Álvaro miró a Jórdan, y este apretó tan fuerte la mano de Julianne al escuchar la sentencia.— Era de esperarse, por qué si exponemos la verdad, las niñas...— Lo sé amor, lo sé, y acepto esto a que ellas sepan esa verdad — ¡Un momento señor juez! — Habló Ginevra en voz alta.Todos miraron en su dirección y Jordan sintió un vuelco en su corazón.— Eso es injusto, mi hermana y yo tenemos derecho de opinar, ya somos grandes y dentro de dos años seremos mayores de edad, esa sentencia está con muchas faltas de verdades. Aquí todos ustedes juzgan por encima del hombro, pero somos, Giorgia, yo y mi padre Jórdan, si, Jórdan, ese es mi padre y yo, los que vemos desde el fondo del corazón, ¿quieren saber la verdad? ¿Quieren saber por qué mi madre se fue sin decirle a este señor Sánchez que nos esperaba? Fácil, cuando ella le fue a decir que estaba esperando un hijo de él, él, simplemente se sacudió las manos diciendo, YO TE DIJE QUE NO TE ENAMORES DE MI, señor juez, ¿usted cree justo
Ella se puso de pie y el la tomó en brazos, la llevó a la cama y la dejó ahí.Delineó su cuerpo con las yemas de sus dedos, ese roce le estremeció todo su ser, los dedos de Jordan llegaron a la boca entre abierta de Julianne y los introdujo dentro, y ella succionó esos dedos.— Abre las piernas. — Ordenó.— Harás lo que te pida, vas a complacerme. ¿Lo harás mi baby?— Lo haré mi daddy. Ordenarme que yo obedezco y te complazco.— Tócate para mí, imagina que son mis manos las que están ahí en tu cuerpo.Julianne mordió su labio inferior y muy despacio fue bajando sus dedos por su vientre.— Y con la otras apreta tus pezones.Julianne lo hizo, apretó cada uno de sus pezones mientras mordía su labio y acariciaba su punto más sensible de su intimidad. Sentía arder su cuerpo con la mirada penetrante de Jórdan, sus ojos estaban fijos en los de ella, amaba a su mujer y ella a su hombre, él le regalaba experiencia y ella juventud, Julianne seguía masturbándose mientras apretaba sus pecho
Filippo obedeció y llevó a Karen y a Álvaro al departamento, subieron y lo llevaron a la habitación de huésped, las horas pasaron, tantas que Álvaro de a poco abrió los ojos, despertó desorientado sin saber dónde estaba, se sentó sobre la cama y miró a todos lados, recordó, y su mente era nublosa, no tenía claro lo que sucedió, más el episodio con la mujer.— Carla, claro que bebí demasiado, que creí ver a Carla. — Se dijo a si mismo.— ¿Donde carajos estoy? — Se cuestionó viendo el lugar desconocido.Se levantó y salió de la habitación, bajó las escaleras y ahí la vio de espaldas, caminó muy despacio sin poder creer lo que tenía frente a él cuando Karen dio vueltas, quedando frente a él.— ¿Carla? — Habló dudoso,La mujer se acercó quedando cerca de él, Álvaro, de la impresión dió un paso atrás.— ¡Carla! Tu, tu estás viva. ¿Que clase de broma es esta,?Misha París se acercó lentamente a él, levantó la mano y tocó su mejilla.— Mi nombre es Karen, Karen Medrano, no se quién es Car
Tres horas antes. Karen escuchó hablar a Jórdan sobre la cena y vio que ya existía alguien en la vida de Jórdan. — Estás con alguien, y por lo visto nadie lo sabe, tengo que averiguar quién es, y mientras tanto, tú no irás a esa cena de revelación de relación, no di yo lo impido, primero tengo que ver cuál de los dos me conviene. Karen dio un fuerte golpe a su pierna enyesada causándose más daño, tanto que su pierna se inflamó tanto causando mucho dolor. Se aguanto lo más que pudo y cuando vio la hora de la salida empezó a quejarse fuerte. Jórdan escuchó y fue a ver lo que sucedía. — Karen, Karen ¿Estás bien?- Llamó removiendo la, pues según ella estaba profundamente dormida. — Mmm, ¿que sucede? ¡Ay! Me duele, ¡Ay por dios! mi pierna está muy hinchada, ¿Que me sucedió? — No lo sé, paró tenemos que llevarte al hospital, y pronto. Jórdan cogió a Karen en brazos y la llevó al auto para ir al hospital, dejando a Julianne esperando con todo preparado. Jórdan llegó a eme
Jórdan llevó a Karen al hospital para la revición del pié, el médico examinó, y tardó más de lo normal.- Doctor, ¿no le pasará nada malo a lo pié?- No, solo está un poco inflamado, y con esta medicina te calmara el dolor y también bajará la inflamación.- Muchas gracias doctor, por favor llame a mi prometido que ve ha por mi.El médico hizo pasar a Jórdan y fui las indicaciones.- Muy bien doctor, tendremos cuidado con ese pié.Jórdan tomó s Karen en brazos y la llevó nuevamente a la mansión.- Se me está haciendo tarde para la cena, te dejo en casa y le pides a Lori que te ayude por favor.- Si Jórdan, me siento mal por ti, te estropee la noche.- Tranquila, todo está bien.Llegaron a la mansión, Jordan estacionó el auto y nuevamente cogió a Karen el los brazos, y caminó con ella.- Bien Lori ayuda a Karen por favor, niñas ¿ya están listas?- Papá, ya me cambié, creí que no iríamos.- Respondió Ginevra.- Papi, no crees que ya es muy tarde, ya .it's la hora que es.- Indicó Giorgia.
