LIZ.No puedo creer que tenga una niñera.Resoplo al salir del lugar con él, miro alrededor y no dice nada, así que me acerco al policía que va a estar a cargo de mi.—¿Cuál es tu auto?— cuestiono molesta—Ya nos vamos, debes esperarme— —No lo puedo creer— susurro— Yo tampoco lo deseo, pero no dejaremos a una delincuente suelta, además hicimos un trato— ruedo los ojos—Solo apúrate— digo y esperoPasan diez minutos en los cuales me muero de desesperación, la banda sabe que no tiene que llamarme, caí en manos de la policía, llamarme sería un gran error ahorita. Pienso también en el Diablo, él no me defendió, él me abandonó, aunque un lado de mi no lo quiere creer, lo defiende.Tal vez tuvo una buena razón para irse. ¿No?Si, claro.Niego con la cabeza alejando esos pensamientos y dándole un voto de confianza al Diablo, él no me abandonó, él no huyó, él tuvo que irse, algo sucedió, jamás me hubiera dejado ahí.—Listo, vámonos— lo sigo hasta que llegamos a un auto negro clásico—¿Es en
NICK. Llego a la estación y todos me ven, por un momento pienso si es porque no me peine, o tengo alguna mancha en mi ropa, la reviso y noto que todo está bien pero aún tengo las miradas sobre mi, Elizabeth pasa a lado mío y saluda a todos de forma general y ahí entiendo porque las miradas, ella viste un short blanco, un top rojo y una chaqueta de cuero, hoy decidió llevar el cabello suelto y eso la hace ver como una rebelde sexy. Noto como algunos de mis compañeros la miran de abajo hacia arriba y sin importarme que pensarán, la cubro con mi chaqueta y la entro a mi oficina. —¿Por qué vino vestida así? — indago tratando de no verla porque no soy de fierro —Es la ropa que normalmente uso — responde —En el hospital no estaba vestida así, estaba más cubierta— ella se encoge de hombros y me mira —Es un hospital, ni modo que vaya vestida como una zorra — toma asiento en el sofá —Hay códigos de vestimenta poli— me guiña un ojo y miro a otro lado —¿Nunca te ríes? — cuestiona —No—
UNA SEMANA DESPUÉS.LIZ.Estoy harta.Literal, estoy m@mada.Ya es más de una semana en la que el policía me sigue, él es mi sombra, no puedo hacer nada sin que él esté ahí, y lo peor de todo es que necesito hablar con alguien de la banda, y mientras espero al policía recuerdo lo que planificamos.—Al hotel — anuncia Nicolás al pasar por mi lado y ruedo los ojos—Ya sabes que duermo en el hospital. Necesito ir a comprar unas medicinas para Ela — le digo—¿Y por qué no fue enante, mientras yo trabajaba? — pregunta sorprendiéndome—¿Y acaso puedo salir de tu campo de visión? ¿Qué pasaría si de repente, desaparezco? — él rueda los ojos —Así que llévame a comprar el medicamento, luego tengo que comprar ropa para Ela y llevarle todo al hospital, dormiré allá— Nicolás solo me mira y camino a su auto dejándolo atrás, una sonrisa aparece en mi rostro porque podré ver a Diana, ella y yo creamos un plan si alguna desaparecía, o no podía contactarse con nadie. Lo primero lo hice, pero no he obte
NICK. DÍAS DESPUÉS. He notado algo. Esta semana Elizabeth ha estado como más alegre, más relajada y me pregunto la razón, desde que fuimos al centro comercial actúa de esa forma y eso me hace sospechar. ¿Estará comunicándose con alguno de la banda? ¿Haría algo así? ¿Estará hablando con el que asesinó a Callie? La veo introducir códigos en la computadora que le asignamos y muerde un lápiz mientras lo hace, me he dado cuenta que cuando está concentrada muerde un lápiz y frunce el ceño. Así que como no me ve me dedico a observarla en silencio y a la distancia, hoy vino con un pantalón rojo y una blusa sin mangas blancas pero que tiene la imagen de una boca mordiendo el labio inferior de una forma sexy y llamativa, tiene unas lonas y se ha recogido en pelo en un moño. ¿Por qué sé todo eso? Yo la vigilo, debo saberlo, ¿no? ¿No? Decido ir a mi oficina y me recuesto en el sofá un momento, veo que casi son las seis de la tarde, como Elizabeth va a demorar decido darme una siesta p
