Isabella estaba sentada en su oficina, había pasado un par de días desde que había despertado, se sentía mucho mejor. Todo estaba volviendo a la normalidad, pero había un par de cosas que ella debía de tratar con Gianna, al mal tiempo era mejor darle prisa. —Señora, el abogado le envía este documento —hablo Jimmy entregándole un sobre. Una sonrisa asomó en los labios de la mujer, bueno debía de cumplir con sus planes, deshacerse de Gianna y conseguirle una buena esposa a su hijo. Escucho pasos en el exterior de la oficina, la puerta fue abierta, observo a la hermosa joven ingresar por la puerta, llevaba un vestido en color blanco, se veía como la candidata perfecta. Presentarle a Oriana no había funcionado, quizás la joven frente a ella lograba atraer la atención de su hijo. —Dayana es bueno verte, te ves realmente hermosa, me gustaría que conocieras a mi hijo, es un hombre guapo. —Señora Leroux, escuche que Dexter estaba casado. La mujer le mostró una sonrisa, ese matrimonio
Salma estaba algo cansada, trabajar con niños en algunas ocasiones era complicado, pero amaba su trabajo. Tomo su bolso y salió caminando lentamente por los pasillos, había leído las noticias sobre su amiga. En las fotos ambos se veían tan lindos y enamorados, Gianna merecía lo que le estaba sucediendo, solo esperaba que Dexter apreciará el amor de su amiga, Gianna era una en un millón. Salió del lugar y observo a Eliezer en la puerta esperándola, negó con la cabeza, no tenía nada de que hablar con él, gracias, Catrina, se había cuestionado si en algún momento sería realmente feliz al lado de su ex. —Será mejor que me dejes tranquila. —Salma, en realidad lo lamento, te extraño mucho, haré lo que me pidas. Eso parecía una buena idea, durante todo su noviazgo ella siempre soportó los comentarios mal intencionados de su cuñada. —Entonces dile a tu hermana que no se meta en nuestra relación, que se guarde todos sus malditos comentarios sobre mí y Gianna cuando este presente. Eliez
—Salma, ¿estás bien? —Hablo Gianna después de unos minutos de silencio.—Gianna, tanto tiempo sin escuchar tu voz, es bueno saber de ti —Gianna se sostuvo de la pared de su habitación para evitar terminar en el suelo —estoy acompañado de tu preciosa amiga. Salma, debía es estar en peligro, su corazón latía con fuerza, sentía miedo de que algo malo le sucediera a Salma, podía escuchar la música de fondo, ¿dónde podían estar?Después de semanas, desaparecido, al fin Arnold había salido de su escondite y mostraba sus verdaderas intenciones, pensó la joven para sí misma. —¿Qué carajos quieres? Deja a mi amiga tranquila, ella no tiene vela en este entierro. Arnold podía notar las lágrimas en el rostro de Salma, iba a conseguir lo que quería tarde o temprano. —Te voy a enviar la dirección, te quiero aquí, sola o ella pagará las consecuencias, recuerda que yo no tengo nada que perder a diferencia de ti. —No le hagas daño por favor —respondió angustiada —haré lo que me pidas. —Eso espe
Salma se levantó de la silla donde estaba, su corazón latía de manera acelerada, su respiración era agitada, tenía que salvar a Gianna.Estaba teniendo un ataque de ansiedad, trato de avanzar entre la multitud, las personas bailaban chocando unas contra otras, era algo caótico. Sentía que se estaba asfixiándose en ese lugar, estaba preocupada por su amiga, Arnold podía hacer lo que quisiera con ella, sentía mucho miedo, el sentimiento de culpa no la dejaba tranquila. Empujó a las personas para intentar pasar, estaba débil, pero era imposible abrirse paso entre ellos. Sintió cuando alguien la tomo del brazo y la ayudo a salir de entre la multitud, levanto la mirada y observo a Emeth, quien estaba junto a Dexter. —¿Dónde está Gianna, donde está mi esposa? —Pregunto Dexter angustiado.Salma dio un suspiro de alivio al ver a Dexter y sus hombres, ellos podían salvar a su amiga. Señalo la puerta trasera. Dexter salió corriendo en esa dirección, no podía permitir que Arnold dañara a s
