AJAXÉl sabe muy bien que no soy de bromas y menos con algo tan serio.— Comenzaron los síntomas, Elsa miró mi sangre, yo…— No, no, no, no lo acepto, ¡NO JODER! – se pasea por la habitación en negación y luego le da una salvaje patada a una silla que se estrella contra la pared, echa añicos.— Elsa se puede equivocar, Ajax, quizás es otra cosa, una trampa, ¡no sé, maldici0n, pero eso no!, ¡¡no puede ser eso!!— Créeme que yo quisiera que no fuese, pero no me voy a autoengañar, hoy incluso ataqué a Amalia defendiéndola de los… Renegados – ahora que pasaré a sus filas me cuesta hasta nombrarlos.— Serás nombrado el Alfa cuando llegue el momento. Si no tenía cachorros, siempre pensé en dejarte la manada a ti, no a Edgar…— ¡No quiero tu maldit4 manada, entiendes! – se abalanza de repente sobre mí agarrándome con fuerza de la camisa.Sus caninos afuera y su lobo Beta gruñendo en la superficie.Miro a sus ojos rojos llenos de rabia e impotencia.— ¡Te metes tu puesto del Alfa por el culo,
AMALIA— Elsa, ¿Ajax no ha venido a recogerme? – me sentía aún un poco lenta por tantos sedantes, pero a penas pude espabilar, me lavé y cambié para bajar las escaleras.Mirando el reloj en la sala me asombré al ver que eran casi las 11 am, ¿será que Ajax no me quiso molestar?— Te dejó esa nota desde temprano – Elsa estaba haciendo el almuerzo y me señaló con la cabeza a un papel pegado con imán al refri.«Amor tuve una emergencia y necesité salir de la manada, quizás me lleve algunas horas o algunos días, me puedes llamar cuando te levantes. Amalia come y descansa, no quiero enterarme de que te vuelves a descuidar»Eso era todo lo que decía y la verdad, a pesar del “amor” del inicio, sentí que estaba un poco diferente a su manera de hablarme.Él siempre agregaba algo lindo al final.— Ajax, ¿te dijo algo más? – pregunté poniéndome el delantal para ayudarle.— No, solo eso – me respondió, pero todo este tiempo conviviendo con Elsa me ha llevado a conocerla, no es muy buena mintiendo
AJAX— Ven Ajax, entremos, le dije a Vivi que vendríamos – el Rey, un hombre apuesto y rubio, enseguida llamó la atención de las mujeres que bebían en el jardín y la terraza.Lo seguí junto con Kane.“Menos mal que Amalia no puede ver esto o echaría humo por los oídos de todas las miraditas baja bóxer que te están dando” Kane intenta animarme.“Para miraditas estoy yo ahora” le respondo bufando.Entramos por la puerta y más que una villa parecía una discoteca.Las luces bajas, con destellos neones por todos lados y cuerpos sudorosos y llenos de alcohol enredados bailando en el medio del salón.“Vaya, a la hermanita del Rey sí que le encanta la juerga”— Sígueme por aquí Ajax – Alfred me guía hasta un despacho en la planta baja y luego sale a buscar a su hermana.Ni siquiera le dieron la bienvenida con respeto, con tanta fiesta, creo ni lo reconocieron.Kane y yo nos sentamos en un sofá, al cabo de un rato, él llegó trayendo a una chica rubia, llamativa, con buenas curvas y un vestido
AJAXCuando esa chiquilla que casi la vi en pañales me dijo eso de manera tan altanera, casi se me sale lo de bestia nuevamente.— ¡Tu preciada sangre que serviría una mierd4 si Ajax no les hubiese cedido el poder, borracha asquerosa! – Kane saltó completamente cabreado a enfrentársele.— ¡Oye, mira cómo me hablas cretino segundón, si mi hermano no se hubiese arriesgado a conspirar en contra del Rey, ni siquiera hubiesen podido entrar a estas tierras! ¡Mi familia tiene todo el derecho de ocupar este puesto, palurdo!— ¡Vivianne ya cállate y sal de aquí, estás perdida ebria, vamos, sale de inmediato!— ¡A mí no me estés ordenando…!— ¡¡Que salgas de una maldit4 vez!! – Alfred le rugió a la hermana tomándola del brazo y sacándola por la fuerza del despacho.Yo me quedé ahí, intentando manejar mi ira porque no quería acelerar mi proceso de convertirme en una bestia asesina y al parecer, esto no iba a resultar muy bien.— Ajax, de verdad qué vergüenza todo este asunto, por favor perdóname
