HOLA HAY DOS CAPÍTULOS NO OLVIDES LEER AMBOS ♥
Archi tocaba su herida, y miró, no era tan profunda, pero sangraba —¡Archi! —gritó Rocío —Estoy bien… —dijo con voz débil, escucharon de la radio que el hombre tenía un mensaje con claridad «Estamos llegando, traemos tres convoyes con hombres armados, estamos llegando, cambio y fuera» Archi abrió ojos enromes, su herida dolía, pero la soportaba —¡Vámonos! Todos ¡Retirada! Vienen por nosotros, debemos huir. Franco hizo sonar una chicharra, todos se reunieron, debían huir, tomaron las camionetas, los caballos, dejaron todo ahí, incluso debieron abandonar a sus muertos, solo llevaron a los heridos. Archi fue en un auto que manejó Franco, Rocío intentaba hacer que dejara de sangrar, ella lloraba —¡¿A dónde iremos?! —preguntó Franco desesperado —¡No lo sé! —exclamó Archi frustrado—. Llama a Aaron, tal vez puede ayudarnos. Cuando Franco intentó llamar, no pudo enlazar ninguna llamada. Estaban angustiados, cuando una llamada entró —Hola. —¡Les tendieron una emboscada! —exclamó el
Aaron se detuvo y sostuvo a Lana de la mano —Tengo un regalo para ti, no quería dártelo, no hasta nuestra luna de miel, pero, quiero hacerlo ahora, porque te amo, y solo quiero gritarlo. Lana sonrió y acarició su rostro —Debes decírmelo ya mismo, no me ocultes nada. Aaron sonrió —Cierra los ojos para que te dé mi sorpresa. Lana le miró divertida y cerró los ojos —No vayas a abrirlos, hasta que yo te diga, ¿Lo prometes? Ella asintió Él se arrodilló ante ella, abrió una caja con dos anillos, eran de oro blanco, y con piedras de zafiro incrustadas. —Bien, puedes abrirlos. Lana los abrió y vio a Aaron ante ella, se sorprendió muchísimo y sonrió tan feliz, sus ojos brillaron, estaba conmovida —Mi amor, ¡¿Qué es esto?! —exclamó sorprendida —Pensé en ti, en todo el tiempo que perdí lejos de ti, sin amarte como lo merecías, eso sigue pesando en mi conciencia, pero, no más, ahora quiero, hacer mi más grande promesa de amor, una inquebrantable, y que nos durará por todas las vidas,
—Larissa… Larissa… Rocío abrió los ojos, y escuchó a Archi balbuceando ese nombre, se irguió enseguida, acercándose a él, le dolió verlo tan mal, sus ojos se volvieron llorosos. Salió tan rápido de la cabaña, buscaba a Franco y a Martín —Salieron a una comunidad cercana, es que hirieron a varios de nuestros hombres, fueron a ver si pueden salvarles la vida. —¡Archi, está muy enfermo! —¿Por qué no llamamos a la curandera? —¿Curandera? —Bueno, dicen que es una bruja, pero ha salvado a muchas personas enfermas. —¡Sí! Haz que vayan por ella, y traigan ya mismo. La mujer corrió a obedecerla y Rocío volvió con Archi. Alex salió del despacho de Aaron, dejándolo a solas con Damiana —¿Qué dices? ¿Cómo que vas a casarte? ¿Con quién? —exclamó —Es un hombre maravilloso, se llama Terrance, me ama, lo amo, así que, no tenemos nada que pensar, queremos casarnos inmediatamente. —¿Inmediatamente? ¿No hay algo más que debas decirme? —¿Acaso vas a oponerte a mi felicidad? Aaron la miró con
Cuando Archi abrió los ojos de nuevo, era otro día, Martín Luna estaba a su lado—¿Cómo estás, muchacho? ¿Cómo te sientes? —preguntó el doctor al verlo reaccionar—Bien, mejor, ¿Qué me pasó? —dijo, aunque aún estaba adolorido—No te muevas mucho, Archi, aun tu herida no cicatriza.—¿Cómo están todos? —exclamó con angustia—Hay más de cincuenta muertos, algunos heridos.Archi bajó la mirada con pesar—¡Malditos! ¿Cómo es que nos hallaron? —exclamó Archi—Hubo un traidor, pero fue asesinado, ahora ya no tenemos más traidores —aseveró FrancoArchi cerró los ojos con rabia, pensando en los traidores, luego Larissa vino a su mente.—¿Y Aaron, Larissa? ¿Se comunicaron con ellos?—No, estamos en Barza.—¡¿Barza?! —exclamó incrédulo—Es el único lugar seguro ahora, Aaron.ÉL tragó saliva y asintió—Quiero hablar con Aaron.—Intentaré llamarlo, tenemos un teléfono, pero tememos que sea intervenido —dijo Franco.Él salió e intentó tomar señal para llamar a Aaron Greene, pero vio a unos hombres f
