La única que debía cumplir a raja tabla. Puedes tener mil amantes pero tú esposa no debe enterarse.Esas son las palabras que me dijo mi padre y a él el suyo. Con Juana todo fue más fácil, nunca tuve que engañarla, no necesite el calor de otra en la cama. Nos prometieron siendo niños, crecimos juntos. Fuimos amigos antes de convertirnos en esposos.Aunque el matrimonio también fue impuesto era totalmente diferente, cuando más felices
Estoy tan emocionada que apenas si he podido dormir, me preocupaba mucho no poder llevar conmigo a Carlos pero ya es bastante imprudente el que su padre y yo salgamos solos y sin escolta para también llevar con nosotros al heredero del reino.En el tiempo que estuve con Alessandra hicimos cosas atrevidas pero ninguna se puede comparar con esta. Me han dejado un vestido sencillo, es extraño pero a la vez es liviano, me siento en otro mundo.Me despido de Carlos, se que está en buenas manos hoy lo alimentará una nodriza, me siento culpable por déjalo durante un día pero son tantas las ansias de libertad que tengo.Solo serán unas horas, máximo un día no soy una mala madre por querer tener un rato para mí, con esos pensamientos lleno mi mente.Monto a la vieja carreta, Eduardo ya está subido en ella. Mientras comenzamos nuestro camino hasta el pueblo mas cercano no puedo dejar de sonreír y de mirar con disimulo a Eduardo, la verdad es que se ve guapo sin esas ropas tan recargadas.- Se q
🌡️🔥EduardoNo puedo negar que he pasado uno de los mejores días de toda mi vida, nunca pensé que pasar por un simple aldeano fuera tan divertido y productivo a la vez.No solo me he divertido con María sino que también he descubierto las penalidades que sufren algunos, ahora que se lo que hay que cambiar y mejorar mi pueblo será más feliz.María es simplemente perfecta, nunca pensé que podría llegar a sentir amor pero ahora estoy seguro de que es lo que siento. Ella es bonita, divertida, curiosa, inteligente y desprende ternura, no podría estar más agradecido a su padre por haberla enviado a mi lado, no sabe lo feliz que me ha hecho.Él que solo pensaba deshacerse de una hija para tener la excusa de invadir mi reino. En fin, el único que ha perdido es él.Cuando me case con María, era un poco aniñada, pero con el paso del tiempo y el embarazo su cuerpo se llenó de curvas, no es que haya yacido con ella desde hace mucho pero el vestido sencillo de hoy se moldea a la perfección sobre
Estoy sumergida en un sueño, ni si quiera en un sueño podría ser tan feliz. Por primera vez en toda mi vida me siento amada y lo mejor de todo es que podría acostumbrarme a esa sensación.Es por eso que estoy aterrada ahora que se lo que se siente tengo miedo a perderlo todo, a volver a lo de antes. Nunca en toda mi vida nadie me había amado, bueno quizás mi hermana pero tampoco en exceso, siempre se nos regaño por las muestras de cariño. Me pregunto si será feliz en su matrimonio, ojalá y sea así.Este es nuestro tercer día en el campo, aveces me gustaría tanto tener una vida normal y no ser de la realeza. Supongo que añoro la sensación de libertad, desde que estoy aquí he decidido usar vestidos menos recargados aquí no estoy sometida a la opinión publica.Bajo a la sala, allí está Nana con Carlos, esta me hace un gesto para que no hable, me asomo a la cunita y veo como Carlos está dormido, me acerco y beso su cabecita.Salgo a pasear por la propiedad, aquí no necesito llevar compañí
