Gianna estaba sentada en la oficina de su esposo, no sabía por qué motivo la había citado. Sentía algo de curiosidad en ese momento, habían pasado unos días sin hablarse, era mejor mantener una distancia prudente. Su suegra seguía insistiendo con lo del divorcio, era un tema que debía de tratar con Dexter, no tenía nada que ver con Isabella. Su teléfono empezó a timbrar, miro la pantalla, se trataba de su suegra, esa mujer no se cansaba de molestarla.No quería tener que discutir con ella, corto la llamada, pero ella volvió a insistir, después de unos segundos de duda decidió responder. —¿Qué sucede Isabella? En este momento me encuentro muy ocupada. —Te daré todo el dinero que desees si en este momento firmas el divorcio y te largas de nuestras vidas, piénsalo bien, es un buen trato para ti, en este momento no cuentas con nada. —No puedo, mi vida corre peligro, olvídalo, no pienso poner la vida de Nolan en riesgo, solo por un capricho, cuando Arnold este tras las rejas, me iré,
Salma se quedó con la boca abierta al escuchar las palabras de su amiga, entonces Dexter y Nolan eran hermanos. El pequeño era millonario, Gianna no tenía necesidad de trabajar, tenía la vida resuelta, incluso Dexter la apoyaba. —Deberías estar muy feliz, podrás cuidarlo sin tener que trabajar, tendrías más tiempo para él. —Crees que la señora Isabella me dejara vivir tranquila si acepto la propuesta de Dexter, eso jamás. Salma entendía el punto de vista de su amiga, ella no estaba pensando de manera egoísta, no pensaba en su felicidad.—Mira Gianna, por un pinché segundo, piensa en ti misma carajo, amas a Dexter, a mí no me vas a mentir, soy tu amiga, ¿a qué le tienes miedo? ¿Por qué tratas de escapar de la felicidad? La vida es tan corta, no somos eternos mi vida. Gianna sabía que la única persona a la cual no le podía ocultar la verdad era a su amiga. —Tengo miedo sí, lo acepto, tengo miedo a ser feliz y que luego me arranquen esa felicidad de un solo golpe, no soportaría otr
Isabella estaba sentada en su oficina, había pasado un par de días desde que había despertado, se sentía mucho mejor. Todo estaba volviendo a la normalidad, pero había un par de cosas que ella debía de tratar con Gianna, al mal tiempo era mejor darle prisa. —Señora, el abogado le envía este documento —hablo Jimmy entregándole un sobre. Una sonrisa asomó en los labios de la mujer, bueno debía de cumplir con sus planes, deshacerse de Gianna y conseguirle una buena esposa a su hijo. Escucho pasos en el exterior de la oficina, la puerta fue abierta, observo a la hermosa joven ingresar por la puerta, llevaba un vestido en color blanco, se veía como la candidata perfecta. Presentarle a Oriana no había funcionado, quizás la joven frente a ella lograba atraer la atención de su hijo. —Dayana es bueno verte, te ves realmente hermosa, me gustaría que conocieras a mi hijo, es un hombre guapo. —Señora Leroux, escuche que Dexter estaba casado. La mujer le mostró una sonrisa, ese matrimonio
Salma estaba algo cansada, trabajar con niños en algunas ocasiones era complicado, pero amaba su trabajo. Tomo su bolso y salió caminando lentamente por los pasillos, había leído las noticias sobre su amiga. En las fotos ambos se veían tan lindos y enamorados, Gianna merecía lo que le estaba sucediendo, solo esperaba que Dexter apreciará el amor de su amiga, Gianna era una en un millón. Salió del lugar y observo a Eliezer en la puerta esperándola, negó con la cabeza, no tenía nada de que hablar con él, gracias, Catrina, se había cuestionado si en algún momento sería realmente feliz al lado de su ex. —Será mejor que me dejes tranquila. —Salma, en realidad lo lamento, te extraño mucho, haré lo que me pidas. Eso parecía una buena idea, durante todo su noviazgo ella siempre soportó los comentarios mal intencionados de su cuñada. —Entonces dile a tu hermana que no se meta en nuestra relación, que se guarde todos sus malditos comentarios sobre mí y Gianna cuando este presente. Eliez
