CAPÍTULO INTENSO. AQUÍ DESCUBRIMOS 2 COSAS. CHASE NO ES TAN PEDANTE COMO PARECE Y SETH GUSTA DE KELLY. Espero les haya gustado el capítulo y muchas gracias por seguir apoyando este proyecto. ¿Qué creen que vaya a pasar ahora? ¿Camila y Chase entrarán en tregua definitiva? ¿Podrán superar sus diferencias? ¿Será que Chase se siente atraído a la vecina? Preguntas, preguntosas. Los leo en comentarios. Si la historia te ha gustado, no olvides apoyar con voto y comentario. Nos vemos en el siguiente apartado. Les quiere: -DarkLove ♡.
Camila:No había podido dormir desde que volvimos a casa. Aún podía sentir las manos de aquel tipo tocándome y la manera en que sus asquerosos labios rozaban mi piel con desesperación y morbo. La clara imagen de los ojos de ese sujeto, mirándome como si fuera solo un pedazo de carne que podía devorar a su antojo, se reproducían en mi mente como una película de terror.Cuando volvimos a casa, eran la 1 am y ya habían pasado 4 horas desde que se llevaron al sujeto.Kelly me había preparado un té de manzanilla para relajarme, pero no surgió efecto. Estaba alterada, conmocionada y me sentía sucia; condenada y marcada.La primera vez que me sentí tan miserable, fue cuando mis padres me vendieron, y ahora me siento igual que aquella vez, que, por suerte, también logré salir ilesa.Observo a mi hermana hecha bola en mi cama, con la sabana que tanto me gusta. Me abrazo a mí misma, tratando de reconfortarme de alguna manera.Escucho el timbre sonar. Son las 5 am. ¿Qué carajo?El timbre resuena
Chase:No había cosa que odiara más que la gente malagradecida. Había olvidado la razón por la cuál había dejado de ser tan servicial con desconocidos, pero, Camila me lo recordó.Aunque ella no me lo pidió, el equipo y yo estuvimos dispuestos a matar por ella, lo mínimo que esperaba era un agradecimiento.Esa reacción suya, de cierto modo me provocó una sensación que no sabía cómo describir a la perfección; un sabor amargo que me estaba contaminando la mente, repitiendo sus palabras como un mantra.No eres nadie para mí.Tenso la mandíbula al sentir la impotencia de no poder pensar en otra cosa. Ella me había embrujado con aquellas palabras venenosas.Golpeo la mesa con la palma de mi mano y Holly se sobresalta.Eran las 5 pm. Habíamos dormido prácticamente todo el día y habían pasado 2 horas desde que despertamos. Estábamos esperando a Kryan, quién era el designado a cocinar los domingos.—¿Qué te pasa? —pregunta Holly, curiosa.—Me repugna la gente malagradecida. —respondo con desdé
Chase:Lunes. 8 am.Mi jefe había solicitado la presencia del equipo en su despacho a las 10 am. Había un tema a tratar con urgencia, pero no quiso mencionar detalles por llamada.El archivo de la vecina estaba listo. El contacto de Holly estaría llegando a las 9:30 am.Estaba seguro de que sería un día grandioso. Todo estaba jugando a mi favor.Los lunes era el día designado de Holly para cocinar y se encontraba haciendo el desayuno, mientras los demás esperábamos en el comedor.—Odio madrugar. —dice Seth, soltando un bostezo.—Las 8 de la mañana no es madrugar. —digo, dando un sorbo a mi café.—Para alguien que su día empieza al medio día, si lo es. —nuevamente otro bostezo.—En el almacén del bar hay un poco de polvo. —me llevo la taza a los labios para dar otro sorbo. —La otra opción es prepararte un café.—Sabes que odio el café. —dice al momento que se levanta de la silla. —Iré por el polvo mágico.Ruedo los ojos y observo a Kryan, quien mantiene los ojos cerrados por el cansanci
Camila:Podía describir a la perfección la sensación que se había instalado en mi interior después del suceso en el ascensor. Era extraño. Un calor que quemaba como el fuego y se expandía en todas direcciones sin control, solamente que no dolía, pero, me provocaba un cosquilleo en zonas prohibidas.En aquella acción, brusca, pero íntima; sutil, pero amenazante...Había una fina línea que podía romperse. Esa pequeña línea que separaba nuestros cuerpos, en ese momento. Esa misma que no debía romperse jamás.Idiota. Te odio.Me encontraba ya vestida para la ocasión con algo cómodo por sí necesitaba accionar con rapidez.Por alguna razón, me sentía nerviosa. Admito que jamás he matado a nadie. No sé qué me pasaba por la cabeza al solicitar un ascenso de puesto, y peor aún, aceptar el trabajo de sicaria.Había comentado con Mazón que necesitaba estar mas tiempo en casa, para no dejar sola a mi hermana. No esperaba estar metida en este lío y mucho menos que aquel patán fuera mi jefe.—Esto me
