Antes de que Maximus emitiera alguna respuesta u acción ante la presencia de James Campbell por delante del Portón de la Base Italiana, la mujer que hace instantes se encontraba en la cama le arrebata el teléfono por supuesto aquello detona el enojo del peligroso hombre.— Lauren Mariell Caruso — Musita con voz aterradora Maximus Albani — ¿Quién demonios te crees para tomarte el atrevimiento de arrebatarme el teléfono? — Máximos se veía enfurecido. — Soy Tu esposa y no solo soy Lauren Mariell Caruso, también soy Albani, estamos en hora de descanso, también te quiero para mí. — Jódete Lauren, bien sabes que estos comportamientos me enfadan — Maximus sin dudar deja a la mujer allí y se coloca un tapado y las botas de manera inmediata agarra su pistola y se dirige a la puerta, pero la misma estaba cerrada con llave. — Por favor no te vayas, te quiero conmigo Maximus.— Tengo trabajo Lauren, no me molestes abre la puerta por las buenas porque de lo contrario la voy a hacer volar con un
— Fue mi culpa papá, yo te he dicho que quería algo tan normal como salir sin un Guardaespaldas solo pensando en mí y olvidando la identidad de mi hermano, ya entendí que soy la única inocente en este mundo, no lo juzgues a él además ya estamos saliendo del Territorio del Italiano, después de todo nos ha cuidado.— Maximus Albani, no es de aquellos que va a permitir que una organización de Mercenarios sea una amenaza para un Imperio Liderado por la Mafia.— ¿El tal Jonás Lombardi, es peligroso? — Claro que sí, es muy peligroso, ser mujer para él es ser algo menos insignificante qué una basura, las mujeres que han sido marcadas por Lombardi fueron esclavizadas sexualmente, tuvo miles de mujeres de las cuales no todas logran soportar ser ultrajada de manera violenta por él muchas han muerto en el propio acto, sus víctimas son prisioneras además en ellas emplea el primer efecto de las sustancias de su creación, ninguna marcada puede huir.— Es una mierda de persona — Musita Helen, mient
Maximus frunce el ceño al ver a Jonás entre los demás empresarios que estaban participando de este desfile, por supuesto había una conexión entre la organización, las drogas y las mujeres que querían escalar más en el mundo del modelaje, pero por supuesto Maximus no esperaba encontrarse con Jonás en el mismo lugar en donde estaba Helen sus ojos azules captan el lado perverso del hombre mientras observa a Helen.— Tengo algo que hacer, disfruta tú — Maximus se coloca de pie, Paolo no entendía qué estaba ocurriendo, pero el hombre ya se había alejado, Helen también había culminado con su pasarela.La joven estaba quitándose los aretes cuando alguien entra junto a ella, por supuesto ella ya sentía el peligro y fue más caótico para ella que alguien entre en su zona de privacidad, pero cuando vio a la persona que estaba allí, paso saliva con fuerza.— ¿Qué está haciendo usted aquí? ¿Cómo ha entrado? Nadie tiene la autorización para acercarse a mí — expuso ella, ya era evidente que se había
— Perdón, pensé que era solo una nota cualquiera — La pequeña mujer se muerde los labios mientras Maximus se acerca a ella, Helen sabe que estaba acorralada tenía aquel presentimiento.— No me gusta que me pidan perdón. — El hombre la toma de la barbilla, el anillo de casado brilla intensamente, todo el cuerpo de ella se vuelve rígido, Maximus acerca su rostro al de ella, por supuesto Helen echa la cabeza hacia atrás, pero aquello fue un error — No hagas eso, porque te recuerdo que Jonás sigue en el Club ¿o quieres que te encuentre? ¿Estás dispuesta a soportar la culpa por la muerte de todos los Guardaespaldas que deben de protegerte? — Maximus sabe como jugar con la mente de Helen, su nobleza reflejada en los ojos, dejaba claro todo.— ¿Que es lo que quieres? Dijiste que habías cambiado de idea y… — No he cambiado de idea, he salvado a tu hermano, te estoy salvando a ti, la única manera de saldar la deuda es entregándote a mí, y quiero que lo hagas esta noche — Helen se sintió horro
