EMILYMe arrojé al vacío, con el profundo y oscuro mar debajo de mí, y no dudé en conjurar los elementos naturales para convertirme en niebla y escapar de “él”.¿Por qué tuve que volver a encontrarlo aquí?¡Maldici0n! Qué buena oportunidad perdí, no siempre consigo un encargo tan lucrativo y además, adiós también al puesto en el crucero donde tenía la oportunidad de hurtar dinero a los pasajeros entretenidos.El hechizo de esa mujer rubia, era peligro e incluso podía costarme la vida, pero estoy tan desesperada que tomaría el riego.¡Eran más de cinco millones! ¡¡5 millones y medio!! ¡Incluso me fui sin cobrar la consulta de magia!No sé durante cuánto tiempo vagué, la Luna encima de mi cabeza y a lo lejos, encontré la costa donde aterricé, convertida en mi forma humana.Sacudí mi ropa llena de rocío, mi cabello esponjoso por la humedad y me adentré en una zona de camping llena de humanos.Encontré a un grupo de ilusos, recogiendo su caravana para regresar a sus hogares y armé mi teat
AMALIANunca imaginé que la próxima vez que vería a mi amado hermano, sería metido en una pequeña urna funeraria.A pesar de los años siempre tuve la esperanza de reencontrarnos algún día, por eso ilusamente aguanté tantas humillaciones y maltratos, solo por una falsa promesa.Ahora lo sé muy bien, me engañaron totalmente, nunca sobornaron a nadie, a ningún contacto de “papá”. No le pagaron a un buen abogado y él estaba pudriéndose en la peor parte de esa prisión de alta peligrosidad.— Vladímir, lo lamento, te fallé hermano, te fallé, soy una inútil… No resisto más y me derrumbo a llorar frente a la pared acristalada donde reposan las urnas de la manada.Ajax le concedió un lugar, que no se les da a los forasteros.Ahora, este es el único sitio donde puedo verlo.*****AJAXTengo que sostener a Amalia que se desploma en el suelo llorando.Elsa la toma del otro brazo y me mira con ojos angustiados.La obligamos a sentarse en un banco frente a las urnas funerarias.Todo esto ha sido
AJAXNo fue posible eliminarlos por completo y pronto, nos vimos rodeados por cuatro Renegados.No importa cuan duro luchamos y nos levantamos una y otra vez, el pelaje de mi Alfa lleno de sangre, más suya que ajena. Una pata coja con fracturas, el lomo lleno de mordidas y un ojo herido, la cosa pintaba tétrica y si estuviese solo escaparía.Había que saber cuándo quedarse y cuándo retirarse con honor, pero Amalia estaba allá adentro y ni muerto la dejaba a su suerte.Esa puerta no la defendería de cuatro Renegados.Un rugido doloroso se escuchó en el claro al caer, sometidos por tres de ellos, el que quedaba, iba a por mi garganta.“¡Conall muévete, muérdelos, maldici0n, vamos!”, le grito a mi lobo mirando a la muerte de frente, pero él no me responde.Esa horrible sensación se vuelve a instaurar en mi cabeza y mi pecho.“¡No, no, no, ahora no, ahora no! ¡¡Conall, Conall, respóndeme maldit0 lobo!!”La ira y la impotencia me ahogan, algo primitivo ruge dentro de mis venas y toma cont
AJAX— ¿Las heridas de Amalia?— Ella está bien, no se preocupe, le inyecté un sedante porque estaba demasiado alterada y ahora duerme – Elsa me responde bajando las escaleras de su casa.Aquí traje a Amalia después del incidente del cementerio. Varios guerreros fueron a hacerse cargo de los cuerpos y yo solo pensaba en curarla.A pesar de mentirme y decirme que estaba bien, podía ver sus muecas disimuladas de dolor.Mi lobo y yo agonizábamos ante la idea de haberle hecho daño a nuestra hembra, eso era imperdonable.— Elsa, yo fui quien le hice esas heridas a Amalia – le confieso y ella abre los ojos con sorpresa – Fue un accidente, perdí el control y la conexión con mi lobo.Un silencio se instaura entre los dos, ambos de pie en la pequeña sala de estar de la doctora de mi manada.Sé que ella ya está sospechando, fue quien atendió a mi padre.— Creo que está comenzando la conversión – digo lo que ha quedado en el aire.— No necesariamente Alfa, quizás es otro trastorno, ha tenido muc
