Algo cálido hace contacto con una parte de mi cuerpo haciendo que me reconforte por un momento, mi memoria me trae a mi pensamiento cercano, yo no he llegado a mi casa y mucho menos a mi cama para que me acurruque en ella, abro los ojos sobresaltada, me encuentro pegada al pecho de Oliver me tiene alzada entre sus brazos alzo la vista y él está viendo hacia la frente, identifico donde nos encontramos apresuro mis palabras – bájame – le digo, posa su mirada sobre mí.

-Has despertado – habla, se inclina un poco y coloca mis pies con cuidado sobre el suelo - ¿Cómo te sientes?

-Aceptable – suelto – gracias por estar conmigo todo este tiempo – por la hora estoy segura que todos en casa deben de estar preocupados, calculo que son más de las diez de la noche por lo que me espera un enorme regaño en casa – debes irte, es tarde para que estes solo por la noche conduciendo &n