¿Crees que Jonathan y Amy se encontrarán en los Hamptons?
Esa noche Amy llegó a un departamento con una linda vista al mar era pequeño estaba amoblado, no pudo evitar recordar que un día Jonathan le dijo que compraría una linda mansión en ese lugar pero que no le diría a su familia porque ese sería su refugio para los dos. Guardó sus cosas esa noche, tomó esa fotografía la miró una y otra vez, por meses se convenció que había olvidado a Jonathan y ahora estaba hasta peor que cuando se separaron. Sentía que el corazón se le hacía pedazos se daba cuenta de que aún lo amaba y le dolía saber que estaba con otra, nunca se sintió tan culpable de su partida como en ese momento. Por su parte a sólo un par de millas de ahí Jonathan llegaba a la mansión con todo un equipo que lo ayudaría a seguir su tratamiento, el lugar era lo suficientemente grande como para tener todo el personal necesario. Tenía dos enfermeras permanentes, Jeff estaría visitándolo cada tres días, incluso hasta un chef que se encargaría de preparar su alimentación cuidad
Amy se había dado cuenta de que nada cambiaría sus sentimientos por Jonathan, pero si él era feliz con alguien más lo aceptaría, era hora de volver después de todo ese tiempo sentía que debía regresar a la oficina y continuar con su vida. Haría su última caminata por el lugar, de pronto se detiene frente una mansión, debía reconocer que era simplemente hermosa y pensó «estoy segura de que así sería el lugar que Jonathan describiría como perfecto» No pudo evitar una sonrisa casi melancólica era esa mezcla de podríamos estar juntos en un lugar como este y la realidad que significaba el ahora sólo poder verla desde la distancia. Justo está pensando eso cuando ve salir a Jeff desde el interior mientras él se puso pálido al verla. —Hola Jeff ¿Qué haces tú por aquí? —preguntó ella. —Vi… vi… vine a ver un paciente —respondió tartamudeando con los nervios que sintió al verla. —¿Qué te sucede estás bien? —Si, si claro… ¿Cómo estás tú?, ¿qué haces por aquí? —Vine a pa
Si Amy se hubiese enterado de que su encuentro con Jeff tuvo un testigo desde la ventana tal vez Jeff hubiese estado en peligro. Jonathan casi no cabía de la felicidad, la había visto, estaba tan cerca y tan lejos a la vez, pero ella estaba ahí, vestía simple y sencilla una blusa rosa, unos jeans y unos zapatos casuales, llevaba el pelo suelto que parecía volar suavemente con la brisa, se veía hermosa más bella que nunca. Desde su ventana con mucho cuidado de no ser visto le tomó incluso algunas fotografías quería guardar ese momento casi perfecto, sus ojos se llenaron de lágrimas al verla, ya le había avisado Esteban que estaba cerca, aunque nunca imaginó que tanto, incluso el detective constantemente le enviaba fotografías. —Muy pronto, muy pronto volveremos a estar juntos te lo prometo —le decía a la fotografía que tenía en su celular —vendremos a este lugar que compré para ti, veremos los atardeceres sentados en la arena juntos frente al mar. Cada vez los deseos de Jonathan
Amy llegó a la estación de policía seguida por Tosha, Esteban, Jason, Carlo y en el camino Esteban le llamó a su amigo Andrew Clements ya que él tenía más experiencia en ese tipo de casos, esta vez quería estar seguro de que Amy contaba con toda el ayuda necesaria. Amy entró totalmente decidida a la estación de policía esta vez era muy distinta, ni una sola lágrima rodaba por sus mejillas, hacía ya unos meses de la confesión de Hannah y no le permitiría que le volviera hacer daño. Mientras tanto Hannah estaba ahí esperándola con su tono altivo lista para querer destruirla y más aun sintiendo que podría seguir las indicaciones de Keith y al verla en tono de víctima con lágrimas preparadas comenzó su show. —¡Al fin apareces, tú que eres una loca agresiva eres un peligro para la sociedad! —le gritó. Amy sólo la miró fijamente mientras dejaba que Hannah siguiera su montado show. —De seguro por eso mi hijo te dejó, porque eres una loca, podría apostar que hasta lo lastimaste f
