CAPÍTULO 39

Una intensa claridad atacó mis ojos, intenté abrirlos pero fue una misión imposible. Sentía una pesadez horrenda en mis párpados, como si una fuerza me impidiera abrirlos. No sentía mi cuerpo, de momento solo podía mover un poco los dedos de mis pies dentro de mi zapatillas; pero me sentía inmovilizada casi completamente.

¿Acaso estaba muerta? ¿Acaso ya había partido al cielo? ¿Qué había sucedido?

Intenté recordar, pero una punzada intensa atravesó mi cabeza y los recuerdos

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