Ginevra miró a Giorgia subió las escaleras y se encerró en su habitación. Buscó el número del abogado y se comunicó con él, no dejaría que su padre pase por mucho tiempo en la cárcel.Jórdan parecía un gato enjaulado en esa celda, no saber de Julianne lo volvía loco, uno de los guardias se acercó y le informó que tenía visita.— Fabrizzio, hermano, ¿como sigue Julianne? — Fue lo primero que preguntó al verlo.Fabrizzio lo miró fijamente, y vio lo preocupado que estaba, y una duda se instaló en su cabeza.— Creí que lo primero que me preguntaría sería sobre el proceso para salir de aquí.— Lo sé, y claro que me interesa mucho, pero la salud de Julianne, eso es más preocupante, fue mordida por una serpiente, y de verdad hice lo imposible por cuidarla, pero son cosas que no pude controlar.— Lo sé, se que trataste de protegerla, y te lo agradezco mucho, ya está en manos de los médicos, pronto se recuperará. Ahora es tu situación la más complicada.— Voy a demostrar que no es un secuestr
— Jórdan, deseo que me cuentes todo, sin omitir nada desde el momento en que conociste a Carla. Todo. Así puedo estar clara en lo que formularé para la defensa.— Amor, no hace.— Señor L'Blank, le estoy pidiendo que me cuente cómo la conoció y por qué decidió no decirle jamas al señor Sánchez que tenía dos hijas. Quiero entender, por favor.Jórdan miró a Julianne, y frente a él no era su mujer la que exigió escuchar esa historia, era una fría abogada que lo miró con desdén. Jórdan recordó cuando se conocieron.— Cuando la vi por primera vez en las empresas, ella era una jovencita de veinticuatro años, tenía una entrevista con Álvaro Sánchez, para trabajas en el conglomerado JAMCAVDROS. El y yo estamos buenos amigos, el era un papá soltero, me imagino que eso le atrajo a ella. Con el compartíamos mucho, el siempre estuvo enamorado de su jefa, entonces yo le pedí que la vi tratará y me contratara para poder estar cerca de ella.Julianne sentía un mal sabor de boca saber lo que el hiz
Me vestí con las batas hospitalarias y pase a mirarla, estaba ahí conectada a esos tubos, y ese sonido, que se mantuvo en mis oídos por mucho tiempo, al igual que sus palabras temblorosa que me fijo por último vez.— Jórdan, mi amor, gracias por tanta felicidad, perdóname por todo el tiempo perdido.— Ni hables mi amor, no te canses, ya habrá tiempo para hablar.— No me queda mucho tiempo, te dejo lo más preciado de mi, mis hijas nuestras hijas cuida las, nunca les digas de su padre, deja que sea el destino, y la vida que los junte, pero no tu, son tuyas tus hijas y un padre no entrega a sus hijas. Prometelo.— Te lo prometo cariño, la vida se encargará de unirlos, de mi boca no sabrán nada. Pero ya no te canses, tienes que estar bien, saldrás de aquí, y juntos llevaremos a nuestras hijas a casa, cuidaremos de ellas, tu rezaras cada noche por su bienestar y yo estaré ahí contigo mientras lo haces yo escucharé, por qué no se rezar, pero tú lo harás, estarás ahí para cuando despierten p
Atike era una mujer diferente, con ese maquillaje que resaltaba sus ojos negros, al igual que su cabellera ondulada, y metida en un conjunto de Cocó Chanel, era una mujer completa mente diferente.—¡Woow! Te ves hermosísima Atike, si tu ex te viera, se arrepentiría de haberte desechado. - Exclamó Ginevra.—¡Hija!—Ya lo sé tía, ese será otro Álvaro Sánchez, se arrepentirá de haber dejado ir a Atike.—Estás muy chica para guardar resentimientos ajenos, vive tu tiempo cariño, todos aceptamos en nuestras vidas lo que deseamos vivir. Algún día tú vivirás tus experiencias por qué así tú lo desearás así no esté bien a la vista de otros.—Es verdad tía, pero me duele ver cómo los hombre utilizan a las mujeres.—Así es, te contaré un secreto.—Dime tía, será nuestro secreto. —Respondió Ginevra.—Cuando tu tío y yo empezamos, yo era enfermera privada de mi mejor amiga, Pierina D'Alessio, fue ahí que conocí a Fabrizzio, el era dueño del hospital, y empecé a tener un amor de pasillos de emergenc
