Al acabar con todo, en el local salimos y uno por uno entramos en el auto para dirigirnos a casa, Manuelito, me pide que sea yo quien lo lleve en mis brazos, lo tomo en mis brazos él se acomoda en mis brazos, recuesto mi cabeza en el de manera que me siento cómoda y feliz tener en mis brazos a mi hermanito desde el momento en que nació, no quise dejar en su cama, mi mamá siempre me llamaba la atención por hacer mi voluntad.

Cuando todos nos encontramos dentro Javier pone en marcha el auto – todos ustedes deben de estar felices por el trabajo de hoy – habla mi madre desde el asiento delantero y sonrió ante sus palabras – trabajaron muy duro y todo salió maravilloso – sus palabras causan en mi felicidad al mismo tiempo culpa y dolor por no haber estado en mi horario completo  apoyando a mi familia en este momento tan importante, donde nos estamos reinventando, no quiero que mis sentimientos interfieran con los de mi familia por lo que pongo atención a Manuelito que está e