Hace dos semanas que regresamos del campo allí me he sentido libre he sido simplemente feliz. Hoy es el día pactado para recibir a mi padre, pero como es una persona no grata para el reino nos encontraremos en un lugar apartado de las miradas inquisitorias.Voy sola Eduardo no ha podido acompañarme, aunque en el fondo prefiero que así sea, no necesito ningún tipo de enfrentamiento. Me acompañan cuatro guardias y otros tres van vestidos de pueblo llano. Eduardo ha insistido en mi seguridad no se fía de mi padre y para ser sincera yo tampoco.Llevo en el carruaje varias horas, me asomo por la ventanilla y veo que nos detenemos eso solo puede tener una explicación. Primero hemos llegado o segundo nos están asaltando los bandidos. Rezo porque se trate de la primera opción.Pasan unos minutos y no escucho voces de pelea, la puerta del carruaje se abre y uno de los guardias me ayuda a bajar.Estamos en una casa de campo, está lo bastante retirada de la civilización, no tengo miedo pero si q
Después de asearme la señora Antonia me trajo un vestido debió de ser de ella cuando era más joven. Se veía bonito y sencillo.Comí como nunca antes, después de no probar bocado en todo el día ese guiso de carne y la manzana que me ofrecieron me supieron a gloria.Me acomodaron cerca de la chimenea para pasar la noche, en la casa solo había un dormitorio y aunque me lo ofrecieron lo rechace amablemente que clase de persona seria dejando a dos ancianos dormir sobre el suelo y más si cabe en su casa.Me despierto con los ruidos de cacharros.— Niña vuelve a dormir aún es temprano.— dice Antonia desde el fogón de la cocina.No le hago caso me levanto y aunque parezca extrañó no me encuentro adolorida más bien estoy descansanda. Le ofreció mi ayuda y ella me pide que barra la casa, cojo la escoba sin saber muy bien que hacer la comienzo a mover de delante hacia atrás. Puedo escuchar como ella se ríe.Se acerca a mí y me indica cómo hacerlo, después de un rato se como hacerlo. Después de r
EduardoCasi dos días han pasado y no hay noticias de María, nunca debí permitir que fuera al encuentro de ese bastardo.Todos mis guardias han acabado muertos pero de ella no hay ni rastro, eso me da fuerza para pensar que sigue con vida. No he dejado de buscar, estoy removiendo el cielo y la tierra.Escucho voces en la entrada del palacio, alguien parece gritar mi nombre. Bajo hasta la puerta y veo a un hombre mayor. Al verme hace una reverencia.— Qué es lo que pasa señor?— — Majestad perdóneme por importunarlo, pero es suma urgencia que le entregué esto a usted personalmente.— dice el hombre tendiendo sobre mi mano un papel y un pedazo de cuero.Me fijo bien y puedo observar que se trata de una pulsera, un flash atraviesa mi mente, es la pulsera que le regalé a María, desdobló rápido el papel y comienzo a leer la carta.Cuando termino de leerla doy un suspiro de alivio. — Preparen los caballos y a mi guardia partimos en unos minutos.—digo severo.— Su majestad perdone mi atrevi
— María baja, el peligro ya pasó.— Al fin puedo salir de la pequeña habitación, necesito estirar un poco las piernas y con suerte podré salir al exterior a tomar un poco de aire fresco.Me quedo parada en el principio de las escaleras, no puedo creer lo que mis ojos ven. Delante de mi se encuentra Eduardo con su típico semblante serio, inmediatamente una sonrisa se forma en mi rostro, bajo las escaleras aceleradamente y me lanzo hacia él.— Dime qué no es un sueño?— digo pegando mi cabeza a su pecho.— Claro que no, soy real ya estoy aquí y no me separaré de ti jamás.— dice Eduardo levantando mi cabeza y uniendo sus labios a los míos.Me separó un poco avergonzada y vuelvo a hundir mi cabeza en su pecho.— No sientas pena, todo está bien. No es malo que unos esposos se besen en público. Carlos echa mucho de menos a su mamá, mañana volveremos a palacio.— dice en modo tranquilizador.Nos quedamos largo rato parados en el mismo sitio, solo nos miramos, no necesitamos nada más en estos m