AMALIAEl video fue tomado a escondidas por la cámara de un celular, pero se veía claramente a Ajax entrando con Kane a una fiesta.La música alta se escuchaba alrededor y la habladuría de las personas.«Luego nuestras fuentes informan que se encerraron en el despacho, el hermano Alfred Roswell, con Ajax y la princesita de los Roswell, ¡hay rumores de compromiso en el ambiente, chicos!»«¿No había salido hace poco en una fiesta de empresa con una mujer desconocida anunciando que era su pareja oficial?»«Al parecer los planes cambiaron y la verdad veo mejor que se haya decidido por una mujer más a su altura, pero algo se confirma, ¡a nuestro magnate le gustan las rubias!…»En eso se quedaron callados unos momentos, uno de los dos hombres se tocó el auricular de oído y dijo que había un video muy fresco.Cuando lo transmitieron, sentí que caía en una cueva congelada. En realidad no se veía muy claro, estaba lejos, pero insinuaba a Ajax con una mujer pegada a su pecho, quizás besándose,
AJAX— Nena, no te asustes, soy yo – le susurro besando su cuello al sentir que se tensa – Cuidado, no te vayas a quemar. Miro por encima de su hombro las carnes que está preparando, justamente uno de mis platos favoritos y se me calienta el corazón al saber que me esperaba.Estiro la mano para apagar el fuego y espero a que se gire, pero me extraña que se ha quedado rígida entre mis brazos y la mano que sostiene el cucharón le tiembla un poco.— Amalia, ¿sucede algo?, ¿qué pasa mi vida? – me separo y la tomo por la cintura y el hombro para girarla.“Ajax, ¿será que nos tiene miedo?” Conall gruñe bajo, derrotado, triste.Está destrozado en mi interior con todo este asunto, con la posibilidad de perderla.— No, no es nada, nada, ¿cómo te fue el viaje de negocios? ¿Pudiste cerrar ese trato tan importante? – me enfrenta al fin, sacando una sonrisa un poco incómoda e intentando comportarse como siempre.— No, en realidad aún no se ha cerrado el trato – le respondo con fastidio pensando e
AJAXNoté que Amalia siempre estaba sobre mí, parecía insegura por algo, sin embargo, por mucho que le pregunté no soltó prenda.Quizás solo me extrañó estos días.Por supuesto me encantaba ser el centro de la atención de mi hembra, yo muero por tocarla y pasar cada segundo de mi tiempo con ella.Pero ahora mismo, con varias decisiones por tomar en mi cabeza, el acercamiento casi obsesivo de Amalia me preocupaba y mucho.Esa noche nos quedamos en la cabaña y volvimos a hacer el amor, para dormir abrazados y exhaustos.Algo sucedió en mi mente, confundí la realidad con las pesadillas y me equivoqué de la manera más horrible que pude hacerlo.«“¡Amalia, Amalia!” Corría por el bosque de la manada buscándola como un loco, siguiendo su olor que se perdía a cada rato.Los Renegados nos habían atacado de repente, saliendo de la tierra, del interior de las minas a asesinar a nuestras mujeres y niños.Me les enfrenté y le ordené a Amalia que escapara lejos a un sitio seguro.Ahora la buscaba c
AMALIA— Aja… cof, cof… Aj… ax… — mi garganta se sentía como pasada por una lijadora. Lo traté de llamar mientras me bajaba del colchón, sin embargo, a penas puse un pie en el suelo, él al fin me respondió.— No te acerques a mí – me dijo una voz gutural más parecida a su parte salvaje.— Am… or ¿tuviste… una pesa…dilla?… — mi cerebro al fin funcionando enseguida buscó una justificación para lo que había sucedido.Di algunos pasos queriéndome acercar a donde su cuerpo se encontraba sumido en las sombras.— ¡¡Que no te me acerques te dije!!, ¡¿en qué idioma tengo que hablarte para que entiendas?! – me rugió con dureza, dejándome congelada en el sitio.Nunca me había hablado así, ni siquiera cuando éramos dos desconocidos.— Amor… ¿qué …?— No me digas amor – me interrumpió fríamente.No podía ver sus facciones, pero era como si alguien se hubiese llevado a mi hombre y hubiese puesto a un usurpador en su sitio.— No debí pasar la noche contigo, esto fue una gran equivocación, solo un ra
