*Tyler*Nos montamos en esas barcas mientras ella miraba a nuestro alrededor, como asegurándose de que nadie nos escuchaba, ella suspira y se relaja.— Lo siento —me mira algo cortada y cabreada.— ¿Me piensas contar ahora qué pasa? —pregunto histérico.— Sí…— Bien, pues te escucho.— Te parecerá una locura y si después de esto quieres dejar de verme o hablarme puedes hacerlo de todas formas, nos conocemos de hace menos de veinticuatro horas.— Te sorprendería las cosas que he visto, tú cuéntame y ya veremos qué pasa, luego intento ser comprensivo.— Vale… —respira profundo y luego suelta aire—. Mi padre es un capo muy importante, esos hombres que nos estaban siguiendo trabajan para él, son mis guardias.Me quedé atónito, sabía que algo estaba pasando, pero no me imaginaba esto.— Sé que es difícil de tragar, pero yo no soy como él.— ¿Cuántos años tienes? —ella se sorprende por mi pregunta, como si le hubiera ofendido de cierto modo.— Veinticu
Hoy me había dispuesto a trabajar durante todo el día, los niños estaban con Liam y Eva, así que no tenía que preocuparme por llegar temprano a casa. Prácticamente, todos se habían ido a casa después de haber terminado su jornada de trabajo y solo quedábamos los guardias, el servicio de limpieza y yo con mi soledad. Quise aprovechar para mandarle un correo al responsable de recursos humanos para que encontrara a un nuevo empleado para sustituir a Tyler en su ausencia, es un puesto importante que no puedo dejar a la intemperie. Cuando miré el reloj marcaban las siete, solo había comido unos fideos que había pedido que me trajeran y unas varias botellas de agua. Me dispuse a recoger mis cosas para marcharme e irme al hospital a ver cómo seguía Tamy cuando siento que alguien había entrado a mi despacho, lo primero que pensé es en coger algún objeto que tuviera cerca como una figura de metal que tenía al lado. Me asusté tanto que al girarme casi le doy en la cabeza a Max, que estaba parada
Aunque no lo haya querido de esta manera, estás dos últimas semanas han sido caóticas, Tamy salió del hospital para volver a casa, aún no recuerda nada, así que para evitarle un daño mayor blindamos la habitación del bebé que estaba decorando con tanto amor. Los médicos nos advirtieron que no sería nada fácil el proceso de recuperar la memoria, que todo llevaría su tiempo, así que lo único que podemos hacer por ella es comportarnos como si no hubiera sucedido nada. Es difícil mantener el ritmo en el trabajo cuando tienes que estar pendiente de los tuyos, pero no puedo permitirme un día más de descanso. Mi cercanía con Max se ha hecho notar por todos, tanto es así que hasta en las revistas de cotilleo no paran de hablar de nosotros, no puedo negar que desde la última vez que estuve en su casa no dejo de pensar en otra cosa que no sea su cuerpo, ni sus tatuajes, sus labios…; me ha ayudado tanto estas semanas que no puedo evitar apreciar cada detalle. Aunque siga sintiéndome confundida,
*Emma* Había despertado, me sentía algo mejor después de tanto llorar, no me había percatado de que estábamos llegando a un lugar familiar. — ¿Dónde estamos? —me incorporé abriendo un poco más los ojos. — En los Hamptons, pasaremos aquí unos días —me quede pasmada por un momento. — Espera… no puedo, los niños, la empresa, Tamy —sujeta mi mano. — Emma, tranquila —me mira por un segundo—. Todo está solucionado ¿Vale? Los niños vienen aquí mañana igual que los demás. Me quedé pensando. — ¿A quién te refieres con los demás? — Pues… James, Tamara, tu ex y su mujer… todos —dice serio. — Pero… — Mis padres van a organizar una fiesta y tenían muchas ganas de que vinierais, ver a los niños y eso. — ¿Y a los niños también incluye a Lara? —no preguntaba por mal, la verdad es que esa niña era un cielo y se parecía tanto a Max que no he tenido oportunidad de conocerla mucho. — Sí y Loren también —suspiro. — Ya veo. — Emma… sé que no teng
