Washington D.CAlicia Montes de CarbajalFinalmente arribamos al aeropuerto de Washington, halo nuestras pocas maletas mientras los niños caminan frente a mi sin perderlos de vista.Han pasado muchos años de la última vez que viaje a este país, aunque también se supone que es el mío por nacimiento no me siento que pertenezca a este lugar, mi corazón se quedó en mi amado México, donde por muchos años fui sumamente feliz con mi pequeña familia hasta ese fatal día.Ahora en la ciudad está lloviendo algo típico en este lugar permito que unas cuantas gotas coincidan con mi rostro, manteniendo a los chicos unos pasos atrás en lo que llamo por un taxi.Dónde nos quedaremos debo agradecerlo a los señores Ortiz que se comunicaron con un conocido que alquila apartamentos a un precio económico en la ciudad.Miro la dirección en mi mano apretando con fuerza el trozo de papel haciendo con un pequeño gesto para que mis hijos se detengan.—Niños, esperen aquí no quiero que se moje pediré un taxi par
Alicia Montes de Carbajal Ciudad de México. D.F -Alicia es una verdadera pena, pero me temo que está es tú nueva realidad querida. Lamentable con la muerte de tú esposo su empresa, quedó en manos de su socio por un acuerdo que llegaron a establecer ellos en su momento. Sin embargo el incumplió con los contratos que tenían, ahora se ha vuelto un serio inconveniente, todo esto llevando a infinidad de problemas para la compañía. Que en este momento debemos remediar si queremos evitar que las compensaciones por incumplimiento nos lleven a enfrentar demandas legales. -Señor Ortiz disculpe si no logro entender que trata de decirme… -Querida no sé cómo decirte esto. Pero tú y tus hijos han quedado sin ningún centavo -¡Dios cómo esto es posible! -Su socio vacío la empresa llevándose todo con él mí querida Alicia. A ustedes solo les queda deudas a pagar. Para las cuales me temo tendrás que poner a la venta lo poco que no esté en empeño. ¡Santo Dios! Mi esposo murió hace ocho días, ahora m
Maximiliano Carbajal Washington, Estados Unidos. -Mi pequeño no puede estar muerto ¡Esa mujer tiene la culpa! Maximiliano debes ir a México y averiguar qué ocurrió con tú hermano –Dice, mi madre con lágrimas en sus ojos. En este momento está desconsolada con la noticia de la muerte de mi hermano Marcelo. Marcelo cuántos años han pasado del último día que nos vimos por última vez. Cuando mi hermano llegó de repente a casa durante mis vacaciones para anunciar que iba a casarse con una chica que conoció en su universidad. Recuerdo su discusión con mis padres porque no estaban de acuerdo con ese matrimonio, porque para ellos su elección de esposa no era todo lo que esperaban para la futura mujer de un Carbajal. -Mamá es quien amo, no puedes tratar de imponerme quien debe ser mi esposa. Ella, es una mujer buena. Si, se dieran una oportunidad de conocerla verían cuan valiosa es y su corazón puro. Pero mi madre al igual que mi padre estaba renuente a dicho matrimonio. Incluso yo lo es
Alicia Montes de Carbajal -¿Qué hiciste que tía Jaqueline? –No, lo puedo creer ella se atrevió a buscarlos. -Debía hacerlo de lo contrario tú no moverías ni un dedo para hacerlo. Porque prefieres morirte de hambre en lugar de aceptar su ayuda muchacha tonta. Tienes una idea ¿Cuánto dinero tiene esa familia? Darte unos pares de miles no afectara en nada sus bolsillos. Piénsalo bien es por tus hijos que lo hice… -Para ahí tía Jaqueline. Tú, no hiciste esto por mis hijos. Si no por ti, porque te aterra estar sin dinero. Te recuerdo que no tienes por qué sufrir con nosotros por ello. Ya que tú tienes tus ahorros y la casa de mis padres para estar tranquila. Puedes dejar de preocuparte quieres tía… -Si, que eres una muchacha que no agradece nada. Gaste parte de mis ahorros para ir a los Estados Unidos a buscarlos. Y es de esta forma que me agradeces. Todo lo hice por tus hijos y voz. Pero mis esfuerzos no valieron la pena. -Gracias, tía. Pero nadie te pido que hicieras eso entiendes.