Rocío chilló atormentada, y negó, pero Archi ya no le creía nada—¡Dímelo!—Es que, ella no es mujer para ti, ella no…—Dime que le dijiste, ¡Dímelo!—Nos vio juntos, en la cama, es que estabas dormido, yo quería estar contigo…Archi cerró los ojos, manoteó y la mujer cayó al suelo llorando—¡Eres mala! Sabes que no me importas en lo absoluto, y arruinaste mi relación, ¡¿Sabes cuánto he luchado por mi amor?!—Yo… quería hacerte feliz, Archi.—¿Feliz? ¿Crees que me hiciste feliz? Era feliz con Larissa, ahora lo has arruinado todo.—¡Más te vale que pueda recuperarlo! O nunca te lo voy a perdonar —aseveró mirándola con rabiaArchi se quiso levantar, y Martín Luna que llegó corrió a él—¡No te levantes! ¿Qué crees que haces? Me ha costado mucho hacer que esa m*****a herida cierre para que ahora la abras por impulsos, estás mal, tuviste una infección terrible que no se curaba, ahora, no te permitiré que te enfermes de nuevo. Afuera te necesitan.Archi lanzó un suspiro—Tengo tantos problem
Lana tenía todo listo para la cena. Aaron estaba en su despecho, cuando Alex entró —¿Pasa algo? —Aaron, he decidido que me casaré con Larissa como ella lo quiere. Aaron se levantó, su mirada era severa, no podía aceptar que Alex dijera eso —¿Enloqueciste? —¿Por qué dices eso? Siempre quisiste que fuéramos cuñados, ¿Qué fue lo que cambió? —Lo único que cambió son los sentimientos de mi hermana, Alex, ella no te ama, ama a Archi, ¡¿Cómo te quieres casar con una mujer que no te ama?! —exclamó frustrado —Pero, yo la amo, entiende, yo haré que ella me ame, sé que no le soy indiferente. —No se trata de la indiferencia, entiende, una chispa de deseo o pasión, no es amor, y solo sufrirías, porque cuando eso, pase, si no hay amor que sostenga una relación, se irá al carajo —sentenció —Nuestra decisión está tomada, Aaron, lo quieras o no, Larissa y yo somos adultos, es nuestra decisión. Aaron asintió —Bien, como quieras, entonces, únete a la cena de esta noche, Alex, ahí también podr
Aaron bebió toda su copa de un solo trago, miró al hombre con recelo. Luego tomaron asiento en el comedor. Lana y Larissa llegaron juntas al salón, Terry estaba de espaldas de modo que no pudo verlo, apenas entró, Aaron le señaló la silla a su lado izquierdo para que se sentara —Bienvenidos —dijo Lana, ella caminó hacia donde Aaron le dijo, no miró a nadie, tenía la mirada baja. —Muchas gracias, señorita Randle. «¡Esa voz!», pensó, levantó la vista y lo vio frente a ella, era él, sus ojos azules, su rostro idéntico, Lana abrió tanto los ojos, creyó que podrían salir de sus cuencas. —Lana, él es Terrance Ellis, es el prometido de Damiana. —¿Prometido? —Así es, Lana, vamos a casarnos. Damiana tomó la mano de Terry, él la besó con falsa dulzura. Lana sintió que se descompensaría. —Felicidades —dijo y sintió que su corazón latía con rapidez—. Les pido un permiso Ella salió tan rápido de esa habitación como pudo. Aaron la miró extrañado de su actuar sin entender que era lo que
Aaron dio un paso hacia Terry, lo sostuvo del cuello con fuerza bruta, Terry sintió que se quedaba sin aliento. Lana tuvo un miedo terrible —¡Aaron, por favor! ¡Detente! Lo vas a matar —exclamó asustada, al ver a Aaron tan enfadado y descontrolado. —¡¿Qué demonios haces aquí?! ¿Qué pretendes haciéndote pasar por el novio de mi hermana? ¿Meterte en mi casa, para robarme a mi mujer? Terry lo miraba con furia, luego Aaron lo soltó, se alejó de ellos, caminando tan rápido. Lana intentó ir tras él, y sintió como Terry tomó su mano. —¡Vámonos, Lana! Tú eres mía, me perteneces —dijo —¡Estás loco! —exclamó ella liberándose de su agarre. Cuando Aaron volvió, traía un arma consigo, él apuntó directamente a la cabeza de Terry. Lana gritó que se detuviera, sollozando asustada. Damiana, que se levantó al escuchar tanto ruido y miró tal escena, bajó a toda prisa, conocía a Aaron, era probable que disparara estando tan enfadado, para no medir las consecuencias de sus actos. —¡Eres un desgr