CAPÍTULO 10
A la mañana siguiente un rayito pequeño de sol que entra por la ventana, calienta suavemente la mejilla de Lesley, al ver que el sol ya se cuela por su ventana, cuando abre un poco más sus ojos, y se estira dentro de la cama.

Espabilándose un poquito llama a su madre, está tan contenta en Hawái, que quiere darle las gracias y desearle que tenga felices pascuas, pues esta noche es la noche de santa Claus. En su casa todos los años se ha celebrado, se reunían toda la familia, y como de costumbre siempre se asaba un pavo en el horno.

Cuando terminan de hablar por teléfono mira la hora y, para una ejecutiva como ella ya es demasiado tarde. Son casi las diez de la mañana, se levanta de la cama y se da una ducha muy rápida y va a buscar a Abraham.

♥♥♥♥♥♥

Escucho que alguien me golpea la puerta, soñoliento y con los ojos medio cerrados por la claridad del día, me levanto de la cama a duras penas y voy a abrir la puerta.

—Amigui, no estoy de humor hoy. Estoy muy cansado tengo mucho
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