Los meses pasaron, y se convirtieron en años: dos años habían pasado y todos continuaron con sus vidas, Atike, Julianne, Virginia y Paulina, habían creado una fundación para ayudar a los pueblos alejados de la cuidad, y pronto tuvieron el éxito deseado por qué esa fundación ya había llegado a los pueblos de dónde salió Atike, ya contaban con escuelas, centros médicos y una flota de transporte fluvial: donde ellos sacarían sus productos a vender o entregar al la cadena de supermercados que eran propiedad de alvaro en sociedad con Jórdan.—Amor, hacen falta un centro para dictar talleres de varias especialidades como belleza, enfermería, y también la construcción de otra farmacia, la demanda está creciendo y esa que hay es muy porqueña.Poco a poco fueron abasteciendo cada necesidad que se presentaba.Los meses siguieron su curso, dos años más pasaron y ya habían nacido los hijas de Felipe y Virginia. Las gemelas Alondra y Alma.A Misha y Paulina les había nacido niñas Alexandra y Liub
APUESTA POR UNA NOCHE Eran las diez de la noche Julianne Ferrari y sus amigas, Paulina y Virginia se disponían a disfrutar de su último día en Berlín. Se habían graduado en la facultad de derecho, saldrían a festejar el cumpleaños de Julianne, y su graduación. Se preparaban para pasar la noche más divertida, pues en todo el tiempo que estuvieron en Alemania su dedicación fue al cien por ciento a prepararse para ser la mejor de las abogadas. Una broma, una apuesta, y solo bastó una noche, para sellar su destino con un hombre que creyó no volver a ver en su vida, —Júlians date prisa, mirá la hora que es. —casi gritaba Paulina, mirando el reloj. —Ya casi estoy, un momento más. —Por dios mujer, de por sí ya eres muy hermosa, ¿ que tanto te arreglas? —Me conoces y sabes que no me gusta salir simple, primero muerta que mal arreglada, a todo esto, yo no debería frecuentar esos lugares, perdería mi reputación.- Habló con sorna. —Julianne Charlotte Ferrari, con quién crees que va
Jórdan, junto a sus gemelas siendo ya unas hermosas adolescentes de dieciséis años, Adrien Ginevra y Giorgia Beatrice Le'Blank Moreno. Vivían en la isla de Capri.Desde el nacimiento de ellas jórdan y Fabrizzio Ferrari establecieron una amistad, en todo esos años, Julianne y Jordan jamás coincidieron en una de ellas.El era capitán de aviación, ahora ya retirado, pero seguía ejerciendo el cargo solo por emergencia.En el jardín de su residencia junto a sus hijas, el sonido de su celular le llamó la atención.Miró la pantalla y su amigo de siempre.— Te estamos esperando.— Ya estamos de salida. — Responde cogiendo sus pertenencias y apurando a sus hijas.— Niñas ya es hora ¡Vamos!.— Papá, ¿tú ya conoces a Charlotte? —Preguntó Giorgia.— No Gio, nunca antes la vi, solo en fotografías.— ¿Ya le quieres buscar novia a mi papá? — Protestó Adrienne.Subieron al auto y salieron en dirección a la mansión Ferrari.Llegaron y fueron recibidos por Fabrizzio y Mericci.— Sean bienvenidos a casa
El jets fue arrasando todo a su paso y partes de él, como las alas quedaban destrozadas hasta que el aterrizaje forzoso terminó y fue total, el jets estaba en llamas Jórdan logró sacar a Julianne antes de que el jets terminara de explotar completamente.Ayudó a salir al primer oficial, que estaba muy herido, y pudieron llegar lo más alejado hasta que se escuchó el estruendo de la explosión, el jets G700 con motores de Rolls-Royce de última generación reducido a escombros, y cenizas.— Glen respóndeme. — Jórdan llamó dando golpes en su rostro, la imagen frente a él no era muy alentadora, Glen, tenía las piernas rotas— Capitán, no siento mis piernas, creo que no saldré de esta. — Jórdan sintió pesar en su interior.— Saldremos de aquí, tranquilo.— ¿Y tu? Miraste si tienes algún hueso roto?— Solo mi brazo tiene unos golpes, esperaremos cerca hasta que vengan a buscarnos, no podemos alejarnos de este lugar.— Si, aquí nos quedaremos. — Dijo Jórdan tratando de alentar a Glen.La noch