—Salma, ¿estás bien? —Hablo Gianna después de unos minutos de silencio.—Gianna, tanto tiempo sin escuchar tu voz, es bueno saber de ti —Gianna se sostuvo de la pared de su habitación para evitar terminar en el suelo —estoy acompañado de tu preciosa amiga. Salma, debía es estar en peligro, su corazón latía con fuerza, sentía miedo de que algo malo le sucediera a Salma, podía escuchar la música de fondo, ¿dónde podían estar?Después de semanas, desaparecido, al fin Arnold había salido de su escondite y mostraba sus verdaderas intenciones, pensó la joven para sí misma. —¿Qué carajos quieres? Deja a mi amiga tranquila, ella no tiene vela en este entierro. Arnold podía notar las lágrimas en el rostro de Salma, iba a conseguir lo que quería tarde o temprano. —Te voy a enviar la dirección, te quiero aquí, sola o ella pagará las consecuencias, recuerda que yo no tengo nada que perder a diferencia de ti. —No le hagas daño por favor —respondió angustiada —haré lo que me pidas. —Eso espe
Salma se levantó de la silla donde estaba, su corazón latía de manera acelerada, su respiración era agitada, tenía que salvar a Gianna.Estaba teniendo un ataque de ansiedad, trato de avanzar entre la multitud, las personas bailaban chocando unas contra otras, era algo caótico. Sentía que se estaba asfixiándose en ese lugar, estaba preocupada por su amiga, Arnold podía hacer lo que quisiera con ella, sentía mucho miedo, el sentimiento de culpa no la dejaba tranquila. Empujó a las personas para intentar pasar, estaba débil, pero era imposible abrirse paso entre ellos. Sintió cuando alguien la tomo del brazo y la ayudo a salir de entre la multitud, levanto la mirada y observo a Emeth, quien estaba junto a Dexter. —¿Dónde está Gianna, donde está mi esposa? —Pregunto Dexter angustiado.Salma dio un suspiro de alivio al ver a Dexter y sus hombres, ellos podían salvar a su amiga. Señalo la puerta trasera. Dexter salió corriendo en esa dirección, no podía permitir que Arnold dañara a s
Dexter se dio un baño, se arregló un poco, camino por los pasillos, sus hombres seguían buscando a Gianna sin descanso. Tenía horas sin saber de ella, se estaba volviendo loco, un nudo se instaló en su garganta, observo a Nolan acercarse a él. El pequeño se veía confundido, miraba la gran cantidad de personas en la sala de estar. —¿Dónde está mi mamá? —Pregunto el niño con absoluta curiosidad. —Tu mamá está de viaje, volverá en unos días, mientras tanto yo te cuidaré de acuerdo. Nolan se sintió algo confundido, su madre se había ido sin despedirse, ella nunca hacía eso, pero confiaba en Dexter. De seguro era algo importante, ella en algunas ocasiones pasaba días alejada de él. —Está bien —murmuro algo triste. Lupita se acercó rápidamente, se llevó al pequeño a jugar al jardín, para evitar que escuchara lo que sucedía en el interior del lugar. El corazón de Dexter se estrujó de dolor, debía de mantener todo en secreto, el pequeño no podía enterarse de lo que sucedía. Empezó a
Gianna despertó algo desorientada, tenía un fuerte dolor de cabeza, miro a su alrededor con curiosidad. Pensó que todo era en sueño, pero no, era real, Arnold la había secuestrado, debía de salir de allí lo más rápido posible. Lo último que recordaba, era cuando Arnold le había colocado un pañuelo en la nariz, luego de eso todo se volvió oscuro.Estaba en una habitación, se levantó rápidamente, camino hasta la puerta, intento abrir, pero no era posible, intento abrir las ventanas sin éxito. Estaba encerrada como un animal, no tenía a donde refugiarse, Dexter debía darse prisa. Escucho la puerta abrirse, se quedó quieta, observo a Arnold ingresar a la habitación, vestía completamente de negro y llevaba el arma en sus manos. —Que bueno que estás despierta, quiero hacerle una llamada a mi querido hermano. Gianna se mantuvo tranquila, que era lo que pretendía llamando a Dexter. —¿Ahora qué pretendes? Ya me tienes en tus manos, puedes matarme de una vez y terminar con esto. Arnold