Clara guardó muy bien la nueva carta junto a las otras y se dispuso a bajar para continuar trabajando, ahora tenía un motivo más para continuar esforzándose, el cielo era el límite. Al llegar notó con una sonrisa que su boutique estaba llena, varias damas distinguidas eran atendidas con cordialidad por sus empleadas, entonces echo un vistazo hasta el mostrador, ahí estaba Angelina hermosa y ajena a los pensamientos de Clara, concentrada en su labor. Clara se quedó sin palabras cuando observó el hermoso ramo de rosas rojas que adornaban el mostrador, caminó hacia su hija, pero en el tramo varias clientas la detuvieron para manifestar sus deseos por nuevos diseños exclusivos, luego que Clara habló con las mujeres llegó por fin hasta su hija.
—¡Bastante trabajo! —dijo Clara ya estando cerca.
—Si madre, por suerte hemos podido con todo.
Emilia caminaba tranquilamente hacia el jardín principal, desde su ventana había contemplado a Michael paseándose cerca del lago artificial, esa era su oportunidad de tener una conversación clara con él en torno a su sobrina Arianna, debía aprovechar el momento de que William no estaba a su lado como una sombra. Michael se giró al sentir la presencia de Emilia, sintió que su tranquilidad se desvanecía, trató de disimular, pero no pudo, la incomodidad le brotaba por la piel.—No intentes fingir, no te queda… No es tu estilo, eso me quedó claro desde hace mucho —Michael no refutó las palabras de Emilia porque eran ciertas, así que trató de ser lo más educado posible; le costaba lidiar con la presencia de la duquesa y a pesar de los años no se acostumbraba.—¿Qué deseas Emilia?—Tener una conversación contigo —Michael tomó una bocanada de aire y pensó que quizás aquella conversación sería oportuna. Él necesitaba a Emilia, ya que dentro de unos meses viajaría a Londres y tendría una fiest
La emoción de Caden por los acontecimientos que se materializarían muy pronto no le daban cabida para pensar en nada más, al fin mañana el destino decidiría que rumbo tomaría su vida junto a Angelina. Mientras se deleitaba con esos pensamientos, se fue quedando dormido; sin embargo, aquel sueño no fue tan placentero como sus pensamientos anteriores. El fantasma del pasado había decidido visitarlo y cobrar su precio, causándole un gran sufrimiento. Se trataba de un callejón oscuro que era el escenario de la pesadilla, un pasillo largo en interminable de calles estrechas y desagradable. Caden caminaba apresuradamente, advirtiendo la presencia de un ser diabólico, que lo acechaba con toda intención de robarle el alma. Caden comenzó a correr por aquel sinuoso callejón oscuro, podía distinguir siluetas de mujeres de la calle vendiendo su cuerpo al mejor postor, que las poseían en la calle sin ningún tipo de vergüenza. El hombre sintió asco por aquellas mujeres que propagaban enfermedades,
—Déjame arreglar tu peinado, es lo único que falta —pidió Vanessa a Angelina, cuyos nervios la tenían poseída por completo. —Lista ¡Estás bellísima! —Angelina se observó en el espejo y amó los resultados. Clara fue a la habitación y, al ver a su hija convertida en una hermosa mujer, no pudo más que sentirse orgullosa. Sin embargo, la tristeza volvió a ensombrecer su breve felicidad. No podía aceptar que Angelina estuviera destinada a Caden Greenwood, ella sabía que aquel apellido solo causaría dolor a su hija. —Te ves muy bonita, debo admitir que Caden… —Clara no pudo terminar la frase. —Finalice la frase, mamá. —Caden, se obsesionará aún más contigo; es él quien resulta beneficiado, no tú como la sociedad lo cree. — Angelina iba a responder, pero el ruido de los cascos de los caballos anunciando que alguien se acercaba logró que la incómoda conversación terminara. Clara abandonó la habitación antes que Angelina, ella era quien recibiría a Caden y le recordaría de nuevo su opos
