AJAX Creí que todo el romance del viaje se había arruinado con los misterios de Amalia y la depresión de Kane, que se encerró en su camarote sin querer hablarme. Sin embargo, mi hermosa rubia tenía una sorpresa preparada para mí. Llegamos a la suite, listos para disfrutar de una mini piscina privada, porque la noche estaba calurosa. Estoy acostado en una tumbona de metal, esperándola, revisando algunos correos de contratos que debía firmar, cuando subo la mirada por un segundo y me quedo embelesado, con la mujer que camina acercándose a mí. — Nena, ¿qué es esta agradable sorpresa? – intento incorporarme para detallar la túnica larga blanca semitransparente que lleva. Debajo, su cuerpo desnudo se trasluce, sus rosados pezones se marcan y las siluetas de sus muslos, con ese delicioso triángulo entre ellos. Mi polla comienza a pararse y mi excitación aumenta. — Vinimos también a disfrutar, ¿no?, ¿por qué no nos olvidamos de todo por una noche? A pesar del tinte rosa en sus mejil
AJAX Mi espalda rígida, todos los músculos en tensión y mis bolas duras desesperadas por vaciarse. Amalia gime con la boca llena de mi polla, que profundiza cada vez más en su garganta. Se toma descansos para lamer y respirar, pero abre esos pecaminosos labios y me traga como una devoradora. Mis caderas empezaron a balancearse hacia arriba, gruñendo y resoplando excitado, tomando la base de mi miembro y bombeando arriba y abajo, pajeándome rudo y apresurado. La doble estimulación me estaba llevando al abismo del placer, los caninos se alargaron y mis ojos se volvieron lobunos por lo cerca de la superficie que estaba Conall. Agarré duro su cabello y me clavé en lo profundo de su garganta sintiendo mis testículos palpitar y derramarse. Los músculos de su garganta vibraban y me estrangulaban, ordeñándome. La idea de ser el primero en follarme su boca y venirme dentro de ella, solo aumentaban mis ganas de manchar, con más y más semen, a esta inocente mujer. — Cof, cof, cof – come
AJAXMi boca chupa el lóbulo de su oreja, susurrando palabras obscenas y calientes en su oído, disfrutando cada gemido apasionante que sale de sus labios.Nuestros cuerpos sudados se acarician piel con piel mientras le hago el amor sin prisas y me siento en la gloria cada vez que salgo y entro de esa funda estrecha que me engulle lujuriosa.— Dámelo Ajax, quiero que me anudes, Alfa, Mmmm no puedo aguantar más… ¡aahhh!… córrete dentro de mí, Conall, dámelo amor, dámelo… Amalia nos suplica apasionada, exigiendo lo que muero por cumplirle.Sus nalgas impulsándose hacia atrás y acelero mis embestidas resoplando sobre ella.Mi pecho contra su espalda, mis manos en sus caderas y mis testículos chocando fuerte una y otra vez contra su clítoris, con sonidos de “pa pa pa”.El olor a sexo inunda el ambiente.Ni siquiera estoy en celo, pero siento el nudo crecer en la base de mi polla, listo para darle placer a mi hembra y engendrar a nuestros cachorros.Luego hablaremos sobre eso, pero ahora,
EMILYMe arrojé al vacío, con el profundo y oscuro mar debajo de mí, y no dudé en conjurar los elementos naturales para convertirme en niebla y escapar de “él”.¿Por qué tuve que volver a encontrarlo aquí?¡Maldici0n! Qué buena oportunidad perdí, no siempre consigo un encargo tan lucrativo y además, adiós también al puesto en el crucero donde tenía la oportunidad de hurtar dinero a los pasajeros entretenidos.El hechizo de esa mujer rubia, era peligro e incluso podía costarme la vida, pero estoy tan desesperada que tomaría el riego.¡Eran más de cinco millones! ¡¡5 millones y medio!! ¡Incluso me fui sin cobrar la consulta de magia!No sé durante cuánto tiempo vagué, la Luna encima de mi cabeza y a lo lejos, encontré la costa donde aterricé, convertida en mi forma humana.Sacudí mi ropa llena de rocío, mi cabello esponjoso por la humedad y me adentré en una zona de camping llena de humanos.Encontré a un grupo de ilusos, recogiendo su caravana para regresar a sus hogares y armé mi teat