NICK. Me despierto sobresaltado y miro alrededor, la oscuridad me da la bienvenida y enciendo la lámpara para poder ver mejor, saco mi celular y noto que son las 7:30 pm, de inmediato me pongo de pie y salgo de mi oficina, a fiera no hay casi nadie y donde Elizabeth estaba, ahora está vacío. No puede ser Se escapó. Un compañero pasa a mi lado y le pregunto por Elizabeth y menciona no haberla visto por varias horas, maldigo y le agradezco. No pudo haber escapado. No. Agarro mi chaqueta y salgo del recinto, camino al parqueadero pensando en los lugares donde pueda estar, y lo primero que se me ocurre buscar es en el hospital, así que poniéndome la chaqueta y hecho una furia camino con más rapidez y mi sorpresa es grande cuando veo a Elizabeth apoyada en el carro esperándome. ¿QUÉ? La miro y noto que su cabello está suelto y eso me hace pensar que intenta ocultar algo, además está con el rostro hacia otro lado. —¿Dónde estabas? — pregunto —Wow, ahora si me tut
DÍAS DESPUÉS. NICK. Terminó mi trabajo en la comisaría por hoy, así que conduzco al hospital donde está la hermana de Elizabeth, entro al lugar con ella y noto como saluda a todos, siempre con una sonrisa y con educación. Cuando entramos al elevador me es imposible no pensar en la vez que nos vimos por primera vez y ella me demostró que no es tímida, miró que hoy lleva unos jeans negros y una blusa básica blanca, también su cabello está recogido en una coleta alta y noto que casi no se ha maquillado hoy. Elizabeth es una chica hermosa, sus facciones son preciosas y más esa mirada coqueta y a la vez audaz que tiene te atrapa por completo, aún no se como el tal Diablo pudo engañarla con la mejor amiga que también tengo entendido está en la banda. —¿Por qué siempre estas mirándome? — cuestiona poniendo esos ojos oscuros en mi dirección y sonriendo de medio lado —No se de lo que hablas — le digo y solo la escucho reir —Tu tambien eres de buen ver — la mira y me guiña un ojo y es
UN MES DESPUES. LIZ.Rio ante lo que Nick me dice y me dejo caer al sofá, me siento completamente satisfecha luego de la deliciosa cena que acabamos de disfrutar, miro a Nick y él está en la cocina sirviendo una copa de vino. En este mes que ha pasado no he vuelto a saber de la banda, pero lo que si sé es que están planeando un ataque, como entré al teléfono de Diablo, puedo saber todo lo que hace, hay cosas buenas y malas. Sigue con mi mejor amiga, bueno, la que creía que era mi amiga. Ahora ella es la líder junto con él y hasta he visto que van a casarse. El anillo que él me dió lo tengo guardado, pensé en botarlo, pero me di cuenta que cuesta demasiado y algún momento puedo necesitarlo. Diablo y su traición con ella me dolió mucho, lloré varios días y aunque Nick fingía que no veía nada, sé que lo hacía. Este tiempo hemos practicado mucho el boxeo, también les he ayudado a atrapar a muchos criminales y la verdad es que ambos tenemos una relación de amistad ahora. Es por esa r
ELIZABETH.NARRADO EN TERCERA PERSONA.Elizabeth caminaba con pasos decididos por el pasillo del hospital. El eco de sus botas resonaba en las paredes blancas, pero su mente estaba lejos de ese lugar. Se encontraba absorta en pensamientos sobre Nick, el policía asignado para vigilarla. Se había propuesto no pensar en él más de lo necesario, pero últimamente, él invadía sus pensamientos con una frecuencia alarmante.Cuando llegó a la habitación de su hermana, una sonrisa reemplazó su expresión seria. Yaela, o Ela como le decía cariñosamente, era su razón de ser. La pequeña de diez años estaba recostada en la cama, rodeada de juguetes y dibujos que intentaban alegrar su estancia en el hospital. Elizabeth se acercó y le dio un beso en la frente.—Hola, Ela. ¿Cómo te sientes hoy? —preguntó Elizabeth, intentando sonar alegre.—Hola, Lizzy. Mejor, creo. La enfermera dijo que si sigo así, pronto podré ir a casa —respondió Yaela con una sonrisa tímida.Elizabeth se sentó al borde de la cama y