AJAXÉl sabe muy bien que no soy de bromas y menos con algo tan serio.— Comenzaron los síntomas, Elsa miró mi sangre, yo…— No, no, no, no lo acepto, ¡NO JODER! – se pasea por la habitación en negación y luego le da una salvaje patada a una silla que se estrella contra la pared, echa añicos.— Elsa se puede equivocar, Ajax, quizás es otra cosa, una trampa, ¡no sé, maldici0n, pero eso no!, ¡¡no puede ser eso!!— Créeme que yo quisiera que no fuese, pero no me voy a autoengañar, hoy incluso ataqué a Amalia defendiéndola de los… Renegados – ahora que pasaré a sus filas me cuesta hasta nombrarlos.— Serás nombrado el Alfa cuando llegue el momento. Si no tenía cachorros, siempre pensé en dejarte la manada a ti, no a Edgar…— ¡No quiero tu maldit4 manada, entiendes! – se abalanza de repente sobre mí agarrándome con fuerza de la camisa.Sus caninos afuera y su lobo Beta gruñendo en la superficie.Miro a sus ojos rojos llenos de rabia e impotencia.— ¡Te metes tu puesto del Alfa por el culo,
AMALIA— Elsa, ¿Ajax no ha venido a recogerme? – me sentía aún un poco lenta por tantos sedantes, pero a penas pude espabilar, me lavé y cambié para bajar las escaleras.Mirando el reloj en la sala me asombré al ver que eran casi las 11 am, ¿será que Ajax no me quiso molestar?— Te dejó esa nota desde temprano – Elsa estaba haciendo el almuerzo y me señaló con la cabeza a un papel pegado con imán al refri.«Amor tuve una emergencia y necesité salir de la manada, quizás me lleve algunas horas o algunos días, me puedes llamar cuando te levantes. Amalia come y descansa, no quiero enterarme de que te vuelves a descuidar»Eso era todo lo que decía y la verdad, a pesar del “amor” del inicio, sentí que estaba un poco diferente a su manera de hablarme.Él siempre agregaba algo lindo al final.— Ajax, ¿te dijo algo más? – pregunté poniéndome el delantal para ayudarle.— No, solo eso – me respondió, pero todo este tiempo conviviendo con Elsa me ha llevado a conocerla, no es muy buena mintiendo
AJAX— Ven Ajax, entremos, le dije a Vivi que vendríamos – el Rey, un hombre apuesto y rubio, enseguida llamó la atención de las mujeres que bebían en el jardín y la terraza.Lo seguí junto con Kane.“Menos mal que Amalia no puede ver esto o echaría humo por los oídos de todas las miraditas baja bóxer que te están dando” Kane intenta animarme.“Para miraditas estoy yo ahora” le respondo bufando.Entramos por la puerta y más que una villa parecía una discoteca.Las luces bajas, con destellos neones por todos lados y cuerpos sudorosos y llenos de alcohol enredados bailando en el medio del salón.“Vaya, a la hermanita del Rey sí que le encanta la juerga”— Sígueme por aquí Ajax – Alfred me guía hasta un despacho en la planta baja y luego sale a buscar a su hermana.Ni siquiera le dieron la bienvenida con respeto, con tanta fiesta, creo ni lo reconocieron.Kane y yo nos sentamos en un sofá, al cabo de un rato, él llegó trayendo a una chica rubia, llamativa, con buenas curvas y un vestido
AJAXCuando esa chiquilla que casi la vi en pañales me dijo eso de manera tan altanera, casi se me sale lo de bestia nuevamente.— ¡Tu preciada sangre que serviría una mierd4 si Ajax no les hubiese cedido el poder, borracha asquerosa! – Kane saltó completamente cabreado a enfrentársele.— ¡Oye, mira cómo me hablas cretino segundón, si mi hermano no se hubiese arriesgado a conspirar en contra del Rey, ni siquiera hubiesen podido entrar a estas tierras! ¡Mi familia tiene todo el derecho de ocupar este puesto, palurdo!— ¡Vivianne ya cállate y sal de aquí, estás perdida ebria, vamos, sale de inmediato!— ¡A mí no me estés ordenando…!— ¡¡Que salgas de una maldit4 vez!! – Alfred le rugió a la hermana tomándola del brazo y sacándola por la fuerza del despacho.Yo me quedé ahí, intentando manejar mi ira porque no quería acelerar mi proceso de convertirme en una bestia asesina y al parecer, esto no iba a resultar muy bien.— Ajax, de verdad qué vergüenza todo este asunto, por favor perdóname