Cuando el Sol empezaba a salir Dalia fue llevada a la Fuerza por los hombres de Andrés a una Clínica Privada, no importa cuanto la mujer haya gritado y suplicado, Andrés Park no permitió que ella se quedara con el niño.— Juro que voy a vengarme de ti James Campbell, al igual que tú Andrés Park y de la mujer que me arrebató a James de mi lado — Grita Dalia con sus ojos inyectados de sangre, había cierta locura en su mirada.Por otro lado, en el Sanatorio Sacramento Susan fue abriendo sus ojos lentamente, la hinchazón de su vientre había disminuido bastante, pero entonces sus ojos azules observan a James durmiendo en el sofá.— ¿Por qué duermes allí? — Susan trata de colocarse de pie. Pero James con un gesto le indica que se quede allí.— Estoy bien ¿cómo te sientes? — El hombre se acercó a su esposa depositando un beso en la frente de ella, aquel gesto logra que Susan se sonroje.— Bien ¿qué hora puedo ver a nuestra bebé? — Los ojos azules de Susan brillan al mencionar a su hija.— Pr
El rostro de James se endurece, pero sus ojos tenían un toque lleno de misterio, Susan lo observaba mientras el vehículo avanza con dirección a la Villa Roja.— Lo hablaremos después Leandro, ahora estoy de camino a la Villa espero verte allí — Fue la repuesta dada por James mientras observa por el espejo retrovisor, la llamada ya había concluido.— Sé que no es asunto mío, pero ¿está todo bien? — Pregunta la mujercita que el hombre tenía a su lado y James no sabe cuanto anhelaba este momento, estas acciones con ella, lo simple como la preocupación de ella en sus asuntos, saber que pase lo que pase él la iba a tener a ella y a su pequeña Helen. — Si, no tienes por qué preocuparte de los asuntos de la Mafia — Le dice James mientras sus manos sostienen el volante, Susan solo suspira devolviendo su mirada hasta la carretera, ella sentía como sus pechos empezaban a doler, sabe que al llegar a la Villa debía de exprimir la leche materna, aquello también la atormenta, ella anhelaba con tod
Susan estaba en estado de pánico al escuchar el informe que le acaban de dar a James. Su corazón latía desbocado y su mente corría a mil por hora. Las palabras resonaban en su cabeza: “explosivos en el hospital”. Era como si el aire se hubiera congelado a su alrededor. Su mente de inmediato se traslada hasta el área de Neonatología y la sala de su hermana, aquel pensamiento la hacían sentirse atrapada en un laberinto de terror. Se apretó las manos contra el pecho, como si pudiera ahogar la ansiedad que amenazaba con consumirla.— ¿Qué haces allí? — James se acerca a ella claramente dándose cuenta de que Susan estaba pálida y era lógico que haya escuchado lo que le habían dicho.—Tienes que hacer algo — Susurra ella.— Susan, mira, estoy aquí contigo — dijo James, tomando sus manos en las suyas. Era un ancla en medio de su caos. Su mirada, tan serena y comprensiva, la hizo detenerse por un instante.— “Escucha, tenemos que mantener la calma. Hay equipos de seguridad que se encargan de e
El estilo de James era siempre superior a todos los demás, cuando su camioneta se detuvo y detrás de la misma otros 3 vehículos más detuvieron su andar, todos en la base se habían puesto rígidos, en pocas ocasiones el Líder de la Mafia Inglesa tenía custodios, mientras que los rumores de que Sacramento estuvo cerca de ser destruido recorren toda la ciudad, no obstante aquella información poco o nada le importaba a James, cuando el hombre desciende de la camioneta sus Guardaespaldas se ponen firmes, sus zapatos negros brillantes en los cuales incluso se podía ver si el peinado estaba correcto.La Base del Inframundo de James era escalofriante los demás seguían sus pasos, saben que se había cometido un error y no era un error cualquiera, el hombre va directo hasta su oficina incluso el propio Leandro sentía la tensión ante la presencia de James, su mano derecha fue el primero en entrar por detrás de él mientras otros tres se colocan por detrás de Leandro, James toma asiento con la cabez