*Maxwell*Sé que se había molestado, yo deseaba ese beso tanto como ella, pero no quería adelantarme a los acontecimientos. En realidad, ese momento era especial, ella y yo solos en la nieve, disfrutando el uno del otro como si fuéramos unos simples niños, quería verla así por un momento, feliz. Si hubiera llegado a besarla tendría que volver a lidiar con sus sentimientos, confundida entre si me quiere o quiere a Tyler, pero yo sé lo que de verdad siente su corazón y es a mí a quien ama.Cuando se fue corriendo por las escaleras noté lo mucho que se había molestado, pero no tenía otra opción. Entré a la sala dónde se encontraban mis padres pasando la tarde como de costumbre.— Hijo… —dice mi madre—. ¿Qué le has hecho?— ¿Qué le he hecho a quién? —me hice le loco.— Sabes perfectamente de lo que está hablando tu madre —dice papá.— Cosas nuestras que no os concierna —no tengo porque darles explicaciones.— Maxwell —sé lo que iba a decir mi madre, pero la detengo antes de que hablara.—
Un rayo de luz daba directamente a mi cara, intentaba taparme con la manta para no levantarme de la cama, pero después recordé lo que había pasado hace pocas horas, me quité la manta y miré el reloj que había en la mesa, era las diez de la mañana y yo aún seguía en la cama. Mire a mí alrededor dándome cuenta de que no estaba en mi cuarto, si no en la de Max, del que por cierto no estaba. Fui hacia el baño para ver si estaba ahí pero no, así que supuse que se había ido a alguna parte. Chico madrugador pensé. Me puse el pijama que llevaba puesto anoche y antes de salir por la puerta para ir corriendo a mi cuarto alguien abre de sopetón dándome en el pie, y joder que si abrió con ganas que me caí al suelo del dolor.— Perdona ¿Te he hecho daño? —dice Max con una bandeja en la mano dejándola en la cómoda.— No… que va… solo estoy aquí en el suelo para apreciarlo —dije molesta y adolorida.— De todas formas ¿Qué hacías ahí parada en la puerta? —intenta no reírse en mi cara, se sienta a mi
*Loren*Había salido temprano de casa con Lara porque nos habían recogido para ir a los Hamptons, estaba nerviosa, no sabía que era lo que me iba a encontrar al llegar y mucho menos que Vivian y Will me recibieran con los brazos abiertos. Sé con certeza que me odian por alejar a Max de Emma, muy egoísta de mi parte según ellos, pero a mí eso no me importaba y mucho menos la cara de desaprobación que me lanzaba Will. No se tardaba tanto en llegar así que por el camino iba jugando con Lara para que no empezara a llorar y agobiarse, no le gustaba nada estar mucho tiempo en el coche. El chofer paró, baje un poco el cristal para comprobar que habíamos llegado.— Ya hemos llegado señorita Foster —comentó amable—. Le ayudaré con las cosas —comenta saliendo del coche para coger las maletas.— Gracias —le contesté y cogí a mi hija en brazos.Ahí estaba, frente la gran mansión, la nieve solo hacía que fuera más majestuosa.El mayordomo me recibió, puso cara de asombro pues claramente no
*Loren*Esta fiesta era algo aburrida, todas las mujeres que estaban aquí me miraban con desprecio y algunas eran amigas o supuestamente amigas de mi queridísima madre, podía ver cómo murmuraban sobre mí, era algo que no podía soportar. Me fui directamente a buscar una copa, no podía aguantar ni un minuto más sin beber algo. Pensaba que me iba a quedar tranquila, pero tres de esas mujeres que no paraban de mirarme se me acercaron a mí.— Pensaba que las amantes no asistían a este tipo de fiestas —dice la rubia descaradamente.— ¿Cómo dice?— No te da vergüenza mostrarte ante gente tan educada, estás dejando mal a esta familia tan distinguida.Iba a contestarle, pero un hombre nos interrumpe.— Disculpen la interrupción, pero no podía dejar de oír esas horribles palabras que según usted una mujer distinguida no puede decir. Pensaba que las mujeres con dinero eran más educadas, pero creo que me he equivocado —no podía dejar de mirarle.— ¿Cómo se atreve?— No, se