AMALIAEl video fue tomado a escondidas por la cámara de un celular, pero se veía claramente a Ajax entrando con Kane a una fiesta.La música alta se escuchaba alrededor y la habladuría de las personas.«Luego nuestras fuentes informan que se encerraron en el despacho, el hermano Alfred Roswell, con Ajax y la princesita de los Roswell, ¡hay rumores de compromiso en el ambiente, chicos!»«¿No había salido hace poco en una fiesta de empresa con una mujer desconocida anunciando que era su pareja oficial?»«Al parecer los planes cambiaron y la verdad veo mejor que se haya decidido por una mujer más a su altura, pero algo se confirma, ¡a nuestro magnate le gustan las rubias!…»En eso se quedaron callados unos momentos, uno de los dos hombres se tocó el auricular de oído y dijo que había un video muy fresco.Cuando lo transmitieron, sentí que caía en una cueva congelada. En realidad no se veía muy claro, estaba lejos, pero insinuaba a Ajax con una mujer pegada a su pecho, quizás besándose,
AJAX— Nena, no te asustes, soy yo – le susurro besando su cuello al sentir que se tensa – Cuidado, no te vayas a quemar. Miro por encima de su hombro las carnes que está preparando, justamente uno de mis platos favoritos y se me calienta el corazón al saber que me esperaba.Estiro la mano para apagar el fuego y espero a que se gire, pero me extraña que se ha quedado rígida entre mis brazos y la mano que sostiene el cucharón le tiembla un poco.— Amalia, ¿sucede algo?, ¿qué pasa mi vida? – me separo y la tomo por la cintura y el hombro para girarla.“Ajax, ¿será que nos tiene miedo?” Conall gruñe bajo, derrotado, triste.Está destrozado en mi interior con todo este asunto, con la posibilidad de perderla.— No, no es nada, nada, ¿cómo te fue el viaje de negocios? ¿Pudiste cerrar ese trato tan importante? – me enfrenta al fin, sacando una sonrisa un poco incómoda e intentando comportarse como siempre.— No, en realidad aún no se ha cerrado el trato – le respondo con fastidio pensando e
AJAXNoté que Amalia siempre estaba sobre mí, parecía insegura por algo, sin embargo, por mucho que le pregunté no soltó prenda.Quizás solo me extrañó estos días.Por supuesto me encantaba ser el centro de la atención de mi hembra, yo muero por tocarla y pasar cada segundo de mi tiempo con ella.Pero ahora mismo, con varias decisiones por tomar en mi cabeza, el acercamiento casi obsesivo de Amalia me preocupaba y mucho.Esa noche nos quedamos en la cabaña y volvimos a hacer el amor, para dormir abrazados y exhaustos.Algo sucedió en mi mente, confundí la realidad con las pesadillas y me equivoqué de la manera más horrible que pude hacerlo.«“¡Amalia, Amalia!” Corría por el bosque de la manada buscándola como un loco, siguiendo su olor que se perdía a cada rato.Los Renegados nos habían atacado de repente, saliendo de la tierra, del interior de las minas a asesinar a nuestras mujeres y niños.Me les enfrenté y le ordené a Amalia que escapara lejos a un sitio seguro.Ahora la buscaba c
AMALIA— Aja… cof, cof… Aj… ax… — mi garganta se sentía como pasada por una lijadora. Lo traté de llamar mientras me bajaba del colchón, sin embargo, a penas puse un pie en el suelo, él al fin me respondió.— No te acerques a mí – me dijo una voz gutural más parecida a su parte salvaje.— Am… or ¿tuviste… una pesa…dilla?… — mi cerebro al fin funcionando enseguida buscó una justificación para lo que había sucedido.Di algunos pasos queriéndome acercar a donde su cuerpo se encontraba sumido en las sombras.— ¡¡Que no te me acerques te dije!!, ¡¿en qué idioma tengo que hablarte para que entiendas?! – me rugió con dureza, dejándome congelada en el sitio.Nunca me había hablado así, ni siquiera cuando éramos dos desconocidos.— Amor… ¿qué …?— No me digas amor – me interrumpió fríamente.No podía ver sus facciones, pero era como si alguien se hubiese llevado a mi hombre y hubiese puesto a un usurpador en su sitio.— No debí pasar la noche contigo, esto fue una gran equivocación, solo un ra