Caminaron por mucho tiempo, llegaron a un arroyo y cerca de ahí había un inmenso árbol, quizás milenario por lo extensas y muy pronunciadas compartición es de las raíces, Jórdan miró el lugar y pudo ver qué era no seguro pero si un poco más cubierto a comparación al lugar donde dormían primero, Julianne quitó su ropa quedando en ropa interior y se sumergió en el estanque que formaba la loza del arroyo.Jórdan consiguió lianas y pido armar una cubierta con lo poco que tenía, la vio a lo lejos sumergirse en el agua, quedó embelesado al verla casi desnuda, su belleza y juventud le cautivaron, pero en su mente estaba esa mujer que fue suya sin esperar un compromiso ni nada, suspiró profundo y cerró sus ojos haciendo un gesto de negación.— Esa mujer es un fruto prohibido para mí, literalmente estoy en el paraíso donde ella es esa deliciosa fruta prohibida que no puedo comer.¡Joder! ¡Carajo! Tendrás que aprender a no pensar en cosas libidinosas con ella, es una niña, y yo un hombre mucho
Flash BackEntre besos llegaron a la habitación, Jórdan quitó su vestido dejándola solo en bragas Julianne se llevó las manos cubriendo sus pechos, Jórdan las puso por encima de su cabeza y las sostuvo con una de las suyas mientras devoraba sus pechos uno a uno, y con la otra mano acariciaba su punto más sensible, Julianne arqueaba su espalda, quedando más expuesta a él, sentía un torbellino de sensaciones jamás antes había experimentado.— ¡Mmm! —Sus gemidos eran fuertes que llenaban la habitación, Jórdan subió por su cuello, y llegó a su boca, mordió suavemente sus labios, luego profundizó ese beso explorando su cavidad bucal, y succionando suavemente su lengua.Sus dedos hacían un trabajo tanto en su entrada como en su punto sensible, volvió a sus pechos, mordiendo sus pezones mientras Julianne sentía su cuerpo estremecer y sus piernas tensarse, los movimientos de sus caderas eran urgidos, y fue sacudida por un fuerte orgasmo, las convulsiones de su cuerpo demostraba lo intenso qu
Luego de aceptar caminaron por tres días en compañía de esa pareja de nativos, ellos llevaron todo lo que podían llevar en sus hombros, Jordan también hizo lo mismo.— ¿Cuanto tiempo más caminaremos? — Preguntó Julianne agotada de caminar.— Falta poco. — Respondió Atike, era el nombre de ella y era la esposa de Hunno.Subieron caminando medio día más y llegaron a una aldea, tenían pequeñas cabañas y en el centro una gran fiesta, todos los nativos salieron a recibirlos los niños corrían y tocaban a Julianne, la veían tan embelesado, sus cabellos resplandecían en el sol y su piel dorada la hacían ver muy exótica.— Ellos ser amigos de Hunno. — Habló el nativo a su jefe de tribu.— Sean bienvenidos a nuestra aldea, desde que nos separamos de nuestra tribu estamos en esta parte.— Gracias por recibirnos a mi mujer y a mí. — Expresó Jordan haciendo la venia al jefe.— Construiremos una cabaña para que ustedes duerman, aquí los hombres nos vamos de caza y recolección y las mujeres coci
Día de la ceremonia de Jordan Jórdan y los hombres salieron a cazar, lograron atrapar y derribar una avestruz, recolectaron frutas y los más jóvenes se encargaron de limpiar y llevar los alimentos.Uno de los ancianos se paró recto y vio la hora en la sombra.— Es la hora de la puesta del sol. — Informó haciendo señar a los demás.— Jórdan, el destino te trajo a estas tierras desconocidas para muchos, pero muy conocidas por nosotros, tenemos costumbres ancestrales, milenarias, tu ahora vas a conocer la unión sagrada en nombre de nuestra diosa luna y el rey Sol.— Mientras esté aquí con ustedes, seguiré y respetaré las reglas y costumbre de esta etnia.— Perfecto, ya las mujeres están preparando a la que será tu luna, y te unirás en sagrada unión a ella, ya que de esta unión brillarán estrellas que alegrarán sus días.— ¿Que tengo que hacer?— Primer limpiar no solo tu cuerpo, también purificar tu alma, ve ahí bajo esa cascada.Jórdan hizo todo lo que los ancianos le indicaron, hizo