AJAX “¡¿Por qué hiciste eso Ajax?! ¡¿Por qué le dijiste todas esas cosas hirientes que no sientes?!” Conall rugía en mi mente, desesperado por irla a consolar. Recriminándome, como si yo mismo no tuviese una agujero en mi pecho lleno de dolor. A través de la puerta la escucho llorar desconsolada, llamándome. Yo he ocasionado esto, la he herido en lo más profundo cuando juré protegerla. Las lágrimas comienzan a caer de mis ojos, que son los de mi lobo. Mi espalda rueda por la pared del pasillo en penumbras, al lado de la puerta y caigo sentado en el suelo con las manos en el rostro. Sus gritos y llanto resuenan en mi mente mientras bajo la cabeza derrotado, también llorando como nunca, de rabia e impotencia, por lo injusta que es esta vida de mierd4. Es el karma, es mi castigo por lo que le pasó a la Reina y a sus hijos, por haberle quitado la esperanza a mi raza. “Conall, ella nunca va a dejarnos si sabe la verdad, no importa que su vida esté en riesgo, no importa cuántas vec
AMALIA— ¡Ajax, nooo! – me levanté de repente gritando, las lágrimas quemando mis mejillas y un dolor agonizante en mi pecho.Soñé que Ajax se iba de mi lado, su espalda se alejaba de mí y por mucho que lo llamaba nunca se volteó, lo perseguí y no pude encontrarlo, mi vista se nublaba llena de una niebla oscura que me separaba de él.— ¡Amalia, tranquila, respira profundo, vamos, respira! - escuché la voz preocupada de Elsa y sus brazos cálidos me abrazaban.Me aferré a ella y después de mucho tiempo pude reaccionar. Mis ojos borrosos se fijaron en el sitio donde estaba, era mi cuarto en su casa.Recuerdos de la pasada noche asaltaron mi mente.No era una pesadilla, todo fue real, Ajax cambió de un momento a otro, su amor incondicional se convirtió en traición.— Elsa, ¿pueden los hombres lobos renunciar al lazo con esa mujer destinada si ellos quieren? – al cabo de un tiempo le pregunté mientras ella continuaba sentada en el borde del colchón.Mi cabeza baja, tragándome mis lágrimas
AMALIALlego a la esquina cerca de la mansión ya de noche, respirando agitada y me detengo para calmarme.El corazón me late como un tambor y aprieto mis puños infundiéndome valor.Mis pasos, decididos, avanzan y antes de tocar el enorme portón electrónico, descubro que en realidad está abierto.Entro al jardín y escucho voces en la terraza posterior, el tintineo de copas, risas y charlas.Bordeo el lateral de la mansión y me dirijo hacia ahí, el pecho se me aprieta sin saber que voy a encontrarme, ¿había alguna cena o celebración?, ¿qué estaban festejando?, que la humana se iba al fin.Niego con la cabeza por mi estupidez, ni que yo fuese tan importante.Pero al mirar a través del seto que delimita la terraza, en realidad sí veo que hay una reunión festiva, muchos invitados que no conozco y otras personas de la manada.Mis ojos buscan a Ajax por todos lados, pero no lo veo.— Él no está aquí ahora – me giro asustada para enfrentar a Kane.— Kane, él, ¿dónde está? – le pregunto algo n
AJAXSentí desde el momento que Amalia entró en los dominios de la mansión, hasta que estaba parada en la puerta presenciando todo este asqueroso teatro que estaba protagonizando.Yo le ordené a Kane que la enviara hasta aquí.Su dolor y decepción me golpeaban como un mazo directo al pecho.Resistí las ganas enloquecedoras que tenía que quitarme a esta cualquiera de encima, su perfume me disgustaba, sus manos sobre mi piel se sentían como lijas.Mi lobo me maldecía en el interior por mis acciones, luchando por forzar el cambio y consolar a nuestra hembra.Sabía que Amalia no se rendiría, que ella intentaría que hablásemos de nuevo, la conozco bien, así que preparé el escenario para el golpe final.Esta loba es una invitada de otra manada a esta absurda reunión. Nunca pierde el tiempo de tentarme. Solo cedí un poco y ya la tenía persiguiéndome al despacho y enredándome como un pulpo.— NO. Ni te ocurra besarme en la boca – giré mi cabeza a un lado cuando atacó mis labios.La tomé por