(JHAZLYM ESCOBAR) ¿Qué es el amor? Ni adultos ni adolescentes conocen su significad, pero ahí van, a enamorarse como si no existiera un mañana, como si nada importará, como si solo bastará un momento entre ellos para que sea suficiente. Sea como sea, Jhazlym se enamoró de un completo desconocido, de alguien que no conocía de nada, pero que vio tan solo un segundo y cayó directa a sus pies. ¿Había hecho mal en caer tan rápido? No tiene la mínima idea, pero tampoco se queja al respecta, ama ese pequeño momento que vivió con él. Joven y caliente, cuando eres uno, o lo otro, siempre pierdes la razón por cualquier persona que llamé la atención de uno, es justo lo que le pasó a ella. «¿De verdad me amo alguna vez André? Quisiera decir que así fue, pero ahora mismo, no estoy segura de eso porque su forma de actuar conmigo fue... No lo sé. ¿Por qué me odiaba? No entiendo porque razón me odiaba tanto André, él no me quería para él, pero tampoco quería que fuese feliz, me decía «Te Amo» cu
(JHAZLYM ESCOBAR) André sonrió malicioso y divertido, alzando una ceja, seductor. Jhazlym rodo los ojos, aparto la mirada y se humedeció los labios. —Eres un ridículo ¿qué estás haciendo? ¿Coqueteándome? Qué m****a ¿Soy tu juguete o qué soy para ti? André la miro y ensancho la sonrisa. —Quita esa m*****a sonrisa —dijo Jhazlym fastidiada a punto de abofetearlo. André ríe divertido y negó su cabeza lentamente, chasqueando su lengua, como si estuviera negándole un juguete a un niño pequeño. Algo que a Jhazlym enfurecía. —No seas agresiva mujer, relájate. Jhazlym suspiro ruidosamente, desviando la mirada, perdiendo la paciencia. —Deja de tratarme así. — ¿Cómo? André vacilo, acercando más su rostro al de Jhazlym. Se humedeció los labios, divertido, mirando fijamente los ojos de la peruana que no podía desviar la mirada. — ¿Qué haces? —preguntó ella con la voz temblorosa. —Sé que tú también lo deseas —respondió André en un susurro, chocando su aliento contra los labios de ella,
(JHAZLYM ESCOBAR) La peruana se distrajo con el teléfono unos segundos, sintiendo la incomodidad como ronda en cada partícula de su ser, estas personas no tolera ni un poco pero ahí está de masoquista, intentando ser amiga de personas que no la valoran como debe ser ni tampoco ven las fortalezas en ella, y ese amor que desborda. Pero sincera jamás pudo ser, ni siquiera con ella. Su madre, en silencio, cree que es la edad y más de una vez le dijo que tan equivocada es que estaba, pero ella decidió más de una vez, no escuchar, hacer caso omiso. —Jhaz, joder ¿a dónde vas? La dueña del nombre se volvió en dirección contraria cuando escucho la pregunta de Gino, no deseaba escucharlo, ni tampoco estar cerca de él, pero al parecer a él no parecía interesarle lo que ella deseaba porque se quiso acercar un poco más a ella, pero esto fue imposible. Frunció el ceño y rodo los ojos. Ese gesto preponte y a la defensiva, siempre presente. —Creo que sabes muy bien a donde quiero ir: ¡LEJOS DE TI
(JHAZLYM ESCOBAR) —Delicioso. Jhazlym cogió una pajita, le dio otra a Nini y ambas movieron sus correspondientes bebidas, probaron un poco de este, disfrutando del licor que ardía suavemente por sus gargantas. —Delicioso —dijo Nini, dejando reposar el vaso entre sus manos. Jhazlym asintió su cabeza, haciendo una ligera mueca de disgusto. Dejo descansar el vaso entre sus manos, para volver en sus pies y caminar hacia la sala, sentándose en el sofá de dos cuerpos. Nini la siguió, sentándose a su lado— ¿Quieres helado? Vi que tienen un poco en el frigorífico —le preguntó Nini, bebiendo otro sorbo de su bebida alcohólica. Jhazlym asintió su cabeza en un gesto temeroso, acercando el vaso a sus labios, bebiendo muy despacio de su vaso. —En la alacena hay galletas de chocolate y miel. Nini asintió y camino hacia la cocina, Jhazlym la siguió segundos después, sacando los recipientes medianos, partió las galletas, mientras Nini servía el helado de chocolate. Alguna vez había escuchado a su