AMALIANunca imaginé que la próxima vez que vería a mi amado hermano, sería metido en una pequeña urna funeraria.A pesar de los años siempre tuve la esperanza de reencontrarnos algún día, por eso ilusamente aguanté tantas humillaciones y maltratos, solo por una falsa promesa.Ahora lo sé muy bien, me engañaron totalmente, nunca sobornaron a nadie, a ningún contacto de “papá”. No le pagaron a un buen abogado y él estaba pudriéndose en la peor parte de esa prisión de alta peligrosidad.— Vladímir, lo lamento, te fallé hermano, te fallé, soy una inútil… No resisto más y me derrumbo a llorar frente a la pared acristalada donde reposan las urnas de la manada.Ajax le concedió un lugar, que no se les da a los forasteros.Ahora, este es el único sitio donde puedo verlo.*****AJAXTengo que sostener a Amalia que se desploma en el suelo llorando.Elsa la toma del otro brazo y me mira con ojos angustiados.La obligamos a sentarse en un banco frente a las urnas funerarias.Todo esto ha sido
AJAXNo fue posible eliminarlos por completo y pronto, nos vimos rodeados por cuatro Renegados.No importa cuan duro luchamos y nos levantamos una y otra vez, el pelaje de mi Alfa lleno de sangre, más suya que ajena. Una pata coja con fracturas, el lomo lleno de mordidas y un ojo herido, la cosa pintaba tétrica y si estuviese solo escaparía.Había que saber cuándo quedarse y cuándo retirarse con honor, pero Amalia estaba allá adentro y ni muerto la dejaba a su suerte.Esa puerta no la defendería de cuatro Renegados.Un rugido doloroso se escuchó en el claro al caer, sometidos por tres de ellos, el que quedaba, iba a por mi garganta.“¡Conall muévete, muérdelos, maldici0n, vamos!”, le grito a mi lobo mirando a la muerte de frente, pero él no me responde.Esa horrible sensación se vuelve a instaurar en mi cabeza y mi pecho.“¡No, no, no, ahora no, ahora no! ¡¡Conall, Conall, respóndeme maldit0 lobo!!”La ira y la impotencia me ahogan, algo primitivo ruge dentro de mis venas y toma cont
AJAX— ¿Las heridas de Amalia?— Ella está bien, no se preocupe, le inyecté un sedante porque estaba demasiado alterada y ahora duerme – Elsa me responde bajando las escaleras de su casa.Aquí traje a Amalia después del incidente del cementerio. Varios guerreros fueron a hacerse cargo de los cuerpos y yo solo pensaba en curarla.A pesar de mentirme y decirme que estaba bien, podía ver sus muecas disimuladas de dolor.Mi lobo y yo agonizábamos ante la idea de haberle hecho daño a nuestra hembra, eso era imperdonable.— Elsa, yo fui quien le hice esas heridas a Amalia – le confieso y ella abre los ojos con sorpresa – Fue un accidente, perdí el control y la conexión con mi lobo.Un silencio se instaura entre los dos, ambos de pie en la pequeña sala de estar de la doctora de mi manada.Sé que ella ya está sospechando, fue quien atendió a mi padre.— Creo que está comenzando la conversión – digo lo que ha quedado en el aire.— No necesariamente Alfa, quizás es otro trastorno, ha tenido muc
AJAXÉl sabe muy bien que no soy de bromas y menos con algo tan serio.— Comenzaron los síntomas, Elsa miró mi sangre, yo…— No, no, no, no lo acepto, ¡NO JODER! – se pasea por la habitación en negación y luego le da una salvaje patada a una silla que se estrella contra la pared, echa añicos.— Elsa se puede equivocar, Ajax, quizás es otra cosa, una trampa, ¡no sé, maldici0n, pero eso no!, ¡¡no puede ser eso!!— Créeme que yo quisiera que no fuese, pero no me voy a autoengañar, hoy incluso ataqué a Amalia defendiéndola de los… Renegados – ahora que pasaré a sus filas me cuesta hasta nombrarlos.— Serás nombrado el Alfa cuando llegue el momento. Si no tenía cachorros, siempre pensé en dejarte la manada a ti, no a Edgar…— ¡No quiero tu maldit4 manada, entiendes! – se abalanza de repente sobre mí agarrándome con fuerza de la camisa.Sus caninos afuera y su lobo Beta gruñendo en la superficie.Miro a sus ojos rojos llenos de rabia e impotencia.— ¡Te metes tu puesto del Alfa por el culo,