Julianne después de que Sergio la dejara en su departamento, fue a la ducha y luego se metió en su cama, de sus pensamientos no salía la imagen de Jordan con esa mujer en los brazosY llevándola dentro de su casa.— Tiene que haber una explicación para esto mañana hablaré con él y aclararemos todas las dudas.Metida en sus cavilaciones durmió toda la mañana. Al medio día se arregló, subió a su auto y fue a la oficina.— Buenas tardes Claris, ¿Que tenemos para la tarde?— Una audiencia de conciliación, de los clientes parisinos, por la disolución del contrato.— perfecto, me dices la hora para ir ante el juez.— Adentro en la oficina están sus amigas, Virginia y Paulina.— ¡Llegaron! Por favor traemos algo refrescante y unos bocadillos.Julianne entró y saludo a sus amigas que nuevamente estaban de regreso.— Chicas, ¿listas para tomar sus puestos de trabajo?— Más que lista. — Respondió Paulina.— Así es, pero cuéntame, que pasó anoche con tu Adonis de la selva.¿Hablaste con el?.—
Subieron al auto y salió nuevamente a toda velocidad, rebasando autos y media hora después ya estaban corriendo por los pasillos que la llevan al hangar privado de la familia L'Blank.A distancia lo vio empujando la silla de Karen y un grito de ella lo hizo detenerse.— ¡Jórdan! — Gritó su nombre y él se detuvo, lentamente se giró y la miró.Su corazón latía tan fuerte, que deseo correr a sus brazos, dio unos pasó y Julianne caminó de prisa hasta llegar a él.— Jórdan, mi amor, creí que no te alcanzaría.— Exclamó muy agitada.— ¿Que haces aquí Julianne? Si no te llamé y no te deje mensaje y sobre todo no te informé de este viaje, es por que no quiero que sepas de mí, ni yo saber de ti, ¿Entiendes?— Jórdan, es un mal entendido, mis padres.— Tus padres me dijeron la verdad y yo lo confirmé, ganaste la apuesta de una noche, pero me perdiste para toda la vida, ya no quiero jugar Julianne Ferrari Aicardi, ve con tu novio que de mentira no le vi nada. Y por favor, mi esposa y yo nos v
1Atike estaba sintiendo esa sensación, y era desconocida para ella.Se separó de un solo y se alejó de Álvaro y se fue corriendo a la habitación, Álvaro se quedó ahí sentado mirando, quiso seguirla pero descubrió que a ella jamás la habían besado de ese modo.— Mi Atike, eres muy hermosa mi trigueña linda. — Pronunció en voz baja y sonriendo.Atike entró en la habitación, cerró la puerta y se quedó ahí parada con las manos temblorosas, se acarició los labios, cerró los ojos y sonrió, su corazón latía desenfrenadamente. — ¡Dios! ¿Que pasa conmigo? Soy una mujer rechazada, yo no debo sentir está extraña sensación, no debo y no tengo derecho.Su sonrrisa se borró de su rostro, recordó lo que Hunno le dijo al momento de rechazarla.Flash Back.Era la décima luna del segundo año que Hunno esperaba que Atike le diera la noticia de que estaban esperando a su primogénito.— ¿Cuantas lunas más voy a esperar para que me des la noticia de que viene un hijo mío?Atike estaba en una esquina