— Llevo años en este Mundo Susan, sé el juego en el que estoy metido. — Deberías de trabajar en alguna panadería porque ahora estás casado y debes de mantenerme — Lo dicho por Susan había logrado que James dejara ver una pequeña sonrisa — Vamos a mi departamento. — Hablaré con Julián, ven conmigo — James avanza hasta el último piso de aquel edificio que parece ser un restaurante, pero en realidad era una Clínica oculta. — James, hasta que por fin llegas — Julián mira fijamente a su amigo. — ¿Podrás hacer esto? — Pregunta James. — Hice cosas peores James, esto no es nada, vamos hasta el Área secreta — Julián avanza con James y Susan siguiendo sus pasos hasta que llegaron a un área totalmente desdoblada, James coloca una clave al momento en que la puerta se abre se observan a algunos doctores, ellos avanzan hasta el área de Neonatología y allí está aquello que logra que Susan sienta como el suelo bajo sus pies no tenga equilibrio, James de inmediato revisa los aparatos. — Mañ
Cuando el vehículo que traslada a Susan se detuvo por delante de la Villa, James sale al encuentro de su esposa, los ojos negros profundos qué eran fríos como la noche de invierno, pasaron a tener la calidez y dulzura que solo Susan puede provocar en James Campbell, tomando de inmediato las bolsas de compras que Susan trae en sus manos, era evidente que todos eran de casas de compras infantiles. — ¿Cómo te ha ido? — pregunta él atrayendo a Susan en sus brazos depositando un casto beso en los labios de su esposa. — Té mostraré todo lo que he comprado para ella — Susan tenía los ojos azules brillando de emoción. — Bien, vamos a ver que has traído a mi princesa — Fue la respuesta del hombre que vino acompañado con una sonrisa.La pareja había llegado hasta el segundo piso de la casa en donde se encontraba la habitación matrimonial. — Sabes que me da tristeza, que la otra habitación fuera destruido por la explosión ¿había necesidad de que esto fuera de aquella manera? — Susan saca el
— Claro, tu silencio confirma que si estuviste con ella, en realidad no tengo ni siquiera porque preguntar sobre eso, no cuando estuviste antes con ella y era lógico que volverías a ella fueron muchos años y… — Detente ¿cómo sabes que he visto a Dalia? — Pese a que James por dentro ya estaba hirviendo de ira con Susan siempre va a encontrar aquel equilibrio de control qué ninguna otra persona excepto ella puede lograr aquello con James Campbell.— Por esta razón — Susan levanta el móvil con la pantalla encendida y allí se veía claramente que James agarraba a Dalia de la barbilla aunque parece ser que la estaba acariciando el rostro, las facciones del rostro coqueto de James dejan de ser suaves adquiriendo la dureza.— Si, efectivamente ella estuvo delante de mí pidiendo nuevamente mi protección porque ti exmarido la hizo abortar, pero por lo que veo ella solo quería una fotografía, Dalia nada más me pidió ayuda para protegerla supuestamente, ella se acercó a mí cuando yo estaba eligi
En la pista privada de Aterrizaje de James Campbell se detuvo el Rolls-Royce, los Guardaespaldas abren la puerta para que el hombre baje, lo primero que se había observado fueron los zapatos negros brillantes tocando el suelo, unos segundos después se observan unas sandalias femeninas descender del otro lado del vehículo, James portaba un traje costoso hecho a medida con una corbata roja, mientras Susan traía puesto un vestido rojo, combinando con la corbata de su Marido, el viento soplaba suavemente removiendo el vestido y la larga cabellera de oro de Susan, James entrelaza su mano con la de ella, los hombres de seguridad ya a estas alturas totalmente posicionados como antes de que los Enemigos decidieran atacarlo, ya sus hombres de seguridad fueron contratados en su totalidad nuevamente.— Estaré de regreso en dos días — Murmura James mirando la dulzura de su esposa como la única maravilla del mundo — Mis Guardaespaldas van a custodiarte y protegerte.— Voy a extrañarte — Expresa Su