Narra Emma

Un nuevo semestre iniciaba por lo que todos regresábamos a los dormitorios de la universidad.

Al ingresar me percaté que mis dos compañeras de cuarto ya estaban desempacando sus maletas, desde semestres anteriores compartimos cuarto, además cursamos la misma carrera por lo que nos hemos convertido en grandes amigas.

— Hola chicas, las extrañé — indiqué mientras las abrazaba.

— Nosotras también te extrañamos — respondieron al unísono.

Después de saludarnos desempacamos rápidamente debido a que iban a iniciar las clases, al terminar me estaba alistando para ir a clases cuando mi teléfono comenzó a vibrar, mire y era Andrés, él era mi mejor amigo y además me gustaba desde hace tiempo, sin embargo, como siempre es tan despistado nunca se ha dado cuenta de lo que siento por él.

— Hola Andrés — respondí al abrir la llamada.

— Ya estas lista, estoy abajo de los dormitorios – expresó Andrés.

— Si, bajo enseguida — respondí, tome mi bolso y baje a su encuentro.

Debido a que el campus de la universidad era grande, tenía la costumbre de irme a ver a los dormitorios y me llevaba en su bicicleta hasta la facultad de contabilidad, me divertía mucho con él, a pesar de ser despistado era muy carismático y alegre por esa razón me gustaba.

Al bajar me senté en el pequeño puesto que había acomodado atrás de su asiento de la bicicleta y lo tomé de la cintura para sujetarme y no caerme, íbamos conversando y riendo sobre como habían sido nuestras vacaciones cuando de repente chocamos con alguien, debido al impacto todos caímos al suelo.

— ¿Estas bien? — preguntó el chico con el que chocamos mientras se acercaba a mí, él también venía en bicicleta y debido al impacto también se había caído.

— Si, estoy bien — respondí, en ese instante me percate que mi vestido se había roto.

No puede ser, era un vestido nuevo y ya estaba dañado, solo miraba mi vestido mientras me lamentaba.

— Debes tener cuidado por donde vas — expresó Andrés enojado.

— Disculpa, pero también fue tu culpa debido a que venias riéndote y no veías por donde ibas — respondió aquel chico.

— Hablas enserio .. —

— Vamos rápido, se me hace tarde para entrar a clase — le dije a Andrés interrumpiéndolo, tomé mi bolsa que estaba tirada en el suelo y empujé a Andrés para seguir nuestro camino y que dejara de discutir.

Al llegar a la facultad subí rápidamente hasta el aula donde recibía clases, era el primer día y no quería llegar tarde.

Al ingresar me percaté que aún no llegaba la profesora, por lo que esperé en mi asiento hasta que iniciaran las clases.

Mientras esperaba tomé mi bolso para buscar mi teléfono, pero al abrirla me llevé una gran sorpresa, este no era mi bolso.

- - - - - - - - - -