Angelina caminaba tomada del brazo de Caden y agradeció que su madre le hiciera trajes tan elegantes, en aquel teatro solo estaban personas con mucho dinero, ya sentada junto a Caden, él le mostró el programa de la función.—Mi amor, espero que la obra sea de tu agrado. Trata de dos amantes que se reencuentran después de estar separados durante mucho tiempo, pero al reencontrarse deberán enfrentarse a muchas pruebas que luchan por dañar su amor —Caden suspiró. — A veces creemos que la distancia nos aleja de los sentimientos, pero no es así en todos los casos, solo nos adormece como ejemplo somos tú y yo. —Angelina le sonrió y volvió a verlo en sus ojos claros hasta que las luces se apagaron para comenzar la obra, Caden no quitó la mirada de ella, deseaba fervientemente besar su boca.Angelina se emocionó tanto con la historia de
Dos días después.Gerald había recibido en su despacho a Harry Clayton en ausencia de Caden. Ya dentro del espacio el hombre se desabotonó su chaqueta y se sentó en la silla frente al escritorio de Gerald. A los pocos minutos, Martina entró con el té que habían solicitado. La música de piano que interpretaba Alyssa llegó hasta el despacho, las notas de la melodía cautivaron la atención de Harry, que giró cuando Martina salió para ver por la pequeña abertura de la puerta a Alyssa que yacía en una de las habitaciones del frente. Harry no pudo ignorar la belleza de la joven; Alyssa llevaba un traje de color rojo y estaba completamente concentrada en la música. Harry sintió que aquella reina oscura que poseía una belleza aterradora era por dentro como la canción que interpretaba, fría, t&ea
— ¡Feliz cumpleaños mi princesa! —Exclamó con emoción Clara, llevando con ella un pequeño pastel, para dar una sorpresa a Angelina.—Gracias, mamá, no te hubieses molestado.—¿Cómo no hacerlo hija?, tú eres mi muñequita… Me parece mentira que mi niña ya tenga veinte años —Angelina sintió que su mirada se escarchaba y bendijo aquel momento, amaba cuando su madre estaba feliz, aunque en su interior sabía que su felicidad real era porque Caden llevaba días sin ir a hablar con ella, faltando a su promesa. Esa actitud le daba esperanzas de que quizás él renunciara al compromiso, Angelina por su parte no decía nada para mantener la calma. Los abrazos cesaron cuando oyeron la campanilla de la puerta.—¿Quién será tan temprano? —inquirió Angelina.—No tengo la más remota idea hija, hoy decidí dar el día libre por tu cumpleaños y no tengo pedidos pendientes —Angelina notó que el semblante de su madre cambiaba, sabía que Caden se le cruzaba por la mente, y analizó que aquella visita a horas tem
Horas más tarde. La tarde continuaba siendo preciosa a pesar de que ya estaba por terminar, aun así, el cielo se engalanaba mostrando tonos naranjas. Caden le miró en silencio pensando que pronto vería a Angelina y deseaba fervientemente que los rieles jalados por los caballos se volvieran como las estrellas fugaces para llegar lo más pronto posible hasta ella. —Hemos llegado señor —informó Gilbert. Después de pasar un tiempo, Caden sonrió y bajó del carruaje sacando con él un ramo de rosas azules. Al tocar la puerta abrió Vanessa. Desde que Clara inició el proyecto del vestido, le había solicitado a la muchacha que viviera con ellas.—Buenas tardes, señorita, ¿se encuentra Angelina? —Vanessa pretendía responder, pero Clara se les unió e intervino en la conversación.—Ya está por bajar, pero por favor, pasa, creo que tenemos una conversación pendiente —la actitud de Clara era fría y Caden lo notó con rapidez.—Vanessa, por favor, hágale saber a Angelina que el señor Greenwood ha
La velada terminó cordialmente. Caden se despidió de Clara y de las otras damas presentes, luego Angelina se dispuso acompañar a su prometido a la puerta, Clara los dejo solos para que se despidieran adecuadamente, ya que durante toda la celebración Clara los mantuvo vigilado.—En última instancia, estamos solos —dijo Caden, acariciando los contornos del rostro de Angelina.—Muchas gracias, Caden, por la velada.—No solo me debe de agradecer a mí, su madre y amigas también tienen tu parte.—Eso lo sé y ya me tocará agradecerles, lástima que Marie y Martina no pudieron estar presentes, ellas nunca han faltado a uno de mis cumpleaños.—Eso lo arreglaré yo, te lo prometo, así que no te pongas triste —Caden quedó de repente en silencio y se fijó en la mirada de Angelina, luego con su dedo pulgar le aca