Así las semanas pasaban entre audiencias y visitas tanto de parte de Álvaro cómo de la visitadora social.Jórdan se había mudado a una de las cabañas que Fabrizzio le dio mientras él era el apoderado de las niñas.Y cada noche como un ladrón que se escabulle entra las sombras se adentraba a la habitación de Julianne.— Mi amor, pasa, tengo miedo de que te vean.— Me siento como un adolescente escondiendo se como si hiciéramos algo malo, eres mi esposa. Déjame hablar con Fabrizzio.— Cariño, ya falta poco para terminar el juicio, y cuando el juez dictamine el fallo, entonces haremos una gran fiesta y ahí será cuando les demos la noticia a mis padres.— Espero y sea pronto, ya no quiero vivir lejos de ti.— No hables solo ámame.— Pidió mordiendo suave mente los labios de su hombre, Jórdan correspondió la tomó en brazos, y la llevó a la cama.Abrió su camisón y quedó desnuda, y expuesta a él.Jórdan pasó sus manos por todo su cuerpo, apretó cada uno de sus seno, y luego fue dejando besos
Álvaro miró a Jórdan, y este apretó tan fuerte la mano de Julianne al escuchar la sentencia.— Era de esperarse, por qué si exponemos la verdad, las niñas...— Lo sé amor, lo sé, y acepto esto a que ellas sepan esa verdad — ¡Un momento señor juez! — Habló Ginevra en voz alta.Todos miraron en su dirección y Jordan sintió un vuelco en su corazón.— Eso es injusto, mi hermana y yo tenemos derecho de opinar, ya somos grandes y dentro de dos años seremos mayores de edad, esa sentencia está con muchas faltas de verdades. Aquí todos ustedes juzgan por encima del hombro, pero somos, Giorgia, yo y mi padre Jórdan, si, Jórdan, ese es mi padre y yo, los que vemos desde el fondo del corazón, ¿quieren saber la verdad? ¿Quieren saber por qué mi madre se fue sin decirle a este señor Sánchez que nos esperaba? Fácil, cuando ella le fue a decir que estaba esperando un hijo de él, él, simplemente se sacudió las manos diciendo, YO TE DIJE QUE NO TE ENAMORES DE MI, señor juez, ¿usted cree justo
Ella se puso de pie y el la tomó en brazos, la llevó a la cama y la dejó ahí.Delineó su cuerpo con las yemas de sus dedos, ese roce le estremeció todo su ser, los dedos de Jordan llegaron a la boca entre abierta de Julianne y los introdujo dentro, y ella succionó esos dedos.— Abre las piernas. — Ordenó.— Harás lo que te pida, vas a complacerme. ¿Lo harás mi baby?— Lo haré mi daddy. Ordenarme que yo obedezco y te complazco.— Tócate para mí, imagina que son mis manos las que están ahí en tu cuerpo.Julianne mordió su labio inferior y muy despacio fue bajando sus dedos por su vientre.— Y con la otras apreta tus pezones.Julianne lo hizo, apretó cada uno de sus pezones mientras mordía su labio y acariciaba su punto más sensible de su intimidad. Sentía arder su cuerpo con la mirada penetrante de Jórdan, sus ojos estaban fijos en los de ella, amaba a su mujer y ella a su hombre, él le regalaba experiencia y ella juventud, Julianne seguía masturbándose mientras apretaba sus pecho
Filippo obedeció y llevó a Karen y a Álvaro al departamento, subieron y lo llevaron a la habitación de huésped, las horas pasaron, tantas que Álvaro de a poco abrió los ojos, despertó desorientado sin saber dónde estaba, se sentó sobre la cama y miró a todos lados, recordó, y su mente era nublosa, no tenía claro lo que sucedió, más el episodio con la mujer.— Carla, claro que bebí demasiado, que creí ver a Carla. — Se dijo a si mismo.— ¿Donde carajos estoy? — Se cuestionó viendo el lugar desconocido.Se levantó y salió de la habitación, bajó las escaleras y ahí la vio de espaldas, caminó muy despacio sin poder creer lo que tenía frente a él cuando Karen dio vueltas, quedando frente a él.— ¿Carla? — Habló dudoso,La mujer se acercó quedando cerca de él, Álvaro, de la impresión dió un paso atrás.— ¡Carla! Tu, tu estás viva. ¿Que clase de broma es esta,?Misha París se acercó lentamente a él, levantó la mano y tocó su mejilla.— Mi nombre es Karen, Karen Medrano, no se quién es Car