Cuando Jonathan comenzó a leer los mensajes de Tosha supo que ya no había nada que hacer que era hora de volver a la ciudad y hablar con Amy así que llamó a Jeff para contarle lo que sucedía. —Amigo debo volver no se si Amy aceptará que vuelva a la casa. —De seguro lo hará, ella no ha dejado de amarte incluso aun pensando que tenías otra. —Yo me siento bien. —Lo que ahora sigue para ti es que mantengas este cambio en el estilo de vida que tienes y algo de acción te va a ayudar ya han pasado varios meses de la última cirugía, es más, hasta sería recomendable y ya sabes a que me refiero. —Es bueno saber eso —dijo con una sonrisa Jonathan. Y acordó con Jeff seguir haciéndose exámenes y para estar seguro de que todo estaría bajo control, llamó a su personal para que se retiraran y comenzó a preparar las cosas para salir de vuelta a la ciudad en un par de horas. En su mente pasaban mil ideas y preguntas, como vería nuevamente a los ojos a Amy era la más importante, despué
Mientras tanto en la ciudad todos conectados a través de mensajes en grupo trataban de encontrar a Amy y también a Jonathan, Jeff y Cathy se habían ido a tomar un café que más bien se transformó en cena, Carlo y Jason los esperaban en la casa pensando que tal vez uno de ellos llegaría ahí primero, aunque Jason ya no hallaba que más comer de los nervios, Tosha por su parte enviaba textos como loca preguntando y respondiendo. “¿Estás seguro de que Jonathan llegaría esta noche a la ciudad?” —fue el mensaje de Tosha para Jeff. “Eso fue lo que me dijo cuando hablé con él, pero ahora él tampoco responde las llamadas” —respondió Jeff. “¿Conoces a algún vecino para saber si aún sigue en Los Hamptons?” —Preguntó Tosha. Jeff recordó que hacía un mes le había ayudado a una vecina con una emergencia médica y le llamó, al parecer la señora acostumbraba a sentarse junto a la ventana de su casa y le contó que hace unas horas vio a una mujer golpear la puerta de su vecino como loca después
Esa noche Amy y Jonathan ordenaron la comida de un buen restaurante donde trabajaba el chef que cocinaba para él prácticamente todos los días desde que se había mudado a la mansión. Amy se dio cuenta con la orden que Jonathan tenía ahora una alimentación bastante especial y diferente a cualquier cosa que acostumbraba, pero decidió comer lo mismo que él, se puso algo de ropa cómoda y se sentaron juntos esa noche frente a la piscina era hora de conversar. —Amor te pido por favor que me escuches y entiendas mis motivos —fueron las palabras de Jonathan mientras la tomaba de la mano. Amy sólo asentó con la cabeza, sabía en su corazón que era hora de escuchar, pero conocer en ese momento toda la lucha que enfrentó Jonathan durante más de un año completamente solo estaba siendo un golpe muy duro para ella. Era difícil poder entender y no sentirse culpable por no saber darse cuenta en su momento lo que él estaba viviendo y sus lágrimas esa noche eran una mezcla extraña de cul
Después de la rápida conversación telefónica que Keith tuvo con César, salió rápidamente a su departamento, esta vez no descansaría hasta vengarse de Amy y hacerla suya, aunque para eso saber dónde se encontraba era lo más importante. Por lo que acababa de escuchar de seguro estaba con Jonathan, pero en sus planes él debería estar muerto o por lo menos le debería quedar muy poco, aunque por el tono en la voz de César le dejaba mucho que pensar. Su departamento estaba vacío y sólo encontró una nota de la señora de la limpieza diciéndole que no volvería sus palabras exactas fueron “Usted es un loco, búsquese a alguien más, no lo quiero volver a ver en mi vida” Toda la sala estaba desordenada, vasos de licor a media por todos lados, hasta ropa sucia sobre los muebles, parecía que ese lugar hubiese sido testigo de una fiesta con orgia incluida la noche anterior, miró a su alrededor y por primera vez se dio cuenta de lo mal que se veía todo, tiró las llaves y el celular en el sofá y c