— Es muy raro, pero a la vez muy gratificante saber que un Campbell se encuentre en Roma, específicamente en mi Territorio — La media sonrisa que se vislumbra en el rostro de Maximus provoca escalofríos en Helen, el hombre tenía las características Criminales de su padre, lo veía en sus ojos — ¿Que te ha ocurrido? — Maximus irradiaba peligro, destila misterio, poder, era como un bosque en el cual la inocente Caperucita sería la presa de aquel lobo feroz —¿Eres hija de James Campbell? — Helen baja la cabeza, o por lo menos ha realizado el intento, pero Maximus no se lo permite.— ¡Sí! Yo soy la hija de James Campbell — Helen responde con temor, quizás aquí estaba firmando su sentencia de muerte, ella se muerde los labios, el hombre se da la vuelta la zona era la menos concurrida, puesto que todos hoy saben que Jonás Lombardi estaría por la zona — Han secuestrado a mi hermano, a mí me dejaron porque... — Porque vieron la comitiva de mis vehículos, así que podría decirse que soy tu Salv
Helen no expuso ninguna palabra, pero Maximus no le dio tiempo de pensar más, puesto que el hombre vuelve a tomar la palabra logrando que Helen lo mire a los ojos directamente.— Te diré las cosas como son y aunque no pertenezcas directamente a la Mafia, la tienes corriendo por tus venas yo sé que vas a entender todo lo que te diré, porque puede que seas la princesa de papá, pero aquel hombre te ha preparado mentalmente, no eres ingenua, nada más creo que eres de buen corazón, y aquello lo has heredado de tu hermosa madre, estás en el Territorio de un hombre extremadamente peligroso, pero la Mafia no actúa sola, también forma parte de ella los mercenarios, allí hay una diferencia entre la Mafia de tu padre y la mía, porque James maneja a los mercenarios, también es su organización, pero aquí en Italia los mercenarios son enemigos de la Mafia, aquello que conocemos como la oposición, tu hermano ha sido secuestrado por el Clan Lombardi, extremadamente peligroso en Italia, aquellos que n
La comitiva de Vehículos se adentran en la Mansión, Helen se acerca al gran ventanal y observa que había mucho movimiento de vehículos, los latidos sé su corazón van en aumento esperando que el ocupante de una de esas camionetas sea su hermano y que termine aquella pesadilla para ella. — James, por favor, tienes que volver a mi, tienes que volver a mamá y papá, no puedes dejarme sola y no puedes dejarlos a ellos — La pequeña mujer se muerde los labios, el azul de sus ojos estaba opaca. Entre tanto en el interior de la camioneta de color rojo Maximus toma la palabra para dirigirse a James, por supuesto había cierto respeto de parte de ambos — Hablaré con tu hermana, de un asunto aquí están a salvo, pero después hablaré contigo, Maximus Albani, líder de la Mafia Italiana. — James Campbell, futuro líder de la Mafia Inglesa — ambos se pasan la mano y es como si las puertas del infierno se abrieron. — Mañana al medio día saldrá el vuelo qué los devuelva a Inglaterra, pero antes tendre
Antes de que Maximus emitiera alguna respuesta u acción ante la presencia de James Campbell por delante del Portón de la Base Italiana, la mujer que hace instantes se encontraba en la cama le arrebata el teléfono por supuesto aquello detona el enojo del peligroso hombre.— Lauren Mariell Caruso — Musita con voz aterradora Maximus Albani — ¿Quién demonios te crees para tomarte el atrevimiento de arrebatarme el teléfono? — Máximos se veía enfurecido. — Soy Tu esposa y no solo soy Lauren Mariell Caruso, también soy Albani, estamos en hora de descanso, también te quiero para mí. — Jódete Lauren, bien sabes que estos comportamientos me enfadan — Maximus sin dudar deja a la mujer allí y se coloca un tapado y las botas de manera inmediata agarra su pistola y se dirige a la puerta, pero la misma estaba cerrada con llave. — Por favor no te vayas, te quiero conmigo Maximus.— Tengo trabajo Lauren, no me molestes abre la puerta por las buenas porque de lo contrario la voy a hacer volar con un