(JHAZLYM ESCOBAR) «Ese día mi cabeza dolía muchísimo, no podía creer lo que acababa de hacer, decirle la verdad a Gino, jamás creí que sería suficientemente fuerte para decírselo, jamás lo imagine. Pero ya las cosas estaban hechas ¿no? Ya todo estaba dicho, estaba finalizado o al menos eso es lo que creí, lo que imaginé, pero todo estaba saliéndose de control, mis sentimientos seguían siendo los mismos, excepto por algo, que había empezado a odiar a Gino. Él cada vez más, me hacia la vida imposible, me hacía querer desaparecer, evaporarme de la faz de la tierra. Pero... el sentimiento murió cuando conocí a Adam, salimos por un tiempo, cibernéticamente, ya que vivíamos en la misma urbanización, pero no teníamos tiempo para conocernos. Hasta que él día llegó, el día que me entere que era solo un juego para él. Nos conocimos, salimos y me entere que había besado a su ex novia, haciéndome sentir una completa idiota». Jhazlym Estrada se acomodó la playera blanca, aliso las puntas de
(JHAZLYM ESCOBAR) «¿Lo eche a perder?, se preguntó por un segundo y luego vaciló meneando su cabeza en negación. No, claro que no. Fui sincera… si no le agrada ¡que se joda!», pensó Jhazlym alzando una ceja y haciendo una mueca de disgusto. —En fin ¿vas hablar? —le preguntó Jhazlym, recorriendo su mirada por el rostro tensó de Adam. Éste pestañeo un par de veces, intentando salir del trance en el cual se encontraba. Jhazlym cambio el peso de sus caderas y tamborileó sus dedos en cuanto llevo otra vez sus manos a sus caderas. —Jhaz… —susurro Adam en voz muy baja. Jhazlym lo observo como si le estuviera preguntando «¿ya?, ¿Vas a decirlo por una jodida vez?» Adam tragó saliva y se volvió a humedecer los labios, nervioso. — ¿Qué? —masculló Jhazlym en un suspiro largo y ruidoso. Adam fijo su mirada en ella, nervioso y abrió la boca, pero luego la cerró. Esto hizo enloquecer a la ariana que se llevó las manos al cabello, atando su melena suelta en una coleta—Adam ¿vas a decir por una ve
(JHAZLYM ESCOBAR) «No es la primera decepción amorosa, en estas noches ya exploré algunas citas que tuve con algunos hombres que honestamente no quisiera recordar, pero por supuesto, si lo sigo ocultando en lo más profundo de mi ser, creo que nunca voy a sanar. Me prometí que, para llegar a ser mi pareja ideal, porque así llegó a mi propia pareja ideal (ejem, mi billonario), tendría que sanar todas esas etapas, momentos y situaciones que guardé en lo más profundo de mi mente. Creo que tengo culpa de eso porque son muchas cosas que no me tome el tiempo de enlistar, y tampoco quiero hacerlo. ¿Es por qué lo evado? Puede ser, pero cada que me siento a escribir no se siente bien, no puedo sentirme en calma de ninguna manera y no me gusta, no me gusta sentirme así porque me siento como una inútil para después optar para descartarlo como todo lo que estuve haciendo desde el primer momento en que inicie todo esto. ¿Está bien? No, no lo está, pero creo que no importa, solo tengo que hacer lo
(JHAZLYM ESCOBAR) —No, vamos a salir todos. Jhazlym renegó en silencio, apretando los puños antes de caminar de vuelta a su dirección, tropezando con el colchón inflable en la que su prima pequeña estaba durmiendo. Maldijo en silencio, alzó el edredón delgado para poder doblarlo, luego la sábana y las almohadas, llevando todo a la sala para poder guardar el colchón debajo de la cama y poder tender su cama esta vez. Prefiere moverse primero antes que su madre la esté gritando y molestando. Más tarde saco todo de la cama para poder tender la cama antes de que meterse a la ducha después de sus primas. La pequeña de ellas antes de que desaparezca Jhazlym en el baño la abrazo sin importar que estuviese envuelta en la toalla y media mojada. —Hola, Jhazy —se paró de puntitas para dejar un beso en su mejilla antes de soltarla, que la mayor aprovecho para abrazarla por unos segundos más, porque eso justamente necesitaba: un abrazo—. Alístate, y vamos, vamos. Su prima menor festejo, pero la