Chase:Observarla de esa manera, hacía despertar mis instintos y pensamientos más salvajes. No podía negar que por mi mente se reproducían distintas maneras de tomarla.Mis pensamientos eran incorrectos y más por la situación que hay entre nosotros.La odio, pero eso no quiere decir que no acepté que es una mujer sensual.Ella estaba ante mí, encadenada e indefensa, pero no planeaba hacerle daño.—Suéltame, Chase. —súplica.Niego con la cabeza y camino alrededor de ella.—Como primera lección, te contaré como matamos al tipo de la fiesta.Me coloco frente a ella, me observa expectante y en sus ojos se forma un brillo inusual, haciéndolos parecer más oscuros de lo que realmente son.—Lo colgamos justo aquí, de la misma manera en la que tu estas encadenada ahora mismo. —comienzo a soltar los detalles. —Primero, descargué el arma eléctrica aquí. —coloco mi dedo índice en su abdomen y acaricio sutilmente. Aprecio como se estremece ligeramente. —Y ahí mismo, quemé su piel con un encendedor.
Camila:Por mas que intentaba evadir el pensamiento de lo que había sucedido momentos atrás, me era imposible. Seguía repitiéndose en mi mente como un mantra.Había sido tan intenso y nuevo para mí, que, por un lado, no quería que se detuviera, pero por otro, no quería que fuera Chase el primero en tocarme de esa manera.Nos encontrábamos ambos dentro de la bodega. La noche comenzaba a caer y el frio de invierno comenzaba a hacerse presente.—Bien. —lo escucho hablar después de rato de silencio. —Empezaremos por la teoría. —camina hasta la mesa de metal al otro extremo del lugar. —Como verás, ser un asesino no es simplemente matar. Debes tener creatividad para hacerlo; una muerte rápida no es digna para las ratas de alcantarilla que llegan a este lugar. La tortura es el arte de matar, de hacer sentir a tu víctima lo que es pagar por sus pecados. Cada asesino maneja un "modus operandi" distinto. Tu, como una novata, tienes que encontrar el tuyo.Escucho con atención cada palabra que dic
Chase:Estaba jodido.Había tocado a Camila. Había sucumbido a mis deseos más profundos y no había marcha atrás.Mazón me arrancaría la cabeza si se entera de lo que había hecho con ella. Me mataría de la manera más lenta y dolorosa que se lo podría ocurrir.No me había percatado desde qué altura había caído, hasta que la escuché gemir. Había saltado al precipicio sin paracaídas y el golpe fue brutal, estaba perdido.Entonces caí en la cuenta de que no la odiaba a ella, si no que, odiaba desearla sin poder tenerla.Después de lo que había pasado, Camila no podía siquiera mirarme a la cara. Entendía que estaba avergonzada, ella no era como otras mujeres...Ella nunca había sido tocada y me complacía enormemente haber sido el primero que logrará llegar tan lejos.—Ven aquí, bambi. —la llamo por su nuevo apodo. Tenía que prepararla para lo que se avecinaba una vez llegarán con el sujeto.Ella por fin me mira, frunciendo el ceño y se acerca cautelosamente.—Ya no me hablas de "usted". —come
Camila:Me sentía asqueada. Jamás se me hubiera cruzado por la mente hacer beber a una persona su propia sangre.Mazón me había entrenado para combate cuerpo a cuerpo y uso de armas en caso de emergencias, pero, jamás para torturar a alguien hasta su muerte.Me sentía confundida y cabreada. Holly me había descalificado frente a todo el equipo; sus palabras fueron duras y honestas, yo no estoy a la altura. Aunque Chase intentó defenderme, todo ya estaba dicho.Me había comportado como una completa estúpida y él no tenía la culpa de nada.La situación iba de mal en peor. Era un maldito tira y afloja de emociones que ni yo lograba comprender.¿Qué estaba pasando con nosotros? Ni siquiera había un nosotros. No podía haberlo. Éramos totalmente diferentes y por eso siempre terminamos en está estresante situación. Lo mejor sería que me quede en mi puesto de traficante, entre más lejos de él, mejor. Aunque vivimos en el mismo vecindario, mi antiguo trabajo me mantenía fuera de casa toda la sem