Dexter se dio un baño, se arregló un poco, camino por los pasillos, sus hombres seguían buscando a Gianna sin descanso. Tenía horas sin saber de ella, se estaba volviendo loco, un nudo se instaló en su garganta, observo a Nolan acercarse a él. El pequeño se veía confundido, miraba la gran cantidad de personas en la sala de estar. —¿Dónde está mi mamá? —Pregunto el niño con absoluta curiosidad. —Tu mamá está de viaje, volverá en unos días, mientras tanto yo te cuidaré de acuerdo. Nolan se sintió algo confundido, su madre se había ido sin despedirse, ella nunca hacía eso, pero confiaba en Dexter. De seguro era algo importante, ella en algunas ocasiones pasaba días alejada de él. —Está bien —murmuro algo triste. Lupita se acercó rápidamente, se llevó al pequeño a jugar al jardín, para evitar que escuchara lo que sucedía en el interior del lugar. El corazón de Dexter se estrujó de dolor, debía de mantener todo en secreto, el pequeño no podía enterarse de lo que sucedía. Empezó a
Gianna despertó algo desorientada, tenía un fuerte dolor de cabeza, miro a su alrededor con curiosidad. Pensó que todo era en sueño, pero no, era real, Arnold la había secuestrado, debía de salir de allí lo más rápido posible. Lo último que recordaba, era cuando Arnold le había colocado un pañuelo en la nariz, luego de eso todo se volvió oscuro.Estaba en una habitación, se levantó rápidamente, camino hasta la puerta, intento abrir, pero no era posible, intento abrir las ventanas sin éxito. Estaba encerrada como un animal, no tenía a donde refugiarse, Dexter debía darse prisa. Escucho la puerta abrirse, se quedó quieta, observo a Arnold ingresar a la habitación, vestía completamente de negro y llevaba el arma en sus manos. —Que bueno que estás despierta, quiero hacerle una llamada a mi querido hermano. Gianna se mantuvo tranquila, que era lo que pretendía llamando a Dexter. —¿Ahora qué pretendes? Ya me tienes en tus manos, puedes matarme de una vez y terminar con esto. Arnold
—Se atrevió a llevar a ese mocoso a la mansión —exclamo Isabella molesta. Jimmy escuchaba en silencio las múltiples quejas de su jefa, parecía estar furiosa.—Debería de calmarse, eso le hace daño a sus nervios, lo hecho, hecho está —respondió el joven con total tranquilidad. Isabella no podía aceptar que su hijo sintiera empatía por el pequeño, mucho menos que se encariñara con él. —No lo acepto, no puedo. —Su esposo no fue el único que cometió errores y usted lo sabe, dejé todo en el pasado, ha pasado prácticamente cinco años. Isabella se molestó con las palabras de su asistente. —Mi matrimonio ni fue perfecto, ni un lecho de rosas, pero nunca tuve el descaro de ir tan lejos. Jimmy continuó leyendo las noticias sobre la desaparición de Gianna, Dexter debía de estar muy preocupado. —Deberías de estar al lado de tu hijo, te necesita. —Él prefiere a ese bastardo antes que a su madre, entonces no tengo nada que hacer en ese lugar —respondió entre dientes. Jimmy dejó de prestar
Emeth iba conduciendo a toda velocidad por la carretera de la ciudad, el lugar se encontraba en un barrio de clase media.No era muy concurrido, continuó avanzando hasta llegar al lugar indicado. Era una pequeña casa al final de la carretera, se veía algo descuidada, bajo rápidamente del coche. Dexter abrió el portón, que rechino al ser abierto, llevaba el arma en sus manos, camino hasta la entrada, la puerta estaba cerrada. Dexter le dio una patada a la puerta, para poder abrirla, al entrar al lugar se dio cuenta de que nadie vivía allí desde hace mucho. Había polvo en el piso, camino lentamente, ambos empezaron a buscar en todo el lugar, en la planta baja no había nadie, subieron las escaleras. En la segunda planta las habitaciones estaban vacías, se habían marchado, de eso no había dudas, habían estado allí. Había algunos vasos tirados en el suelo y unos trozos de pan. Dexter estaba molesto, ese imbécil se les había escapado de las manos nuevamente. —Estuvieron aquí, estoy