Capítulo treinta y siete
Desvelando los secretos13 de mayo de 2018
Alonzo y Guido se miran en silencio, podría asegurar que se retan entre ellos. el ambiente tenso es más que evidente. Sin embargo, opto por ignorar la situación.
Son los encargados de custodiarme a esta hora. Ahora tengo guardaespaldas por turnos. Pero, ¿para qué envían a estos dos juntos si apenas se soportan?Solo respondo a las preguntas que me hacen con frases cortantes. No quiero hablar, no quiero pensar. Mi cupo de tolerancia está llegando a la cima.Bianca Varone irrumpe la habitación con escandalosos espabientos, mezclados con hipidos—. Lo siento —no deja de repetirlo—. Lo lamento tanto. No quise creerte. ¡Todo esto es mi culpa!<< Si tan solo supieras >>— No importa —intento acallarla—. Da igual.— ¡Es mi culpa!— No lo es —repongo secamente.— ¿Me perdonas? —CrCapítulo treinta y ochoReacciones incontrolables16 de mayo de 2018— ¿Les contaste todo? —Pregunto reticente.— Con pelos y señales —reafirma mi amiga—. En el fondo sabía que no se lo tomarían tan mal —finalmente se atrevió a rebelar su relación con Camillo Belucci—. La reacción que siempre temí fue la de mi p…No completa la frase. Ya todos saben la completa y absoluta verdad. Enzo se encuentra hablando con su madre en estos momentos. No debe ser nada fácil. Por momentos, me siento culpable por lanzar el ultimátum. Luego recuerdo el rostro moribundo de mi padre y la risa sardónica de Fabrizio. No podremos ganar esta guerra si no confiamos entre nosotros.— ¿Cómo lo llevas? —Pregunto temerosa. Ambas nos encontramos recostadas en el sofá de la sala de estar.A pesar de la tensión en el ambiente, me siento más cómoda. Es como si me hubiera liberado de una inmens
Capítulo treinta y nueveSiempre fuiste túDiviso a Dante rescostado sobre el capó de su Aston Martin y aparco frente a él. Él, al verme, hace salir a Alda y su prima del coche.<< Al menos nos mintió >>Fue difícil convencer a la familia, pero al final comprendieron que debía venir a la cita. Agradezco que los hombres de la casa y Luciano no estuviesen presentes —Al parecer, surgió un imprevisto y todos salieron de casa—. Con ellos, la situación se hubiera puesto demasiado complicada.Me tomo mi tiempo y absorbo una gran bocanada de aire antes de bajarme del auto. No tengo miedo; sé que los chicos —junto a un par de hombres— me cubren desde las sombras. Solo, me pregunto qué querrá hablar conmigo Dante Ferrara. En las veces que nos hemos encontrado, las cosas no han terminado a su favor.— Has tardado —reclama el hijo del alcalde. Sin embargo, parece satisfecho con mi presencia. A pesar de sus artimañas, no estaba
Capítulo cuarenta¿Por qué…?22 de mayo de 2021— Lo siento —me disculpo ante su quejido—. La herida escocerá por un tiempo.Estoy segura de que si Massimo no hubiera descubierto los planes de la familia Olivieri a tiempo, la habrían matado. El corte en el abdomen es bastante profundo. Afortunadamente, no necesitó cirugía.— Te preguntarás por qué te mentí —rompe el incómodo silencio.— No —respondo atomáticamente—. Tus razones tendrías. A fin de cuentas, tú eres la esposa y yo la amante —Gianna Costello me observa sorprendida. No esperaba esa reacción de mi parte—. Solo tengo una pregunta para ti, Gianna.— Siéntete en la libertad de hacerlo —accede—. Creo que te la debo. Seré honesta esta vez, lo prometo.Trago saliva con fuerza, en un intento de reprimir los nervios—. ¿Estás enamorada de él?Ella suspira y tarda demasiado tiempo para responder—. Hubo un tiempo en el que creí estarlo
Capítulo cuarenta y unoEl fin se acerca25 de mayo de 2018Los hermanos Varone caminan junto a Enzo y a mí. Todos admiramos el lugar con la boca abierta.— ¡Estoy flipando! —Enzo habla por todos—. Debe haber sido una especie de refugio en el pasado. ¿Cierto, tío?— Así es —confirma Alessandro—. Un búnker subterráneo, construido durante la Segunda Guerra Mundial como refugio. Ahora será el nuestro.— ¡Es una pasada! —Bruno secunda a su primo.— Prestad atención —mi tío se detiene para imponer seriedad—, cada uno de vosotros tendréis una tarea. Matteo, serás el encargado de la seguridad. Solo nosotros seis, papá y Luciano conocemos la ubicación de este lugar. Nadie más debe saberlo. Quiero este lugar protegido a kilómetros de distancia, ¿entendido? —Mi primo asiente. La tecnología es su especialidad. La misión le viene como anillo al dedo.>> Alonzo, las armas serán cosa tuya. El bún