— Fue mi culpa papá, yo te he dicho que quería algo tan normal como salir sin un Guardaespaldas solo pensando en mí y olvidando la identidad de mi hermano, ya entendí que soy la única inocente en este mundo, no lo juzgues a él además ya estamos saliendo del Territorio del Italiano, después de todo nos ha cuidado.— Maximus Albani, no es de aquellos que va a permitir que una organización de Mercenarios sea una amenaza para un Imperio Liderado por la Mafia.— ¿El tal Jonás Lombardi, es peligroso? — Claro que sí, es muy peligroso, ser mujer para él es ser algo menos insignificante qué una basura, las mujeres que han sido marcadas por Lombardi fueron esclavizadas sexualmente, tuvo miles de mujeres de las cuales no todas logran soportar ser ultrajada de manera violenta por él muchas han muerto en el propio acto, sus víctimas son prisioneras además en ellas emplea el primer efecto de las sustancias de su creación, ninguna marcada puede huir.— Es una mierda de persona — Musita Helen, mient
Maximus frunce el ceño al ver a Jonás entre los demás empresarios que estaban participando de este desfile, por supuesto había una conexión entre la organización, las drogas y las mujeres que querían escalar más en el mundo del modelaje, pero por supuesto Maximus no esperaba encontrarse con Jonás en el mismo lugar en donde estaba Helen sus ojos azules captan el lado perverso del hombre mientras observa a Helen.— Tengo algo que hacer, disfruta tú — Maximus se coloca de pie, Paolo no entendía qué estaba ocurriendo, pero el hombre ya se había alejado, Helen también había culminado con su pasarela.La joven estaba quitándose los aretes cuando alguien entra junto a ella, por supuesto ella ya sentía el peligro y fue más caótico para ella que alguien entre en su zona de privacidad, pero cuando vio a la persona que estaba allí, paso saliva con fuerza.— ¿Qué está haciendo usted aquí? ¿Cómo ha entrado? Nadie tiene la autorización para acercarse a mí — expuso ella, ya era evidente que se había
— Perdón, pensé que era solo una nota cualquiera — La pequeña mujer se muerde los labios mientras Maximus se acerca a ella, Helen sabe que estaba acorralada tenía aquel presentimiento.— No me gusta que me pidan perdón. — El hombre la toma de la barbilla, el anillo de casado brilla intensamente, todo el cuerpo de ella se vuelve rígido, Maximus acerca su rostro al de ella, por supuesto Helen echa la cabeza hacia atrás, pero aquello fue un error — No hagas eso, porque te recuerdo que Jonás sigue en el Club ¿o quieres que te encuentre? ¿Estás dispuesta a soportar la culpa por la muerte de todos los Guardaespaldas que deben de protegerte? — Maximus sabe como jugar con la mente de Helen, su nobleza reflejada en los ojos, dejaba claro todo.— ¿Que es lo que quieres? Dijiste que habías cambiado de idea y… — No he cambiado de idea, he salvado a tu hermano, te estoy salvando a ti, la única manera de saldar la deuda es entregándote a mí, y quiero que lo hagas esta noche — Helen se sintió horro
Helen al abrir sus ojos siente como si todo sus huesos haya abandonado su cuerpo, lentamente trata de acostumbrarse a la luz del sol que golpea su rostro, a duras penas consigue enfocar en su totalidad la habitación, entonces todos los recuerdos de la noche y madrugada azotan con fuerza su mente, el corazón de la pequeña mujer empieza a latir con fuerza, observa su cuerpo desnudo qué estaba cubierto por la sabana blanca y allí su rostro se tiñe de color carmesí al ver la sangre.— He fallado a mis principios, yo que juraba que encontraría el amor de mi vida, aquel hombre con quien llegaría al altar, aquel para el cual yo protegería mi castidad, pero he aquí mi persona, en un cuarto de hotel, envuelta en una sabana blanca con rastros de intimidad y la marca que se lleva consigo mi pureza a un hombre tan peligroso, un hombre que tiene una mujer esperando por su llegada, que decepción sentiría mi madre si llegara a enterarse de que su pequeña princesa se está convirtiendo en la amante de