Helen al abrir sus ojos siente como si todo sus huesos haya abandonado su cuerpo, lentamente trata de acostumbrarse a la luz del sol que golpea su rostro, a duras penas consigue enfocar en su totalidad la habitación, entonces todos los recuerdos de la noche y madrugada azotan con fuerza su mente, el corazón de la pequeña mujer empieza a latir con fuerza, observa su cuerpo desnudo qué estaba cubierto por la sabana blanca y allí su rostro se tiñe de color carmesí al ver la sangre.— He fallado a mis principios, yo que juraba que encontraría el amor de mi vida, aquel hombre con quien llegaría al altar, aquel para el cual yo protegería mi castidad, pero he aquí mi persona, en un cuarto de hotel, envuelta en una sabana blanca con rastros de intimidad y la marca que se lleva consigo mi pureza a un hombre tan peligroso, un hombre que tiene una mujer esperando por su llegada, que decepción sentiría mi madre si llegara a enterarse de que su pequeña princesa se está convirtiendo en la amante de
— Me pregunto si mi padre es menos poderoso como para no poder solucionar aquel inconveniente, supongo que esto definitivamente no es nada para papá — la respuesta dada por Helen ha despertado la molestia en Maximus, pero entonces ella levanta el rostro sus facciones femeninas recatada y perfecta, su rostro derrocha la seguridad y el orgullo dándole un claro recordatorio a Maximus Albani que estaba sometiendo a la Princesa del Rey de la Mafia Inglesa, que aunque ella sea dulce, y demuestre su inocencia, por sus venas corre la sangre de James Campbell, creció dentro de las Filas de la Mafia y en el momento menos esperado ella te puede desestabilizar por completo, porque lo ha dicho, podrá ser buena, pero no estúpida y demasiado fácil de doblegar — ¿vas a amenazarme siempre con eso? — Helen definitivamente se ve como una Reina imposible de derrotar en ese preciso momento.— No es una amenaza ¿quieres que llame a Jonás? O ¿llamó a tu padre y le digo que te han marcado como la presa de un
— Te llevaré hasta el Departamento, debes conversar con tus padres, así que lo mejor que puedes hacer es ir a Inglaterra y conversar con ellos.— Mi padre no me deja salir de allí ¿piensas que mi padre es un desentendido que no conoce a sus hijos? — Helen niega con la cabeza — Antes que nada es más astuto que usted.— ¿Entonces que vas a hacer? Porque de una vez te digo que no hay manera de qué… — No hace falta que me repitas aquello que ya lo dejaste claro, voy a ir a Roma, pero tú vas a informarle acerca de lo ocurrido con Blue.— ¿Perdón? — Maximus no esperaba aquella sugerencia.— Vas a llamar a mi padre en unas horas y le vas a indicar que no estabas enterado acerca de quien era Blue, hasta que estuvimos frente a frente, vas a garantizarle a mi padre mi seguridad, si algo me pasa que te mate a ti, y explicas como IMPERIUM ha adquirido mi presencia Profesional, yo me encargo de irme, pero tú te encargas de una mínima parte de esto. — A mí nadie me da órdenes, es tu responsabili
— Estaré pronto allí — Fue la respuesta de Maximus, mientras que para Helen aquella llamada fue un claro recordatorio de la cruda realidad, Maximus Albani era un hombre casado y esto que ellos estaban haciendo era un pecado, Helen se aleja de allí lo que más que pudo, aquella conversación no tenía nada que ver con ella y si tenía aunque sea el más mínimo de pudor no tenía ni siquiera que pensar en eso, entre ella y la esposa de Maximus había una diferencia abismal, mientras ella pensaba en eso, se recuesta por la puerta que da al balcón del Mar desde otro ángulo.— Claro que hay una diferencia abismal entre ella y yo, porque aunque yo sea la Primogénita del hombre más poderoso del mundo de la Mafia, me he convertido en la amante del marido de una mujer que ante ella es mucho más, porque mi estatus no sirve para nada si me estoy convirtiendo en la amante de un hombre casado — Dice Helen en un susurro observando las olas del mar.— Es hora de irnos — la voz de Maximus saca a Helen de su