Capítulo cuarenta y dosLa calma antes de la tormentaLa brisa del mar despeina mi cabello y lo convierte en una armoniosa danza. Cierro mis ojos absorbiendo la mezcla de aromas. Es como si el aire del puerto purificara mis pulmones.En este preciso lugar, a unos cuantos metros mar adentro, asesiné a Loretta. Pensé que esa noche terminaría todo, y no pude estar más equivocada. Solo fue la primera batalla, el inicio de la guerra. Tal vez Dante tenga razón. Tal vez, con una sola decisión de mi parte pondría fin a todo.¿Pero a qué precio?¿Qué hay de Luciano y de mí?¿Qué será de nuestro hijo?¿Habrá un futuro para nosotros después de todo esto?Ahora me cuestiono mis acciones: ¿fue correcto presentarme ante Dante Ferrara? ¿Acerté al aparecer en la vida de Massimo? ¿Debí enfretarme a Fabrizio sola?Ni siquiera el aire
Capítulo cuarenta y tresCambio de planes— Apuesto a que no esperabas volver a escuchar mi voz —no digo nada. Estoy demasiado sorprendida—. Bonita celebración. Me siento herido por no haber recibido invitación.— ¿Qué quieres? —Espeto secamente, una vez he conseguido encontrar mi propia voz.— Asegurarme de que aceptarás la propuesta de Dante —creo que estoy hiperventilando—. Te casarás con él, quieras o no.— ¿Y cómo pretendes que te obedezca? —Bufo escéptica. He recuperado la compostura.— ¿No te has preguntado por qué no te delatado a ti o a Luciano? —Más de uno de los presentes comienzan a notar mi actitud fuera de lugar—. Es momento de jugar mi Az bajo la manga.— Dime, muero por saber —expreso irónica—: ¿Sabe tu amiguito Massimo que juegas a sus espaldas con su futuro yerno?Luciano se coloca delante de mí, imponente. Con una mano en su pecho, le detengo.— Ese no es tu problema —replica—. Concéntrate en lo important
Capítulo cuarenta y cuatroUna oportuna retirada27 de mayo de 2018— ¿Por qué? —Pregunto por enésima vez. No quiero ocultarme. No quiero permanecer sentada esperando el final. Siempre imaginé que estaría al frente de la ofensiva.— ¿Necesito repetirlo? —Contrataca con su actitud impertérrita de siempre—. Estoy cabreado, Catarina y no deseo desquitarme contigo.— Pero…— ¡Joder! Ni siquiera deberías montarte en ese auto —maldice en voz alta. Luego resopla intentando aplacarse—. La ginecóloga te estará esperando en el búnker. Allí permanecerás en absoluto reposo —desvío la mirada de la suya y me cruzo de brazos—. Hey —con sus dedos en mi barbilla, me hace mirarle nuevamente—. Un buen soldado sabe cuando es tiempo de retirarse. Y tú eres una agente bien entrenada. Habrá otras batallas que librar y otros enemigos que aniquilar. Ahora necesitas permanecer a salvo… por nuestro bebé.<&l
Capítulo cuarenta y cincoJuego de preguntas28 de mayo de 2018Las lágrimas salen sin cesar. Ni siquiera intento detenerlas. Cada vez que el látigo penetra contra la piel, siento mi alma desgarrarse. Es peor que si me lo hicieran a mí. Ver a mi hermano pequeño ser torturado, es la escena más dolorosa que he presenciado jamás. Su cuerpo ensangrentado, la piel desgarrada, sus labios sellados intentando ocultar el dolor… Sin embargo, sus ojos no pueden mentirme: está sufriendo.Cierro los ojos al escuchar un gemido suyo. Enzo comienza a quebrarse.— Realmente me sorprendes, querida Rina —alude Fabrizio—. Primero te rehúsas a cumplir mis peticiones, teniendo en cuenta mis amenazas. Y ahora permaneces callada, mientras observas a quien llamas tu hermano pequeño ser fuertemente torturado. Estoy comenzando a cuestionarme si de verdad te importa la familia.— ¿Qué sabrá alguien como tú de familia? —Hablo por primera vez en más de vei