Maximiliano Carbajal-Seguro que esta es su dirección exacta – Murmuro tratando de contener mi mal genio.No, me agrada que quieran pasarse de listos conmigo. Ese fue precisamente la intención de su tía ¡Verme la cara!-Sí, señor Carbajal. No, existe ningún error esta es la dirección de residencia de su cuñada y sobrinos. Desde un tiempo –Debe ser una maldita broma.Donde mi mirada se detenga veo infraestructura desgastada y suciedad. ¿Cómo esa mujer se atrevió meter a mis sobrinos en este lugar?-Max nos preocupamos por el lugar después. En este momento nuestra prioridad es otra, debemos hablar con tú cuñada para convencerla salir de este barrio –Me recuerda Margot. Mi amiga no sabe que estoy ocultando mis verdaderos motivos para estar aquí. Para ella, venir aquí es una manera de ayudar a la viuda de mi hermano. Pero mis intenciones son diferentes. Mis padres me enviaron con un solo objetivo llevar a mis sobrinos conmigo sin importar los medios. Información que no pienso compartir c
Alicia Montes de Carbajal -Mi Alicia finalmente obtendré de ti lo que deseo. Tú tía es muy buena negociando sabes ¿Cuándo se enteró de mis intenciones contigo? Acudió, para ofrecerme un trato –Mi tía Jaqueline me había vendido a este hombre por unos cuantos pesos. ¿Cómo pude ser tan ingenua para confiar en sus buenas intenciones conmigo? Nunca, fue buena incluso cuando era solo una niña indefensa. Menos ahora que represento una moneda de cambio para ella. ¡Dios mío como pude ser tan inocente! Con esa mujer. -Usted manténgase lejos de mi ¡No voy a permitir que me toque! –Hablo elevando mi voz tratando de mantener mi calma. Durante todo este tiempo ese hombre vivió detrás de mis pasos. Acaba de convertirme en viuda cuando decidió aparecer en mi vida. Con la excusa de ayudarme como un amigo. Fue mi tía quien lo trajo a mi vida y es ella quien insiste en mantenerlo cerca de nosotras. -Alicia, ahora eres una viuda con dos pequeños por mantener que tiene de malo aceptar mis intencione
Alicia Montes de Carbajal Mantengo mis ojos cerrados prestando atención a cualquier sonido que me diga donde estoy. Lo último que recuerdo antes de perder la conciencia fue ver a ese hombre entrar en la habitación. Para mí fue un shock ver su rostro mi cerebro no podía creer lo que mis ojos estaban viendo mi Marcelo, su rostro en esa persona ¿Cómo era eso posible? -Alicia, sé que estas despierta puedo notarlo en tú respiración, puedes dejar de fingir -Al escuchar su voz contengo mi respiración -Vamos, mujer abre tus ojos debemos hablar sobre muchas cosas importantes. De acuerdo, para que seguir fingiendo aquí vamos. -Sobre que debemos hablar. Es claro que eres pariente de mi marido, solo que no entiendo ¿Por qué son idénticos? -Suelto, como una tonta porque mi respuesta a esa declaración está en mi cabeza gritando burlas por mis palabras. -En serio, no se te ocurre nada, Alicia pensé que eras más lista – Genial, ahora el clon de Marcelo me insulta. Cogiendo valor me obligó a to
Alicia Montes de Carbajal El profundiza su beso dándome una sensación extraña en el estómago, que a pesar de ser brusco conmigo despierta anhelo y recuerdos sobre mi primer beso con mi esposo Marcelo. Poco a poco su furia mengua convirtiéndose en algo más dulce, escucho como murmura mi nombre, pero no lo dice completo. Sino que me llama Ali manteniendo sus labios unidos a los míos, presionando mi cuerpo sobre las sabanas. Mi mente comienza a confundirse por ser llamada de esa manera. Solo en una ocasión Marcelo me dijo de esa manera. Fue en nuestro primer encuentro… El me recuerda ese día… Mi abrumada mente esta confusa quizás mi necesidad de recuperar a mi esposo me hacesoñar solo por breve momento. -Deja de pensar en mi hermano Ali estoy aquí Yo estoy vivo –Sus palabras me parecen muy extrañas porque su tono es dominante pero se acompaña de sentimientos que desconozco. ¿Cómo puede ser si este hombre apenas me conoce? Unos golpes a la puerta que se siguen por una voz femenina me